Rosy RAMALES
Tiene toda la razón la señora Beatriz Gutiérrez Müller, con la salud no se juega, ni se bromea, tal como le reviró a Manuel Clouthier cuando éste cuestionó la verdad sobre el contagio de Covid-19 del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Quien sabe si salió en defensa como esposa del mandatario o como una simple ciudadana; en cualquiera de los casos es totalmente válido.
Ojalá adopte la misma postura frente a lamentables decisiones y políticas erráticas de funcionarios de la llamada “Cuarta Transformación”, empezando con el subsecretario de salud Hugo López-Gatell, quien con sus vacaciones a la playa nudista de Zipolite pareció no darle importancia a la pandemia.
Solamente una persona vacunada puede andar del tingo al tango sin riesgo de contagio.
Claro, en la jerarquía administrativa legalmente ella no es nada para dar órdenes. Sin embargo, como ciudadana puede sugerir vía las “benditas” redes sociales, donde siempre hay usuarios atentos del actuar de las personas poderosas.
Por cierto, bien podría aconsejar a su esposo a que ahora que retome sus actividades (tras su “cuarentena”) rectifique las políticas de vacunación Covid-19, porque con la salud no se juega.
Es más de acuerdo a la Constitución Política, “todas las personas gozarán de los derechos humanos” reconocidos por la misma Carta Magna, y “todas las autoridades tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.”
Entonces, no hay razón para aplicar la vacuna Covid-19 de manera selectiva, en base a un plan que más bien parece estrategia de campaña que de salud.
¿Qué no hay recursos para comprar más vacunas?
Sí los hay.
Mexicanas y mexicanos en su mayoría preferirían cancelar obras cuyo avance puede esperar después de la vacunación; es decir, la salud debería ser primero.
Incluso, primero que los legisladores. Los diputados tienen en sus manos posibilitar recursos pues poseen la facultad de reasignar presupuesto.
Y ya que no fueron capaces de modificar la Constitución para reducir significativamente su propio presupuesto cuando ni siquiera van a gastar en sesiones presenciales, sí pueden renunciar al dinero para ser canalizado a la adquisición de vacunas.
No obstante, para ellos primero está la reelección.
¿Qué no hay vacunas? Hay y las habrá. Solo es cuestión de que México negocie bien vía el canciller Marcelo Ebrard.
Porque con la salud no se juega.
Hasta parece slogan de campaña.
Por cierto, como con la salud no se juega, ni se bromea, Morena ni siquiera debió subir promocionales de radio y televisión diciendo haber aportado su tiempo para la salud, ni debió hacer proselitismo con la vacunación.
Las autoridades electorales tuvieron que enmendarle la plana bajando los promocionales por “engañosos” y violatorios de principios constitucionales como la imparcialidad y certeza en la contienda electoral.
Retomando el tema: Cierto, con la salud no se juega como dice la señora Beatriz, quien, por cierto, es bendecida al tener como esposo al Presidente de México; no tuvo que hacer horas de larga fila para llenar un tanque de oxígeno a riesgo de que le vendieran otra sustancia.
Y SIGUEN LOS MUERTOS POR COVID
Con la salud no se juega. Pero siguen los muertos por Covid-19, la pandemia parece haber rebasado al gobierno mexicano, cuyo líder nunca quiso poner el ejemplo de usar cubre-bocas.
A regañadientes cumplió con evitar las aglomeraciones en sus giras.
Y ya van más de 161 mil 240 muertos por el virus en nuestro país, y pegándolo casi a los tres millones de contagios.
***
Correo: rosyrama@hotmail.com