DEL ZÓCALO A LOS PINOS: «Mancera…¿candidato presidencial?»

Raúl CASTELLANOS

“MANCERA… ¿CANDIDATO PRESIDENCIAL?; como si algún ingrediente le faltara a la lucha cuerpo a cuerpo que libran el PRD y Morena por la supremacía en “México Distrito Federal” –Chava Flores dixit-, el reciente destape del Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, como candidato presidencial del PRD en el 2018 realizado por Carlos Navarrete, vino a ponerle más animación a la contienda; de inmediato los “expertos” echaron a volar la imaginación –la “loca de casa” según Santa Teresa- especulando si el “pronunciamiento” fue bueno, malo, regular o todo lo contrario, para el “aludido” y para el Sol Azteca; para algunos, fue oportuno, frente al activismo de Andrés Manuel era necesario no dejar duda de la aspiración –legítima- de Mancera, al hacerlo le dan el “nivel” equiparable al que presume el líder de Morena desde hace doce años, tener la certeza de que será el “bueno” del PRD, evita fracturas, dudas en las lealtades garantizando el salario de la esperanza –de colarse a alguna candidatura o posición- y sobre todo fortalece el control de la estructura en lo inmediato; para nadie es un secreto -advertir- que si Morena rebasa por la izquierda al PRD en votación o aún no superándolo se hace de un buen número de delegaciones y legisladores locales y federales, la “candidatura” de Mancera se desfondaría, tan lo tienen claro, en la Jefatura y en Nueva Izquierda que la operación “Serrano” está operando con toda la “carne en el asador”, la consigna es parar a Morena, al costo que sea, por las buenas o por las malas –artes de la política-, lo mismo le niegan los “permisos” para el uso de espacios públicos que se presentan denuncias por actos anticipados de campaña, que se “filtran” reuniones con personajes impresentables del PRI; por supuesto la apuesta es fuerte y tiene sus riesgos, Martí Batres ya desconoció al Secretario de Gobierno como interlocutor para garantizar transparencia electoral y “piso parejo” para todos los partidos, por su parte –Héctor Serrano- declaró ayer “no he hecho nada para favorecer a ningún partido y menos al PRD” y de paso aprovechó para pedir “a mí denme por muerto” en su –posible- aspiración a ser candidato a relevar a su actual jefe, afirmaciones, que lejos de generar confianza, le pintaron una raya más al tigre, para nadie es un secreto que también “hace no mucho tiempo” pidió que “lo dieran por muerto”, es más, que lo enterraran junto a su entonces jefe Marcelo, lo cual no cumplió, se advierte que “goza de cabal salud” –política-, por lo que, la pregunta que surgió entre el respetable público fue “¿y usted le cree a Serrano?”; pero volviendo al tema, del “presidenciable” Mancera, sus “fans” presumen como otra de sus “ventajas comparativas”, haber acabado con las aspiraciones de Ebrard –quien por cierto ya acumula un buen número de peticiones al TEPJF para bajarlo de la “pluri”, que tanto sudor le costó, con el argumento de que aspiró y contendió por dos partidos en un mismo proceso de selección de candidatos, situación prohibida con toda claridad en la ley electoral vigente-, lo cual, con todo respeto, es una exageración, hasta en la izquierda hay clases sociales, AMLO no es Marcelo, la comparación ofende hasta al sentido común; al día de hoy López Obrador no ha abierto fuego directo contra el doctor –en derecho-, sigue expresando tener una “buena relación” con él, aunque difícilmente lo invitaría –de nuevo- a jugar béisbol, a lo más que ha llegado, es a responsabilizarlo del trato “respetuoso e igual” para todos los partidos y candidatos; en el otro extremo, los que consideran un error el destape, argumentan que fue prematuro, que le abrió un frente innecesario, que le resta legitimidad como árbitro –político- en la contienda en curso y no faltan los que piensan –“piensa mal y acertarás” dice una conseja popular- que fue una jugada para obligarlo a definirse, en su militancia, «el cash» y otras minucias que tienen que ver con el reparto del poder, otros dicen que fue un desliz de Navarrete; Mancera –por su parte- muy en su estilo –algo así como la versión masculina de Vázquez Mota- no afirma ni niega sino todo lo contrario, dice que “no es tiempo”, como si el tiempo fuera intemporal; por lo que se advierte todos traen su “juego de tronos”, con la ventaja, para los unos y los otros, que la capital del país, según las encuestas recientes seguirá votando abrumadoramente por la izquierda…¿alguien puede asegurar que esto ya está decidido?….RAÚL CASTELLANOS / RCMULTIMEDIOS.MX

 


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