El abrevadero de Salomón: Ejecutivo y Legislativo, un excesivo insulto contra Oaxaca.

Salomón Peregrino

“Un hijo sabio es la alegría de su padre, pero un hijo necio es la aflicción de su madre”.

Los peores agravios de orden social que registra la historia moderna en toda sociedad civilizada, siempre tendrán de cómplice a la clase gobernante de ese momento. Sin embargo, una sociedad que tolera por gusto propio ser humillada de forma constante con la absoluta indiferencia de sus habitantes, debe soportar con aplomo ser mancillada una y otra vez hasta que lo permita el hastío… o logren el reencuentro con su dignidad humana.

El pasado Martes 12, por enésima ocasión, la presente administración estatal y la actual Legislatura local, han exhibido una absoluta indiferencia a quienes realmente se deben y a quienes debieran guardar absoluto respeto: A todo el pueblo de Oaxaca.

El ayer denominado Honorable Congreso del Estado de Oaxaca, hoy es un aberrante símbolo de poder cúpular (no popular) y sinónimo social de ilegalidad, holgazanería y múltiples excesos de arbitrariedad por parte de casi todas y de casi todos quienes lo conforman; y muy especialmente, por parte de todos quienes infortunadamente lo han conducido durante las últimas Legislaturas.

Aunado a la pésima percepción ciudadana sobre el quehacer legislativo, se agrega la voluntad constante de sus 42 integrantes, hombres y mujeres de “diversas expresiones políticas pero coincidentes en métodos de conciliación y negociación parlamentaria”, por reforzar esa imagen de rotundo rechazo general. Hoy, el Congreso local, simplemente se ha convertido en excéntrico recinto de ladrones de cuello blanco con fuero constitucional.

Del Ejecutivo estatal, sobra decir que cualquier señalamiento directo por fuerte que pueda sonar, se pulveriza ante el repudio absoluto que inmensamente crece en su contra por todos quienes aquí habitamos y padecemos de su incapacidad, incompetencia y desbordante nivel de corrupción gubernamental.

Cada cual, Ejecutivo y Legislativo; desde su respectivo espacio público de maniobra, lastima y ofende constantemente a nuestra colectividad. Y con ello, procuran denigrar nuestros últimos vestigios de orgullosa identidad; dentro y fuera de Oaxaca.

Ejecutivo y Legislativo, son un binomio de intereses comunes, una espesa mezcla de malos con peores, de corruptos agazapados a la sombra de ignorantes, de personas sin escrúpulos y gente sin moral ni vergüenza; una simbiosis letal que se convierte de facto en una excesiva mentada contra todo Oaxaca.

Y esa fue precisamente la tónica distintiva en la sesión extraordinaria del 12 de Mayo. Violentar la constitución del Estado a cambio de aprobar $2,400 millones de pesos de deuda pública; acompañados además, de una generosa compensación individual a cada uno de los 42 “legisladores” por levantar la mano. Bonos que oscilan, dicen, desde 1 MILLÓN hasta los 15 MILLONES DE PESOS.

Pero la ambición desmedida de algunos diputados locales, especialmente de aquellos que conforman y presiden la comisión de deuda pública, se les salió de control y presupuesto a los representantes financieros de Gabino Cué.

La ilegalidad constitucional que pretende imponer un pequeño grupo de diputados del PRI, y algunos otros incondicionales al ex gobernador José Nelson Murat Casab, al pretender “mamar y dar de topes” como coloquialmente se dice, los conduce de manera consciente al abuso del aparente desinterés político de nuestro pueblo y socava con riesgosa temeridad las entrañas de un corrupto ente voraz sin llenadera; inclusive, capaz de saciar su inagotable apetito a costa de sangre humana. Ejemplo, por desgracia, ya lo hubo.

El contubernio político entre José Nelson Murat y los coordinadores parlamentarios de las fracciones del PRI, PRD y PAN, quedó visible el día de ayer en una reunión sostenida entre estos cuatro personajes en la plaza Mazarik de la ciudad de México. Las imágenes que circularon a través de las redes sociales y que dan cuenta del encuentro, las filtró el equipo del propio Murat Casab.

Habituarse a marchas y plantones constantes en la ciudad, no vuelve ignorante ni indiferente a nadie. Hasta hoy, la violencia política limita su alcance entre la propia clase política. Cuando las masas populares salen a protestar airadamente a las calles, cabe recordar que la inconformidad se torna incontrolable… y puede alcanzar límites indescriptibles de violencia.

Todo servidor público estatal, tanto del Ejecutivo como del Legislativo, al asumir la responsabilidad de su encargo protesta cumplir y hacer guardar la Constitución General de la República, la particular del Estado y las leyes que de una y otra emanen. Y al final de esta protesta protocolaria, se le recuerda con firmeza al servidor público en cuestión: “Si no lo hicieres, que la nación y el estado os lo demanden”. Y quizás, se debería agregar al final: “… y públicamente sea el propio pueblo quien los enjuicie”. Entendiendo que la representatividad de los diputados locales y la oportunidad de que Gabino Cué designe a los funcionarios de su administración, son consecuencia de un mandato popular, debiera corresponder a todas y a todos los ciudadanos inscritos en el padrón electoral del estado de Oaxaca, al igual que en cada uno de nuestros 418 municipios que eligen a sus autoridaes mediante los ahora llamados procesos normativos internos; responder mediante un plebiscito si estamos de acuerdo en que se modifiquen los articulos vigentes previstos en nuestra Constitución local para quienes aspiren a gobernarnos. Además, de que tendría que modificarse en principio lo que señala nuestra Carta Magna en su Artículo 116.

Oaxaca no merece mayor deuda pública. La actual carga fiscal de los contribuyentes ya es losa pesada y seguramente nos habrán de crear mayores impuestos que permitan realizar ese nuevo pago. Los verdugos de hoy, sin duda serán las reses de mañana; más no descarten despiadados, bajo este mismo sentido metafórico, que los toros de la campiña son muy bravos y no van a vacilar en clavarles los cachos hasta derrumbarlos.

A todas y a todos los representantes del Legislativo local, a todas y a todos los servidores públicos involucrados del Ejecutivo estatal, ya dejen de insultar nuestra inteligencia personal e integridad social. Abstenganse de seguirnos insultando. Cumplan de forma respetuosa con el deber que democráticamente les hemos conferido. Eviten recibir nuestros reclamos airados en la calle, sobre todo si van con su familia; podría resultar muy vergonzozo para ellos y posiblemente para nosotros también. Para ustedes… ¿quien sabe?. Entiendan, ya no deseamos seguir recibiendo estos insultos desmedidos. Pero si se empeñan en eso, reciban con absoluta reciprocidad y sin afecto alguno, el peor insulto por parte de los casi 4 millones de habitantes que somos.

 

 


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