Por Salomón PEREGRINO
“La discreción te cuidará, la inteligencia te protegerá”.
Los números son, y seguirán siendo, siempre fríos. En la actualidad, sería imposible imaginar o comprender el quehacer político sin referencias estadísticas históricas o sin el status obligado que periódicamente nos proporcionan las encuestas electorales. En ambos casos, los números destacan con notable presencia.
Disponer de gente conocedora en el análisis y desglose de estadísticas electorales, aunado a la habilidad de palabra del político que las transmite a los ciudadanos votantes, permite jugar con los resultados finales de un proceso electoral y con ello tratar de generar una percepción suave ante el brutal impacto de las cifras que desean maquillarse… o esconderse.
Esto es precisamente lo que ha estado haciendo durante los últimos días el dirigente estatal del PRD en Oaxaca: un trillado malabarismo verbal ante la estrepitosa caída libre que sufrieron del trapecio político durante la jornada electoral del pasado 7 de Junio. En palabras llanas, justificando su “necesaria” permanencia como dirigente y disfrazando al desnudo un fracaso que se niega a reconocer.
Carol A. Altamirano no puede ocultar lo que a todas luces es inocultable. Ni engañarse a sí mismo. A nivel nacional, respecto a los resultados electorales obtenidos en Julio del 2012, el PRD sufrió su más dolorosa derrota frente al PRI aquí en Oaxaca (solamente superada por el dolor mayúsculo que le produjo MORENA en el DF).
Ahora, en su desgastado discurso, rehuye al panorama del presente con la vista puesta en lo incierto del futuro. Triste realidad para él, comprender que por si solos son incapaces de convencer y ganar la confianza ciudadana.
Triste reconocer por él que los electores de ayer, hoy les han dado la espalda. Triste constatar, en él y en ellos, que desde su plana perspectiva la mayoría solo es alcanzable en la suma de minorías. Triste sería, para todo Oaxaca, confundir nuevamente la generosidad de mujeres y hombres en la duda del ayer a confiar una vez más en la estupidez e incapacidad de quienes hoy lamentablemente nos gobiernan.
Infortunadamente en nuestro país, y Oaxaca no es excepción, la gran mayoría de los dirigentes de partidos políticos adolecen de congruencia y de cabal compromiso partidista; en cualquier otro lugar, ante resultados tan adversos como los aquí referidos, la renuncia al cargo es inmediata. Cabe recordar que, de las 10 Diputaciones Federales obtenidas en 2012 ahora solo cuentan con 4; aunque el Distrito 8 podrán darlo por seguro hasta que así lo ratifique el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Por lo tanto, Carol puede estar tranquilo; nadie le va a solicitar ni a exigir su renuncia. Lo que si debe dar por descontada, es su aspiración personal por alcanzar la candidatura de su partido a la gubernatura del Estado el año entrante.
Fuera de contexto: Sobre José Antonio Estefan Garfias se especulan muchas cosas al futuro inmediato. Que si puede o no puede ser el candidato común de Diodoro Carrasco y Gabino Cué a la gubernatura en el 2016. Parafraseando un refrán popular, vale considerar que: “No es lo mismo los 3 mosqueteros hace 20 años… que 18 años después”.