Carta de Diana Luz

Estimada Diana Luz:

No tengo la menor intensión de polemizar contigo, a quien siempre ha considerado una joven talentosa, solidaria con su género y con los jóvenes; dando siempre la lucha partidaria. Solamente menciono lo siguiente respecto de tu carta:

Uno: Lamento profundamente el matiz personal que le has dado a una información, que yo no inventé, sino que se plasma en un documento cuya fotografía llegó a mi correo.

Dos: En vez de ocuparte en mi, bien valdría la pena te dieras a la tarea de indagar la autoría del documento, identificar el escritorio donde fue tomada la fotografía, y varios detalles que pueden leerse en ésta, y que no tomé yo.

Tres: Ciertamente, tengo amistad con Beatriz Rodríguez Casasnovas, como la tengo contigo, o con muchas mujeres y hombres del PRI. Y, por supuesto que me hubiera gustado que ganara la elección, como me gustó verte encumbrada en el ayuntamiento de Santa Cruz Xoxocotlán, de cuyo proceso guarde detalles precisamente para no perjudicarte. Los periodistas tienen derecho a tener amigos y yo los tengo en todos los partidos políticos, así como enemigos también. La pasada elección del 7 de junio de diputados federales en el Distrito 08, la ganó Francisco Martínez Neri, y no por eso dejé cubrir el momento de su entrega de constancia de mayoría. Santa Cruz Xoxocotlán no fue el único caso de  irregularidades electorales, hubo otros como Tehuantepec o Santa Lucía del Camino, que también fueron tema de columnas.

Cuatro: Te asiste el derecho de escribir cuantas cartas desees escribir relativas a mi persona. En este país gozamos de libertad de expresión. Ya han dicho tantas cosas de mi, que ya soy inmune. Eso sí, siempre detecto cual es la fuente verdadera.

Cinco: La opinión de un periodista, es eso, opinión. Y mira que en el texto de la columna donde hago referencia al documento donde aparece tu nombre, guardé mis opiniones precisamente evitando ofenderte, y solamente narré lo descrito en el documento y formulé interrogantes.

Seis: Me hubiera gustado tanto que en las ocasiones cuando he escrito, en columnas o crónicas, halagos a tu persona, me hubieras enviado cartas extensas. Claro, siempre recibí llamada telefónica de tu parte agradeciendo muy amablemente el comentario.

Siete: Para tu conocimiento (supongo que no lo leíste, sino te dijeron) yo no he hecho ninguna “mención insistente” de que “callar es otorgar”.

Ocho: Querida Diana, no me voy a subir al ring contigo por un pleito ajeno. Ni contigo ni con nadie. Y si el pleito ajeno acarrea pleito conmigo, tampoco me subo. Así que no contestaré ni carta ni agresión alguna.

La amistad de la periodista la sigues teniendo.

AQUÍ TU CARTA:

Oaxaca de Juárez, a 29 de junio de 2015

Estimada Rosy Ramales:

Comunicar en cualquier medio de información representa en todo momento un ejercicio de enorme responsabilidad, por lo que debe hacerse, como usted sabe, con la certeza de la veracidad de lo que se escribe o dice, no bajo supuestos ni especulaciones. De no hacerlo así, se trata entonces de una falta de profesionalismo y nula ética periodística que parece traducirse en difamaciones, calumnias e injurias, a las que me niego a pensar, pueda usted obedecer.

Nos conocemos hace tiempo Rosy, siempre he respetado su trabajo y la he seguido en sus distintos ámbitos, el político y el periodístico principalmente. Por eso me extraña no sólo el título de su pasada columna, sino el contenido poco serio que se atreve a difundir: una hoja en blanco con nombres y teléfonos, mismos a los que cualquiera que conozca el directorio del municipio de Xoxocotlán puede tener acceso y en donde recrea toda una historia de complot.

Entiendo que su vínculo laboral y de amistad, aunque no oficial en la Delegación de Economía en cuya titularidad hasta hace pocos meses, ocupó Beatriz Rodríguez, tenga relación con sus desafortunados comentarios. Quizá (formulando una narrativa tampoco confirmada) el afecto particular mostrado en cada columna previo al proceso electoral y deseos de triunfo de nuestra amiga en común, como también una servidora compartió, nubla su objetividad; por lo que aprovecho el espacio para aclararle lo siguiente:

Primero. El quehacer político que represento en el municipio lo hemos desempeñado de forma responsable desde el inicio de la administración. Por otro lado, mi carácter de Delegada Nacional de la Red de Jóvenes en dos Estados, propició no sólo que caminara y recorriera con cada uno de los y las candidatas de los once distritos en Oaxaca, sino también de ocho más en la vecina entidad de Veracruz. Espacio en el que procuramos dejar constancia de nuestra convicción y entusiasmo por el Partido Revolucionario Institucional. Situación que me impidió acompañar durante todo el proceso como así lo hubiera deseado, a nuestra amiga, para cumplir con la encomienda otorgada por el Comité Ejecutivo Nacional.

Segundo. Hablo por mí. No soy una traidora al PRI ni responsable de la pérdida electoral en el Distrito 08. Usted me señala porque así se lo dictan. Los fracasos electorales deben provocar la evaluación objetiva del proceso. No justificarse en traiciones, buscando culpables en personas como en mi caso particular, ni fuimos operadores electorales en la campaña ni mucho menos manejamos recursos. Situación que puede constatarle la misma ex candidata.

Tercero. Su fuente de información y la imagen que utiliza es comparable como si nos hicieran llegar una hoja en blanco con una lista en donde su nombre y teléfono aparecieran como beneficiaria de recursos millonarios de gobierno del Estado adjudicando un monto estratosférico ¿La publicaría? ¿Tendría veracidad? ¿La condenaríamos y señalaríamos? Decir que es mercenaria de la pluma por ese documento sería un exceso, como lo son los señalamientos sin sustento de los que me acusa. Una pregunta más: ¿Cuál es el interés o a quién obedece adjudicarme los resultados del proceso electoral en el Distrito? Le dejo las respuestas.

Finalmente, atendiendo a su mención insistente en que callar es otorgar, y en donde por cierto, confunde mi segundo apellido “Ruiz” por “Jiménez”, decidí redactarle las presentes líneas con el ánimo de reparar en lo que quizá sea un daño irreversible para quien desea, con trabajo y esfuerzo, ser partícipe de una nueva historia en la política oaxaqueña a través de un movimiento juvenil que toma fuerza y que quienes no desean procesos de democracia interna pretenden apagar.

Con el afecto de siempre:

 Lic. Diana Luz Vázquez Ruiz

Síndica Procuradora de Santa Cruz Xoxocotlán

 Y AQUÍ LA COLUMNA ACLARADA:

*.- Elías, metida de pata

Rosy RAMALES

Existe un documento donde se detalla un plan de acción aplicado, supuestamente, en las elecciones de diputados federales del pasado 7 de junio a favor del PRD, aunque no lo dice así de manera expresa, pero se deduce de las líneas donde se aluden responsables de garantizar la “no movilización” a favor del PRI, y sí a favor del partido del Sol Azteca.

Tal práctica, que muchas veces implica la compra de conciencias, se ha convertido en un accionar “natural” en cada proceso electoral por parte de casi todos los partidos políticos en su lucha por ganar las elecciones, pero no a base de votos razonados, sino a base de votos comprados o inmovilizados, de electores con necesidades económicas; y la mayor tajada se la llevan los “operadores”, llamados también “enlaces”.

Ese accionar se daba solamente de partido a partido. Pero la práctica ha evolucionado y ha permeado en los militantes, quienes ya sin pudor alguno le juegan las contras a su propio partido político. Un ejemplo muy claro de ello se dio en el Distrito Electoral 05 con cabecera en Santo Domingo Tehuantepec, donde muchos perredistas votaron por Encuentro Social con el objetivo de derrotar al abanderado de la coalición PRD-PT, José Antonio Estefan Garfias, pero solo consiguieron afectar al PRD al restarle votos.

Otro ejemplo sería el Distrito Electoral Federal 08 con cabecera en Oaxaca de Juárez, donde (supuestamente) mismos priistas habrían operado en contra del PRI, pues al provocar la “no movilización” para afectar a Beatriz Rodríguez Casasnovas, candidata a la diputación federal, afectaron al PRI.

Y miren, queridos lectores, realmente me resisto a creer parte del contenido del documento citado en el primer párrafo; documento donde aparece enlistado el nombre de la priista Diana Luz Vázquez, actual síndica del ayuntamiento de Santa Cruz Xoxocotlán, con una tarea: “No movilizar, requerimientos (efectivo)”.

El documento trae el siguiente encabezado: “Acuerdos de Santa Cruz Xoxocotlán”.

Me resisto a creerlo. Porque siempre he visto en Diana Luz Vázquez a una joven preparada, talentosa, que solamente necesitaba una oportunidad para crecer políticamente de manera irrefrenable. Esa primera oportunidad llegó: Contendió bajo las siglas del PRI en la planilla al ayuntamiento de Santa Cruz Xoxocotlán, donde hoy es síndica y como tal ha desempeñado buen trabajo.

Diana Luz ha sido una joven apasionada de la política y de su partido, el Revolucionario Institucional (PRI); una mujer valiente que ha defendido la causa de género y que ha luchado por abrir espacios a los jóvenes. Por eso resulta increíble que su nombre aparezca en una lista de los operadores a favor del PRD.

Tal vez se trate solamente de un error o una mala jugada en contra de Diana Luz. ¿O es verdad? ¿Traicionó a su partido? ¿Ha sido capaz de hacer lo que tanto cuestionó del viejo priismo? ¿Olvidó la solidaridad de género? ¿Pudo más en ella el odio ajeno? ¿Acaso su voluntad ya no le pertenece? ¿O fue desquite porque ella quería ser la candidata? Ups, quizá otra mujer priista habría querido ser la síndica,pero el derecho le correspondió a ella.

En fin, el documento no trae la firma de ninguna de las personas enlistadas. Y es obvio, pues de ser cierto, firmar habría sido como echarse la soga al cuello.

En dicho documento, al cual alguien le tomó una fotografía, primeramente aparece el “grupo de Martín Rosado (secretario municipal).” ¿También priista? Y debajo de su nombre se enlistan a varias personas como encargados de secciones electorales como las siguientes: 37, 38, y de la 1712 a la 1722; aparecen también los números de teléfono celular de cada una de ellas.

Luego viene la siguiente descripción: “2000 votos al PRD y 3000 mil no votarán por el PRI. Requerimiento (despensas y dinero para retener credenciales a priistas)”.

En el punto dos aparece el nombre de “Jesús Méndez Calderón (ex secretario particular del Lobo)… 1500 votos, requerimientos (despensa y gasolina para movilización)”. ¿También priista?

Otro nombre es el de “Mario Emilio…2500 votos… (efectivo $)”. Pero luego escriben a mano la palabra “excluido”. ¿Será que lo excluyeron cuando Mario Emilio anunció su dimisión al PRD para apoyar a otro partido político? Una prueba de caligrafía podría arrojar al autor de la letra de la palabra “excluido”.

Y así, sucesivamente aparecen otros nombres con número celular y el requerimiento para cumplir el acuerdo.

Aquí les dejo la imagen del documento de referencia, que aparece algo borroso:

xoxoÇ

 

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