Sócrates A. Campos Lemus: El último día

Agencia QP. ¡Qué conste…son reflexiones!

Deje en el tintero o en la computadora el artículo que había escrito para este fin de año, me excedía pienso  en los insultos y al tratar de responder a Jorge Quiroga, el TUTO, más bien, porque tuve la intención de cambiar la primera letra por una P, y no se vale andar, en esas andadas. Creo que sería bueno para la chaviza y para muchos derechistas, recordar lo que fue el golpe de HUGO BANZER, nieto de un emigrante alemán que, seguramente, llegó con sus afanes fascistas a Bolivia, y de la forma en que el golpista del 21 de agosto de 1971, generó el famoso PLAN CÓNDOR para aplastar y reprimir a los bolivianos, con asesinatos, desapariciones, encarcelamientos, persecuciones, y de cómo, el famoso Tuto, pues es el relevo para matizar el “cambio”, tal como ahora lo hace, siendo y sirviendo a los militares bolivianos del golpismo en el nivel de “vocero” y de grosero, dirían las viejas mochas cuando se refiere al presidente López Obrador, el cual, con el colmillo que maneja después de 18 largos años de que lo estuvieron jodiendo de todas las maneras, pues no caerá en la provocación, total: “botellita de jerez, todo lo que digas será al revés”.

Y bueno, como es el último día del año, pues prefiero reproducir una bella plegaria hebrea para que la gocemos:

“Que tus despertares te despierten. Y que al despertarte, el día que comience te entusiasme”

“Y que jamás se transformen en rutinarios los rayos del Sol que se filtran por tu ventana en cada nuevo amanecer”

“Y que tengas la lucidez de concentrarte y rescatar lo más positivo de cada persona que se cruce en tu camino”

“Y que no te olvides de saborear la comida, detenidamente, aunque “solo” se trate de pan y agua”

“Y que encuentres algún momento durante el día, aunque sea corto y breve, para elevar tu mirada hacia lo Alto y agradecer, por el milagro de la salud, ese misterioso y fantástico equilibrio interno”

“Y que logres expresar el amor que sientes por tus seres queridos”

“Y que tus abrazos, abracen. Y que tus besos, besen”

“Y que los atardeceres te sorprendan, y que nunca dejen de maravillarte”

“Y que llegues cansado y satisfecho al anochecer por la tarea satisfactoria realizada durante el día, y que tus sueño sea calmo, reparador y sin sobresaltos”

“Y que no confundas tu trabajo con tu vida, ni tampoco el valor de las cosas con su precio. Y que no te creas más  que  nadie, porque, solo los ignorantes desconocen que no somos más que polvo y ceniza”

“Y que no te olvides, ni por un instante,  que cada segundo de vida es un regalo, un obsequio, y que, si fuéramos realmente valientes, bailaríamos y cantaríamos de alegría al tomar conciencia de ello. Como un pequeñísimo homenaje al misterio de la vida que nos acoge, nos abraza, y nos bendice”

Y creo, sinceramente, que al final del año podremos reflexionar sobre lo que hemos vivido, no mostrar rencor por lo que no tenemos, amar lo que hemos tenido y pensar en lo mucho, al final de cuentas, que hemos logrado a lo largo de la vida. En Navidad, logramos, cuando menos, tener el buen bocado, el buen vino y las sonrisas de los que amamos y queremos, la tecnología hace su magia y nos enlaza con los que se encuentran lejos, en distancia, pero no en recuerdos y afectos, y ahora, es lo mismo.

Pocos amigos, dicen, pues es verdad, finalmente los amigos son como los hermanos, únicos y siempre andan rodeando tus pasos y vigilando el que te encuentres bien, y uno, hace lo mismo cuando tienen nuestro afecto, así pues, es bueno ocuparse y no preocuparse, vivir el momento, es lo que forma nuestra existencia, cada segundo que pasa con la conciencia del momento y lo que deja en nuestra mente, en nuestro cuerpo y en la conciencia, y sentimos esas vibras que llegan y surten el corazón, y esto, nos hace vivir y reaccionamos para que la vida, al final de cuentas, se forme de esos instantes que ni siquiera se van con nosotros al final, sino que quedan en esos buenos recuerdos de los que amamos y queremos, y así mantenemos la vida en la muerte, y claro, llegamos sin nada y con nada nos iremos de este mundo, pero ahí estarán los abrazos y los besos, las caricias, los buenos recuerdos, las palabras, incluso las fuertes y que dolieron, y sobre todo, en cada lugar, ahí estará nuestra marca, algunos, dejamos libros y miles de cuartillas con lo que vivimos, pensamos y reflexionamos sobre la vida y la muerte, y al final, pues somos felices en esa tarea diaria y en ese dejar que vuelen las palabras.

Al final del año, damos gracias a todos los que nos han acompañado, los que nos critican y los que nos apoyan, finalmente, todos somos distintos en el ser y en el pensar, y la buena fe es lo que une las cosas en el andar por los caminos de la vida y en los andares del destino, por ello, les damos las gracias y les deseamos lo mejor, lo que quieran que se haga se podrá lograr porque la fuerza de la vida está en la necedad y en la constancia, en el hacer y en el querer, dejemos pues de quejarnos y volvamos a ocuparnos, para construir y dejar lo que estamos obligados a dejar mientras el soplo de vida y su milagro nos mantengan en este mundo, sean felices y gocen lo que tienen, dejando a un lado la ambición por lo que no llega, llegará, cuando menos lo esperes, y tengan pues, un GRAN AÑO…   

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