CRÓNICA: «¡No somos machos, pero somos muchas y jugando limpio vamos a ganar!»

Rosy RAMALES

La militancia representativa del Partido Revolucionario Institucional (PRI) empezaba a llegar en grupos de hombres y mujeres de todas las edades, a la Ex Hacienda Santa Rosa, apeados porque no había acceso a vehículos. Pronto abarrotaron el salón y hasta fue necesario colocar más hileras de asientos mientras esperaban el arribo de la Secretaria General del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Ivonne Ortega Pacheco, quien presidiría el encuentro político.

Se trataba de la Reunión de Evaluación de la Estructura Electoral y Activismo Político del 8º Distrito Electoral con cabecera en Oaxaca de Juárez, en respaldo a la candidata a la diputación federal Beatriz Rodríguez Casasnovas, quien en el amplio patio contiguo al acceso del salón recibía a los asistentes con un saludo, con un abrazo, con una sonrisa. Junto a ella, su suplente Laura Vignon Carreño la acompañaba en el recibimiento.

Al encuentro también fueron invitadas las candidatas priistas por otros distritos electorales: Sofía Castro Ríos por Santo Domingo Tehuantepec, Yarith Tannos por Juchitán de Zaragoza y Gabriela Olma por Santa Lucía del Camino. Solamente faltó la abanderada por Huajuapan de León, Yolanda López Velázquez.

En la escalera para llegar al salón, Blanca Islas, luciendo un traje regional istmeño en color blanco, platicaba con Sofía Castro, quien parecía anotar algunos datos. Yarith aguardaba en el patio siempre con ese aire altivo, sin saludar a nadie más que a sus conocidos; luego entró al salón donde la militancia organizaba porras y vítores, y el maestro de ceremonias pronunciaba frases alentadoras a todo pulmón.

Desde afuera se escuchaba: “¡Vamos a ganar porque hemos ido casa por casa, ese es el trabajo verdadero! Por eso vamos a llevar al triunfo a Beatriz Rodríguez y a Laura Vignon!” “Bravoooo”, respondía la militancia.

En una de las mesas de jardín, Joaquín Rodríguez, Secretario de Organización del PRI estatal, platicaba con el equipo de avanzada de Ivonne. En tanto, Hugo Sarmiento,

dirigente de la Sección correspondiente a Oaxaca del Sindicato de Trabajadores del Seguro Social, saludaba a “Titis”, como se le conoce a Beatriz; y luego él se apeó al interior del salón.

En el salón, la hilera de hasta adelante del lado derecho estaba reservada para los diputados locales (los asientos tenían los letreros). Pero solamente llegó Carmelita Ricárdez, quien se sentó de lado izquierdo junto a Lino Velázquez, dirigente estatal de la CNC, rodeado de istmeñas.

Hasta adelante se sentaron también Aracely, del IMPRI; Mariana Aznar Piñeyro, y la cenecista Miriam Liborio, a quien, por cierto, su partido la ha relegado de las candidaturas a pesar de ser una activista de tiempo completo. Tal vez le toque en las próximas elecciones locales del 2016. Tres mujeres jóvenes talentosas.

Mientras los animadores (un hombre y una mujer) continuaban su trabajo: “¡Que se oigan con un fuerte grito! ¿Dónde están los amigos de la zona 01? ¿Dónde están las mujeres del OMPRI? ¿Dónde están los amigos de la CROC?” Y a cada arenga, ellas y ellos gritaban. Luego los animadores suplicaron a las candidatas: “Cuando tengan esa representación en el Congreso (Federal) no se olviden de esta militancia”.

Y en algún momento, presentó a Hugo Sarmiento, quien ingresó al PRI después de haber creído en una expresión perredista que en la elección anterior le prometió hacerlo candidato a diputado federal y lo metieron a un desgastante proceso interno, siendo él externo, y al final las corrientes pactaron y otro fue el candidato.

Los y las priistas aprovechaban el tiempo de la espera para tomarse fotografías. En tanto, otros y otras ondeaban banderines blancos con el nombre Beatriz Rodríguez y Laura Vignon en color rojo y verde. Adornaron con gallardetes (fotos de ellas) en lugares estratégicos.

“¡Se ve, se siente. ‘Tit’ irá al Congreso!”, coreaban asistentes. De pronto una mujer acaparó el micrófono y bromista alentó: “Totopo, camarón y queso, las mujeres llegaremos al Congreso”. Todos soltaron la carcajada para luego pronunciar una cascada de porras: “A la bio, a la bao, a la bim bom ba, Beatriz, Beatriz, ra ra ra”.

Para entonces el diputado federal ya estaba subido en el templete, mientras Ivonne Ortega y Beatriz Rodríguez se abrían paso entre la concurrencia para llegar hasta el presídium. En tanto, esa militancia decía a todo pulmón: “¡No que no, sí que sí, volverá a ganar el PRI!” Fue un momento donde animaron la entrada de ellas con infinidad de porras, vítores y aplausos.

El maestro de ceremonias procedió a la presentación de Ivonne, quien vestía pantalón negro y hupil regional istmeño; del presidente del PRI estatal, Héctor Anuar Mafud; de la secretaria general estatal, Liz Acosta; de la candidata Beatriz Rodríguez y su suplente Laura Vignon; de la candidata por la vía plurinominal, Mariana Benítez Tiburcio; del candidato por la vía pluri y líder de la CROC, David Aguilar Robles; del delegado del CEN, Fidel Herrera; y de los diputados federales Samuel Gurrión y Martín Vázquez.

Luego citó los nombre de quienes también “nos acompañan” en el presídium: Sofía, Yarith y Gabriela.

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La militancia ahí presente movía banderines, mientras el presentador daba el uso de la palabra a Mafud, quien, luciendo guayabera blanca, fue hasta el atril de acrílico para resaltar el trabajo de la estructura rumbo a las elecciones del próximo 7 de junio. Y pronosticó: “¡Vamos a ganar porque somos mayoría, ninguna minoría nos puede desvirtuar; somos el partido que hemos sacado más votos. La unidad la vamos a fortalecer. Vamos a ganar!”

“¡No que no, sí que sí, volverá a ganar el PRI!”, respondió la militancia.

Seguidamente se hizo un paréntesis para entregarle a Ivonne, de parte de la diputada Carmelita Ricárdez, un regalo consistente en un cuadro de Benito Juárez García, “el oaxaqueño universal”. Serían acaso las 11.15 horas de ese medio día de viernes.

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Llegó el momento del mensaje de Beatriz, de blusa blanca y pantalón. Ya en el atril y frente a la militancia priista, serena y elocuente, dijo: “Me siento entusiasmada porque en el distrito 8 tenemos la mejor estructura…Vamos a trabajar juntos por lo que más queremos. (Los oaxaqueños) estamos decepcionados porque no vemos ni paz ni progreso…El PRI sí sabe gobernar… Vamos a ganar de una manera limpia, caminando todo los días casa por casa, municipio por municipio. Vamos a ganar porque lo que prometemos lo cumplimos; prometo poco, pero lo que prometo lo cumplo… Trabajaré sin descanso por y para Oaxaca…No podemos perder más tiempo. Necesitamos paz para la generación de empleos…No permitiremos los subejercicios en el estado. ¡Juntos nadie nos parar! ¡Vamos a ganar para que vuelva a ser Oaxaca ya! ¡Viva el PRI, viva Oaxaca, viva México!”

La militancia entonces se desbordó en aplausos, porras y vítores para Beatriz. “A la bio, a la bao, a la bim bom ba, Beatriz, Beatriz, ra ra ra…”

Después de Beatriz, Ivonne Ortega tomó el micrófono y desde su lugar empezó a hablar a la militancia: “Me decían en mi pueblo: ‘calladita te ves más bonita’. Pero soy más cabrona que bonita”. “Plac, plac, plac”. Prosiguió: “¡Y aquí las mujeres son muy bonitas, pero muy cabronas para trabajar!”

La también ex gobernadora de Yucatán bajó del templete y caminó por los pasillos hablándole de cerca de la militancia sobre la importancia de que haya más mujeres en la Cámara de Diputados Federal. Con un lenguaje sencillo, empezó contando su historia: De una familia pobre no pudo continuar sus estudios a esa edad porque no había dinero para ello, que luego tuvo un puesto en el mercado donde un día sí y otro también la autoridad en turno hacía y no hacía el drenaje. Entonces, alentada por la gente, se convirtió en la primera presidenta municipal de su pueblo y lo primero que hizo fue el drenaje y gestionó y construyó un colegio de bachilleres para que las y los jóvenes no se quedaran sin estudiar”.

Luego fue diputada local, diputada federal, senadora de primera minoría y gobernadora, en cuya contienda electoral sus adversarios en campaña negra criticaban su obesidad, pues entonces pesaba más de cien kilos. Contó que tuvo que ponerse a dieta, no tanto por estética, sino por que con qué cara iba a promover acciones contra la obesidad en su estado. Bajó 44 kilos para predicar con el ejemplo.

En las reuniones con su gente (narró Ivonne) instruyó a no responder a la guerra sucia. Y mejor trabajar para ganar porque cuando una mujer llega a un cargo, llegan todas las mujeres. Y apelando a las conciencias, dijo: “Si una mujer puede formar a los hijos, ¿no podrá formar ciudadanos?; si una mujer puede administrar un hogar, ¿no podrá administrar un estado?

En una de esa reuniones, ella mencionó: “No somos machos, pero somos muchas y jugando limpio vamos a ganar”. Y en el encuentro con la militancia del distrito 8, repitió: “No somos machos, pero somos muchas y jugando limpio vamos a ganar”

 

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Correo: rosyrama@hotmail.com

 

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