*.- ¿Y qué están haciendo los partidos políticos?
Rosy RAMALES
El gran reto del Instituto Nacional Electoral (INE) es, sin duda, disminuir el índice de abstencionismo en las próximas elecciones del 7 de junio, que en las elecciones presidenciales del 2012 alcanzó alrededor del 47 por ciento . Y con eso se conformó el entonces Instituto Federal Electoral (IFE). Pero lo ideal es una votación cuando menos del 90 por ciento.
¿Cuándo alcanzaremos ese nivel de votación en México? Difícilmente. Pareciera como si el nuestro fuera un país que no vota. Por entidad federativa, incluida Oaxaca, la abstención se ubicó en ese rango nacional. ¡Imagínense la abstención en una elección intermedia! Es más alta.
En una elección intermedia acaso llegamos al 50 por ciento o, si bien nos va, al 55 por ciento. Y la del próximo siete de junio es una elección intermedia en un país con una profunda problemática social y de delincuencia organizada que se ha infiltrado en el poder desde la misma célula de éste, que es el municipio; ahí está el ejemplo más claro y reciente en Iguala, Guerrero, donde el munícipe y su esposa resultaron operadores del grupo “Guerreros Unidos”.
¿Cuál será la participación ciudadana (o el abstencionismo) en las elecciones de diputados federales del siete de junio próximo? Es impredecible. Pero si se mantiene el resultado histórico, puede fluctuar entre el 50 y el 55 por ciento. Bueno fuera rebasar, por lo menos, el 70 por ciento. Pero eso es algo así como arrancarle un suspiro al viento.
Porque la ciudadanía está desencantada de los partidos políticos y de las fracasadas transiciones democráticas, las cuales nunca se concretarán en el mero cambio de un partido a otro, como ha ocurrido en nuestro país y en nuestra entidad federativa.
Ja. Y todavía el Partido Acción Nacional se atreve a sacar un promocional donde una persona se pregunta algo así que cómo es posible que quienes tienen la oportunidad de cambiar las cosas no lo hacen. Ups. ¿Y qué hizo el Gobierno Federal emanado del PAN? Porque los niveles de delincuencia organizada en nuestro país no se han generado en los dos últimos años.
La ciudadanía está desencantada del PRI, del PAN y del PRD con tanto escándalo de sus políticos vinculados a grupos criminales, de excesos en sus bienes, de abuso de poder.
¿Y en Oaxaca? Igual. La ciudadanía aún recuerda los excesos de los gobernantes priistas, cuyas consecuencias ha pagado su militancia y sin culpa de las atrocidades de las cúpulas. Y está verdaderamente harta de las falsas promesas de los coalicionistas, que no han sabido gobernar y ni siquiera han podido cumplir la paz y el progreso prometidos.
¿Y QUÉ ESTÁN HACIENDO LOS PARTIDOS POLÍTICOS?
Sin embargo, el INE no puede hacerlo todo, ni solo. Si bien, uno de los fines de la autoridad electoral administrativa es garantizar el ejercicio del sufragio con la función implícita de promover el voto, tampoco puede conseguir como por arte de magia que todos los electores acudan a votar.
Por supuesto, también es responsabilidad de los partidos políticos promover el ejercicio del sufragio. Pero no mediante entrega de despensas, varillas, pollos, beneficios de programas sociales, compromisos de acciones de gobierno; no. Lo tienen que conseguir en primer lugar con la postulación de candidatos con el perfil que exigen los ciudadanos.
En ese sentido cabe preguntar: ¿Qué están haciendo los partido políticos al respecto?
Parece que nada.
Hasta el momento los partidos políticos en general, incluidos los nuevos, están postulando los mismos cuadros, los que ya fueron y ya demostraron su falta de correspondencia con los representados. O, en otro de los casos, están proponiendo candidatos sin arraigo y sin trabajo político.
Y miren, los partidos nuevos no están siendo la opción de la ciudadanía, pues sus prospectos de abanderados, en la mayoría de los casos (hay excepciones), son políticos provenientes de otros partidos políticos, donde ya cansaron a la ciudadanía por tanta tropelía y tanto lucrar con la pobreza de nuestros pueblos.
Claro, con sus contadas excepciones. Porque hay desprendimientos que valen la pena. Por ejemplo: José Antonio Estefan Garfias, Miguel Ángel Morales Amaya, Cristina Delgado. Todos de origen en el PRI.
Morena prometía ser un partido de los ciudadanos y sus prospectos, cuando menos en Oaxaca, en algunos casos son cartuchos muy desgastados como, por ejemplo, los coceistas juchitecos que quieren volver a la palestra impulsados por el partido de Andrés Manuel López Obrador.
Caray, con candidatos desprestigiados ¿podrán conquistar masivamente el voto del electorado? Lamentablemente muchas veces opera el señor dinero.
En fin, a ver qué resulta de la jornada electoral del próximo siete de junio, que en el caso del estado de Oaxaca constituyen la antesala de las elecciones de gobernador, diputados locales y concejales a los ayuntamientos del 2016.
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Correo: rosyrama@hotmail.com
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