DEL ZÓCALO A LOS PINOS: «Nuestra fe siempre es revolucionaria».

Raúl CASTELLANOS

“NUESTRA FE SIEMPRE ES REVOLUCIONARIA” –Papa Francisco dixit-; “Camilo y Oscar Arnulfo cabalgan de nuevo”; al escucharlo y leer las crónicas de sus reflexiones ante cientos de miles de personas, da la impresión que Camilo Torres el sacerdote colombiano pionero de la Teología de la Liberación y militante del Ejército de Liberación Nacional, el de los tiempos de relativa pero respetable pureza en su ideología e ideas, cuando aún no pactaban negocios con los cárteles de la droga, o –tal vez- Oscar Arnulfo Romero, el defensor a ultranza de la opción preferencial por los pobres y de los derechos humanos, aquel que postulaba que “la misión de la iglesia es identificarse con los pobres, así la iglesia encuentra su salvación”, ejecutado un lunes, de un solo tiro al corazón, por un francotirador, el 24 de marzo de 1980 cuando oficiaba misa en la capilla del hospital de la Divina Providencia de San Salvador, transitaban de nuevo por las montañas de Colombia o las plazas públicas, los púlpitos y los barrios pobres de El Salvador; pero ¡oh! ¡sorpresa! no eran ellos, se trata de otro latinoamericano, éste nacido en Argentina, el país de origen del Che Guevara, fanático del San Lorenzo de Almagro, acostumbrado –cuando Arzobispo de Buenos Aires- a viajar en metro o “bus”, a quien los sectores más conservadores de la Iglesia Católica definen como un subversivo con sotana blanca y –muy probablemente- ya urden estrategias para recetarle un “tecito” –como lo hicieron con Juan Pablo I la madrugada del 28 de septiembre de 1978- el mismo que para los comunes y corrientes solo es Francisco, el Papa Francisco; es Francisco, el representante en la tierra del Señor que está en los Cielos, que hoy ocupa “contra su voluntad” –ha dicho con modestia- el Trono de San Pedro, quien realiza, desde el pasado martes su primera visita a tierras del Cono Sur; estuvo en Ecuador, hoy en Bolivia y mañana en Paraguay, tres países donde las condiciones de marginación y pobreza son notables, en los dos primeros gobiernan personajes surgidos de la “izquierda”, Rafael Correa y Evo Morales, quienes entienden la democracia como el “hágase justicia en los bueyes del compadre”, aspiran a “gobernar” hasta que la muerte los separe de este mundo, en nombre de la democracia reprimen, encarcelan, persiguen, exilian y castigan a quienes no entienden su “conceptualización” de la democracia y por supuesto se reivindican como demócratas, anti imperialistas y revolucionarios; en cuanto a Paraguay la situación es más funambulesca, gobernado desde mayo de 1954 hasta el 3 de febrero de 1989 por el dictador Alfredo Stroessner, fecha en que fue derrocado por un golpe de estado encabezado por –otro general- Andrés Rodríguez, no ha visto llegar la plenitud democrática, si acaso hubo algunos avances con el ex obispo Fernando Lugo, éste fue destituido en lo que se conoció como un golpe de estado parlamentario, actualmente gobierna Horacio Cartes, un “empresario”, dirigente deportivo, a quien se le vincula con todo tipo de negocios de “dudosa reputación”, desde contrabando hasta narcotráfico; en este contexto, el trío de tres –Correa, Evo y Cartes- se frotaron las manos ante la posibilidad de “montarse” en la popularidad del visitante, “lavarse la cara” –por sus excesos y culpas- y salir fortalecidos; sin embargo, sus cuentas alegres no resultaron, no por lo menos en el caso de Correa, cuidadoso de las formas diplomáticas, desde su llegada a Quito marcó distancia, ante el discurso de bienvenida de Correa, mezcla de informe de gobierno y analogías con las predicas de Francisco, Francisco le respondió con fina ironía “agradezco sus consonancias pero tal vez me ha citado demasiado”; sabedor –sin duda- de los excesos que ocurren en Ecuador pidió a Correa “poner especial atención en los hermanos más frágiles” reflexionó y planteó tesis “en el Evangelio se pueden encontrar las claves para afrontar los desafíos actuales, valorando las diferencias y fomentando el diálogo y la participación sin exclusiones, el progreso debe alcanzar a los más vulnerables” –en buen romance algo así como “me estás oyendo inútil”-, “los cristianos no pueden hacerse los distraídos ante un mundo lacerado por las guerras…evangelizar es nuestra revolución, nuestra fe siempre es revolucionaria, ese es nuestro más profundo y constante grito, ese, el de independencia, fue un grito nacido de la conciencia de la falta de libertades, de estar siendo exprimidos y saqueados, sometidos a conveniencias circunstanciales de los poderosos en turno” y remató, para que no le quedara duda a Correa “pero la historia nos cuenta que –ese grito- solo fue contundente cuando dejó de lado los personalismos, el afán de liderazgos únicos, la inmensa riqueza de lo variado, nos aleja de la tentación de propuestas más cercanas a dictaduras, ideologías o sectarismos, tampoco es un arreglo hecho a nuestra medida, en el que nosotros ponemos las condiciones, elegimos los integrantes y excluimos a los demás” y concluyó “la justicia social no es una forma de limosna sino una verdadera deuda del Estado”; de Ecuador viajó a Bolivia donde llegó a las 17:10 hora local…¿alguien puede asegurar que esto ya está decidido?….RAÚL CASTELLANOS / RCMULTIMEDIOS.MX  http://rcmultimedios.mx/politica/46182/del-zcalo-a-los-pinos#.VZ3dyYSUirE.mailto

 

Deja un comentario