Por Cipriano MIRAFLORES
Es innegable, los debates electorales forman parte de los regímenes democráticos. Los debates en México forman parte de nuestra transición democrática a raíz de la institucionalización de las autoridades autónomas. Sin embargo, los partidos gobernantes imponen, con la complicidad de las autoridades electorales del momento, una forma del debate que protege, que ayuda para que el candidato del régimen no pierda o salga bien librado.
Así ha sido y así será, solo cuando el gobierno es democrático y la autoridad electoral es independiente, se logra que los candidatos de la oposición debaten en igualdad de condiciones. Por ejemplo, el diseño del sistema del debate de ayer, los partidos oficiales y la autoridad, impusieron un modelo para proteger a Claudia Sheinbaun y no permitir el lucimiento de Xóchitl Gálvez.
Incluso, cambiaron el sistema acordado sin avisarle a Xóchitl.. Solo el debate de Jalisco ha permitido la igualdad entre los candidatos. Hay trampa en los debates pues. Xóchitl ha retado a Claudia a un debate libre y democrático, cosa que esta, seguramente no aceptará. Al mismo tiempo, se aseguraron que los conductores solo dieran la palabra.
No fuera a pasar que el conductor desprotegiera al candidato oficialista, como sucedió en el Estado de México, cuando la conductora permitió y ella misma orilló a la exposición de la pésima candidata oficial. Es tan débil y frágil la candidata oficial que necesita de redes de protección. Si gana Claudia y Morena olvidense de debates, pues gobernación organizará las elecciones y de locos permitirán la exposición de los candidatos de la oposición.
Me gustaría un debate, entre Claudia y Xóchitl, como el que protagonizaron Germán Martínez y Epigmenio Ibarra bajo la conducción de Ciro Gómez Leyva, después del posdebate. Pero eso no lo aceptará ni Claudia, ni mucho menos AMLO, porque perderían. Así que vote usted por la democracia que representa Xóchitl y veremos mejores debates en el futuro.
Así las cosas, en vía de mientras sean rabiosamente felices.
May