Crónica de los registros de candidatos: «Que no se equivoque el partido (PRI)…»

Rosy RAMALES

Miércoles 07 de enero. 10: 19 horas. Parado frente a la mesa del Órgano Auxiliar de la Comisión Nacional de Procesos Internos, el polémico priista Heliodoro Díaz Escárraga entregaba su documentación para solicitar su registro para precandidato a diputado federal por el distrito de Tlaxiaco. Vestía camisa blanca e iba solamente con dos acompañantes.

Terminando mostró a los reporteros su constancia para la foto, sonriendo con seguridad y diáfanamente, como si en él no hubiera hecho mella la “broma” del Porsche amarillo, regalo de Santa Claus a su hijo, y que le costara el puesto a ambos como funcionarios del Infonavit y de Liconsa, respectivamente. Sin ambargo, el “Yoyo” está en su legítimo derecho como ciudadano y militante.

Desde la noche anterior se habían filtrado los nombres de los “palomeados”. Tlaxiaco estaba complicado. Nadie que no fuera de la cúpula o de los poderes fácticos internos, esperaba el registro del “Yoyo” tras un escándalo con el peso de la piedra en la espalda del Pípila. Pero llegó y casi detrás de él venía Marco Antonio Cuevas Hernández, quien un día anterior renunciara como delegado de Liconsa.

Tamborileros, banda de música y un amplio contingente de diversos municipios de Tlaxiaco acompañaban a Marco, echándole porra y vítores. Al llegar a la mesa de registros y antes de entregar sus papeles, Marco agarró el micrófono y a todo pulmón advirtió: “Vengo porque soy del distrito. No vamos a permitir más imposiciones en Tlaxiaco, no más candidatos extranjeros. ¡Que no se equivoque el PRI!”

No dijo nombres, pero aludía al “Yoyo”. La advertencia de Marcos dejaba en claro que el “palomeo” le desfavorecía en ese momento. Por Tlaxiaco solicitaron su registro además Juan Vera, José Manuel Bueno Díaz y José Marcelo Mejía, quien llegó al final.

Vera también traía un numeroso contingente con mantas de Tlaxiaco, Putla, Juxtlahuaca y Chalcatongo. Había tantas bandas de música y tanta gente que ya no se sabía a quien apoyaban. El mensaje de Bueno se hizo inaudible por la música, porras y vítores. “”Vera, vera”. “Pilo, Pilo”. “Se ve, se siente, Vera está presente”.

Porfirio Chagoya (Pilo) y Jesús Madrid ya esperaban en la entrada del Auditorio Luis Donaldo Colosio entre dianas y vítores. Venían a registrarse por el distrito de Tlacolula. Pilo entregó sus documentos tras denunciar: “Están todos mis papeles completos, aún cuando intentaron no dejarme completarlos”.

Y Madrid inocentemente dijo al Órgano Auxiliar: “Vengo a invitarlos a que hagan las cosas bien, y a invitar a los medios de comunicación que no confundan, que no digan que ya hay candidatos”. En realidad, los confundidos eran los mismos priistas porque la lista filtrada desde una noche antes manejaba “palomeados” impensables, aunque con legítimo derecho, por ambos métodos: Convención de Delegados y por Comisión para la Postulación de Candidatos.

Este miércoles ocurría el registro para los distritos por Convención. Y entre los mismos priistas circulaban de boca en boca los nombres de Cándido Coheto (Tlacolula) y Carlos Sarabia (Pinotepa). Y también de “palomeados” por Comisión como Julieta Famania, a quien le impugnarán la falta de militancia exigida por la ley, según. Se hablaba del riesgo en los distritos de Tehuantepec y Huajuapan. “¡Cabrón, vamos a perder!” Lo mismo se comentaba en mesas de café antes y después del registro por Convención.

¡Ya no queremos imposiciones, queremos a Oscar Valencia!”, sentenciaban a gritos seguidores del aspirante a la candidatura por Miahuatlán. Mientras el aludido se apeaban por el pasillo dispuesto para los aspirantes, contento, radiante. Como que es el “palomeado”. Con cierto acento indígena, pronunció un mensaje de unidad mientras se movía sobre sí mismo al estilo Vicente Fernández.

Quizá el “palomeo” de Oscar sea de los acertados porque trae el trabajo en el distrito. Aunque Carolina Aparicio, quien llegó a registrarse también, se mostró recelosa y con justa razón cuando Oscar en el proceso anterior se fue con el Verde, porque en el PRI lo despreciaron teniendo la presencia. Aunque las contiendas nunca son iguales. Carolina lucía muy guapa, con kilitos de menos, muy jovial, luciendo pantalón negro y una blusa rosa mexicano que le hacía resaltar su blanca tez. Minutos después, por el mismo distrito se registró el diputado local Amando Bohórquez.

Después de Oscar, Jacobo Sánchez solicitó su registro por Tlacolula. Y cuando ésta hablaba, Antonio Amaro Cancino ya aguardaba en la entrada de la sede priista acompañado de numeroso contingente y mantas que decían: “Tuxtepec, 100% Amaro” “Las mujeres con Toño Amaro”.

Cuando Amaro llegó ante la mesa de registro sus seguidores soltaron lluvias de confeti mientras él tomaba el micrófono dirigiendo un mensaje de unidad. “Amaro, “Amaro”. Las porras, vítores y dianas para él hacían inaudible el mensaje. En tanto, un grupo de mujeres quemaba incienso.

El diputado local Adolfo García Morales, acompañado de su amigo Cipriano Flores, entre muchos más, ya esperaba su turno en el pasillo de aspirantes. Al hablar, previo a la entrega de papeles, dio gracias a la vida y al PRI haberle dado bellas oportunidades. Su semblante denotaba algo de tristeza, pero fue respetuoso e incluyente. “Saludo a Eliezer, a Noel, a Jacobo, a Cándido… solo saldrá un candidato, (debemos) sumarnos a quien resulte electo. Vamos a rescatar el distrito federal cuatro (Tlacolula)”.

Poco después llegó Sandra Estefanía Domínguez Martínez, joven, ataviada con ropa regional de la Sierra Norte. Presentó sus papeles y habló sinceramente. Sin tapujos se dirigió a Cándido Coheto, quien esperaba ya acompañado de un numeroso contingente dedicándole porras y vítores, entre altas notas de bandas de música. Muy al estilo Cándido. Ella le dijo: “Profesor usted ya tuvo su oportunidad, de oportunidad a los jóvenes, a las mujeres. El PRI debe ser incluyente…”

En seguida Cándido, de guayabera blanca, llegó hasta la mesa de registros. “Cándido, Cándido”, se desgañitaban sus seguidores, muchos de ellos jóvenes, incluso hasta de Miahuatlán. Muy contento el profesor aludió al micrófono: “Me siento muy animado de estar aquí, no queremos divisionismos, queremos un solo PRI… Vamos a gestionar apoyos al campo… Tenemos retos, como el de formar una clase política de jóvenes…”

Ups. Varios priistas y asistentes se quedaron viendo entre sí porque es tanta la emoción del profesor, quien todo lo ha tenido, que no se da cuenta que a su paso arrolla a los jóvenes con la misma aspiración de la candidatura a la diputación federal con cabecera en Tlacolula.

Minutos después llegó Omar Acevedo, quien junto con Adolfo Morales, eran los punteros. A pesar del rojo encendido de su guayabera, Omar reflejaba tristeza. Y con todo aplomo, advirtió: “Que no se equivoque el partido”.

Tlacolula fue uno de los distritos donde hubo más aspirantes. En distintos momentos también llegó Noel García Aguilar, Eliezer Martínez Rodríguez, José Alejandro Vidaña y hasta Martha Patricia Campos Orozco, ex diputada del PAN.

Antes de Sandra, Marcos Vásquez llegó a solicitar su registro, pero por Pinotepa Nacional. Venía acompañado de Gabriel Hernández, de Antorcha Campesina. “¿Ya haría las paces Antorcha con el PRi?”, quiso saber alguien de los asistentes y le contestaron: “Pues si ya las hizo, se van a volver a enojar cuando se emitan los dictámenes”.

Hubo un momento en que llegaron tantos aspirantes con sus bandas de música, porristas, banderines, mantas, que eso parecía una verdadera fiesta llena de color y alegría, solo empañada por los airados y sentidos rechazos, algunos de ellos evidentemente dirigidos.

Mujeres ataviadas con el traje de la Flor de Piña y una banda de música tocando la melodía alusiva, acompañaban a tres aspirantes que llegaban juntos: Los diputados locales Juan José Moreno Sada y Gustavo Díaz (“El Gato”), y Jorge Illescas Delgado. Gustavo, derrochando molestia, se adelantó y agarró el micrófono para decir: “Si va Juan José, lo vamos apoyar con todo; si va Jorge, lo vamos a apoyar con todo. Pero no vamos a permitir la imposición de Eviel Pérez Magaña”.

Se inscribieron y se tomaron la foto tomados de la mano en alto. “¿Se puede leer en este caso un choque entre José Murat y Ulises Ruiz?”, le preguntamos en voz baja a Sada, quien igual de quedito contestó: “Bruja, bruja”. En eso le llamaron para la foto, sin que pudiera contestar la otra pregunta: “¿Y por una rivalidad política harán perder Tuxtepec?”

Por Tuxtepec también se registró Dionisio Rendón.

Previo a ellos, salvo Dionisio, a la mesa de registro se presentó Cecilia Rivas Vázquez solicitando su inscripción para Pinotepa Nacional, a quien el diputado local Fredy Gil, como en tono de broma la invitó a sumarse a los cuatro aspirantes hombres que en ese momento esperaban su turno en el pasillo de aspirantes: él, el diputado local Carlos Ramos, Antonio Yglesias Arreola y David Mayrén Carrasco.

“Uno de nosotros es el candidato, que no se equivoque el partido”, dijeron en clara alusión al capitán Carlos Sarabia, evidentemente “palomeado”; caso contrario, aquellos cuatro no se hubieran unido.

Cerca de las 14:30 horas, solo faltaban cinco aspirantes que habían solicitado formatos para el registro: Delfina Prieto, Manuel Velasco, Mónica Bernardino, José Yuri Arias y Miriam Liborio.

 

***

Correo: rosyrama@hotmail.com


Descubre más desde Rosy Ramales

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *