ANÁLISIS A FONDO: Insistentes, los amos de Washington

México cerrará bien el año 2023 porque cumplió

Pero en 2024 no podrá y caerá; el mismo cuento

Francisco GÓMEZ MAZA

Los empleados del neoliberalismo manchesteriano, cuyo patrón y cuyas oficinas están en la capital del decadente impero del capitalismo salvaje, miden a los países llamados periféricos con la vara del salvajismo de la acumulación del capital en pocas manos, y lo que los mexicanos llaman agandalle de las riquezas de las naciones, hoy por hoy aún el petróleo y los petrolíferos, dictaron una sentencia más contra los mexicanos, con la idea de que estos no están haciendo bien las cosas de acuerdo con el recetario fondomonetarista aunque, si bien ha habido buena práctica de las recetas fondomonetaristas, neoliberales, para dirigir la economía, que hasta este año está dando muy buenos resultados, de todos modos, el año venidero, la economía mexicana caerá. (El Independiente 7-11-23) (Pues caería lo si los emprendedores en Oriente, o en los mismos Estados Unidos, lo decidieran y dejaran su lugar vacío, o que los empresarios mexicanos decidieran hacer a un lado las pingues ganancias obtenidas en los últimos cinco años, pese a que los grupos de pensamiento único no estén de acuerdo, y sobajen cotidianamente sólo por odio, al gobierno de López Obrador, que ha puesto las condiciones para que los inversionistas nacionales y extranjeros inviertan en suelos mexicanos  y sólo porque les quitó el chayote..

El martes 7 de este horrendo noviembre, mientras los guerrerenses iniciaban el recuento de los daños que les produjo el paso destructor de Otis, el violentísimo huracán que arrasó con el puerto de Acapulco, uno de los centros turísticos más exclusivos del pasado, de los poderosos banqueros, multimillonarios empresarios, actrices y actores deslumbrantes, que obligaron a construir una estructura lujuriosa para el descanso en las meras playas y en donde también pasaban maravillosos fines de semana los neoliberales, que empobrecieron al país, que lo seccionaros entre los muy pocos, empoderados de lo muy mucho, y los incontables, que puede que contabilicen más de la mitad de la población, que apenas vive de un salario, fue publicada la noticia de que una misión que estuvo vigilando a las autoridades económicas advirtió que se aplicó el neoliberalismo y por ello le salieron bien las cosas al gobierno de López Obrador y al secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O en el manejo y aplicación de la política económica.

Pero los miembros de la misión fondomonetarista buscan cerrar las pinzas que el Fondo impone a sus estados miembros, como lo han venido haciendo con Argentina, que gobierna el peronismo. Aseguran y celebran el crecimiento de la economía mexicana sea del 3.2% en 2023, “impulsado por la solidez del consumo del sector privado y la inversión, así como por un notable vigor de los sectores de servicios, la construcción y la producción de automóviles, lo que se ha traducido en unas tasas de desempleo históricamente bajas y unas tasas de utilización de la capacidad productiva históricamente altas. (y porque) las autoridades han mantenido la deuda pública bajo control y la política monetaria se centra acertadamente en reducir la inflación. Buenos principios neoliberales, aplicados hasta por los planificadores de la República Popular China.

Pero inclusive con esta política, los empleados de FMI prevén que el crecimiento económico se modere a 2.1% en 2024. Y todo porque se flexibilizará la política fiscal, lo que aumentará su carácter procíclico, y su efecto sobre el crecimiento se verá limitado por restricciones de capacidades de producción, la continuidad de una política monetaria restrictiva y la ralentización del crecimiento en Estados Unidos. Mantener la tasa de referencia de política monetaria en los niveles actuales hasta mediados de 2024, debe permitir que la inflación vuelva al objetivo de Banxico en 2025. Los riesgos para las perspectivas de crecimiento están equilibrados en términos generales. Un crecimiento más fuerte de lo previsto en Estados Unidos o un multiplicador fiscal mayor a lo esperado podrían impulsar el crecimiento en México. Sin embargo, un incremento de la aversión al riesgo a nivel mundial, una trayectoria de tasas de interés más altas en las economías avanzadas o retrasos en la ejecución de proyectos de infraestructuras clave en México afectarían la producción económica. Los riesgos para la inflación se consideran sesgados ligeramente al alza.

Y por ahí va el diablo con su cansino recetario ideado por los Gemelos de Washington, advirtiendo que, para garantizar un crecimiento sostenible e inclusivo en un entorno mundial complejo será necesario un amplio conjunto de reformas. La reestructuración de las cadenas de suministro mundiales que está en curso brinda una gran oportunidad a México. En particular, la proximidad de México a Estados Unidos y sus profundos vínculos comerciales con este país lo convierten en un destino clave para la localización de procesos productivos cercana al mercado estadounidense. Sin embargo, para aprovechar este potencial y competir con otras zonas de producción será necesario abordar los problemas estructurales a los que se enfrenta México desde hace tiempo y, al mismo tiempo, seguir aplicando políticas macroeconómicas prudentes. Para ello será necesario aumentar y orientar mejor la inversión pública, mejorar la gobernanza, incrementar el acceso a las fuentes nacionales de financiamiento aumentar la participación de la mujer en la fuerza laboral y orientar el consumo hacia fuentes de energía más limpias. La misma gata revolcada que sólo ha beneficiado a los agentes de los grupos dominantes.

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