Durante la Sesión de la Diputación Permanente del Congreso del Estado, en el marco de la conmemoración del Movimiento Estudiantil de 1968, el Coordinador de la Fracción Parlamentaria del PRD Toribio López Sánchez, señaló que nunca más se debe hacer uso del poder público para reprimir.
“El movimiento estudiantil del 2 de Octubre de 1968 representó un parte aguas en la vida pública de nuestro país porque dio paso a la consagración de derechos civiles y políticos, y sobre todo la democratización”, dijo.
Durante esa época, recordó el legislador por el Distrito de Santa Cruz Xoxocotlán, estudiantes de bachillerato y del nivel superior, realizaron una serie de manifestaciones para exigir alto a la represión, mayores recursos para la educación pública y libertad a los presos políticos como Valentín Campa y Demetrio Vallejo Martínez.
Puntualizó que lo sucedido aquella tarde en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, no tiene nombre porque a pesar de entrar nuestro país a la modernidad, el uso de la fuerza pública por parte del Estado representaba un retroceso, el autoritarismo en todo su esplendor.
López Sánchez subrayó que fueron cientos los estudiantes que perdieron la vida, sin que hasta el momento no se cuente con una cifra exacta, “es una fecha que se tiñó de rojo por la sangre derramada de estos entusiastas jóvenes que anhelaban un país mejor”.
Hoy a 50 años de la masacre del 2 de Octubre de 1968, destacó el legislador perredista, México vive tiempos de cambios producto de procesos democráticos, “la lucha emprendida por los jóvenes estudiantes dio frutos y se cristalizaron en avances representativos para la sociedad mexicana”.
“Antes la disolución social estaba tipificada como delito, hoy las mexicanas y mexicanos tienen garantizados sus derechos a la libertad de expresión y a la libre manifestación de sus ideas. Hoy tenemos una sociedad más informada y participativa, que representa un fiel contrapeso a las malas decisiones que se toman desde el Poder público”, agregó.
Por último, López Sánchez, comentó “el movimiento estudiantil nos dejó una lección: nunca más el uso de la fuerza del Estado para reprimir, ni callar las voces de la oposición. La mejor manera de rendir un homenaje a los estudiantes caídos del 68 es defendiendo siempre la libertad de expresión”.
