DEL ZÓCALO A LOS PINOS: «Soy el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México».

Raúl CASTELLANOS

“YO SOY EL JEFE DE GOBIERNO DE LA CIUDAD DE MÉXICO” –Miguel Ángel Mancera dixit-; ¡ah! la política, tan veleidosa, “los aliados de ayer serán los más puntuales adversarios de mañana”, dice uno de los clásicos, finalmente a don Miguel no le quedó más remedio que salir al paso de las provocaciones de su creador, impulsor, protector, aliado y al día de hoy acérrimo crítico y desesperado aspirante a una curul plurinominal al costo que sea; es de esperarse que la rivalidad escale, aunque a contrario sensu diría otro de los clásicos “no hay alianzas más sólidas que las que son producto de las complicidades”; colocado en una incómoda situación, en la que a pesar de ser presentado como “la joya de la corona” del Movimiento Ciudadano, Ebrard puede quedarse sin “hacha, calabaza y miel” –conseja popular-, para llegar a San Lázaro, tendrá –aún- que cruzar dos aduanas, la de TEPJF, en la que se cuentan por docenas las impugnaciones a su inclusión en las listas pluris del MC, por haber participado en dos partidos, en la misma elección, en dos procesos de selección de candidatos, lo que está prohibido por la ley, por lo que debe andar con el “Jesús en la boca” –el que hace milagros, no el otro que lo exhibió como rajón- esperando que los discípulos de Carrasco, interpreten la ley a su favor; la otra barrera que tiene que librar –si validan su candidatura- es la de la “necia realidad” del 7 de junio, si el partido de Dante, -el de Veracruz, no Alhigieri, el de la Divina Comedia-, no alcanza la votación requerida, perderá el registro y en consecuencia no tendrá acceso al reparto de curules por tal vía; pero volviendo al tema, la verdad, se entiende pero no se justifica el enojo de don Marcelo, si, como afirma Jesús Ortega, habiendo ganado la encuesta –interna del PRD- le cedió el paso a López Obrador, -lo que ya en si revela una buena dosis de cinismo, falta de carácter y oportunismo- en aras de preservar la “unidad” de la izquierda y “proteger” el gobierno del DF, la lógica indica y así lo han comentado integrantes de lo que fue su “cuarto de guerra”, endiosado en la soberbia que siempre –dicen sus biógrafos- le ha caracterizado, trazó una ruta critica de “cuentas alegres”, en la que Mancera jugaba el papel de “tonto útil” –dicho con respeto-, se plegaría a ser manipulado por Ebrard, quien con su “apoyo” –político y en “cash”- sería dirigente del partido, candidato presidencial y luego presidente de la “hermosa República Mexicana” –Televisa dixit-, así nomás, sencillito, perdón y también conservaría su cargo en la ONU por aquello que se ofreciera relevar a Ban Ki Moon; pero ¡oh sorpresa!, diría don Jesús –el otro, el ideólogo- “en política la distancia más cercana entre dos puntos no es la línea recta”, de pronto “todo se derrumbó” –Emmanuel dixit- o mejor dicho se “descarriló”, lejano parece el día en que un arrogante y presuntuoso Ebrard inauguraba su “opera prima”, la que lo convertía en el “mejor alcalde del mundo”, la Línea 12, ahí están las fotos del recuerdo, al frente el Comandante Supremo de la “Band of Brother’s” a quien ese día –Marcelo- le levantó el castigo, Mondragón, Slim y atrás dos pensativos y lejanos Poiré –que no Poirot, Hércules, el inspector creado por Agatha Christie- y el entonces ya electo Miguel Mancera ; en este contexto, Ebrard, se ha peleado con todos o casi todos los que fueron sus aliados, a la menor provocación “escupe al cielo”, antier –no podía faltar- abrió fuego “se siente como si se hubiese reinstalado la Regencia del Distrito Federal y no tuviéramos un jefe de Gobierno, un gobierno capaz de diferenciarse y de defender la ciudad frente al gobierno de la República, tenemos un gobierno que no tiene voz, si ustedes ven todas las encuestas, más del 60 por ciento de la población quiere un cambio, un cambio en el rumbo de gobierno y si hubiese en la ley en la ciudad de México revocación de mandato, tendríamos cambio de jefe de Gobierno antes del fin de este año”; ayer Mancera expresó “yo no estoy en la contienda política y ni estoy formando parte de ella, les deseo mucha suerte a los que están participando, a los candidatos y a las candidatas, pero yo soy el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México”, tal respuesta, algunos dicen que fue elegante, otros sostienen que repartiendo flores no va a “llegar”, que una vez más evidenció su falta de firmeza, es difícil apostarle a un diagnóstico, la prudencia también paga y en algo tiene razón Mancera, en estas elecciones su nombre no aparece en la boleta…¿alguien puede asegurar que esto ya está decidido?…RAÚL CASTELLANOS / RCMULTIMEDIOS.MX  http://rcmultimedios.mx/politica/44872/del-zcalo-a-los-pinos-#.VTdPNcJn-Rw.mailto

 

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