CRÓNICA EXPRÉS: ¿Cómo funciona el modelo de planta de basura que prevé el Gobierno de Oaxaca?

Rosy RAMALES

Serían las 08:30 horas de este jueves cuando el autobús con periodistas del estado de Oaxaca se estacionó en una zona industrial, en la Ciudad de México. Llegamos a la Estación de Transferencia y Planta de Selección Azcapotzalco, que es una planta de separación de basura, y ni lo parece. Porque solo se ven naves industriales pintadas en color crema y verde, así como personas con uniforme.

No hay basura donde quiera, ni huele horrible como cuando se pasa por las riberas del Río Atoyac, donde algunos ‘acomedidos’ amontonaron la basura que generan habitantes de la capital oaxaqueña desde cuando fue cerrado el tiradero municipal, ubicado en la Villa de Zaachila, donde los montones de basura a cielo abierto también despedían olor nauseabundo varios metros a la redonda.

En la Estación de Transferencia y Planta de Selección Azcapotzalco la gente se da cuenta que es una planta de separación de basura porque entran y salen los camiones recolectores y porque viendo ya detenidamente desde la calle, al fondo se observan una especie de pacas de botellas de plástico comprimidas.

Afuera, a unos dos metros de la puerta de la Estación, sobre la banqueta adyacente hay puestos de tamales, atole, chilaquiles, tacos. Así que algunos comimos algo de esto porque la hora de acceso estaba programada a las 10:00 horas y no había manera de convencer al personal de la planta en adelantarla. Trasladarnos a una zona de restaurantes establecidos era arriesgarnos a perder la cita.

Estrictamente debíamos entrar a la hora.

Mientras pedíamos y desayunabamos de pie sobre la banqueta, observamos la existencia cercana de viviendas, incluso un pequeño templo religioso a la vuelta de la manzana de enfrente, donde sobre una amplia avenida también hay naves industriales, negocios dedicados a la compra venta de cartón, papel periódico, pet, plástico, fierro, cobre.

Desarrollo genera desarrollo.

También aprovechamos para llenar la hoja de registro para el acceso a las instalaciones de la Estación de Transferencia y Planta de Selección Azcapotzalco cumpliendo además con los siguientes requistos: Vestir camisa de manga larga y botas o zapatos cómodos, así como lleva puesto cubrebocas.

Llegó también el ingeniero encargado del proyecto del Centro Integral de Revalorización de Residuos Sólidos Urbanos (CIRRSU), que el gobierno del estado de Oaxaca plantea construir en el municipio de San Lorenzo Albarradas, para solucionar el problema de la basura de la zona metropolitana conurbada a la capital oaxaqueña.

Un centro similar a la Estación de Transferencia y Planta de Selección Azcapotzalco, la cual diariamente procesa alrededor de mil 400 toneladas de basura de cuatro alcaldías de la ciudad de México y rapidísimo.

Siguiendo una franja amarilla sobre el piso, entramos primero al área administrativa, que prácticamente es contigua al área de selección de basura. Pero el área administrativa bien puede ser una conjunto aparte. Tal vez en la Estación forma parte de la misma nave industrial de selección porque en realidad toda la Estación está asentada en tan solo 1.1 hectáreas.

En tal superficie (1.1 hectáreas) están las rampas por donde pasan los camiones recolectores luego de entrar y seguir una especie de carril en semicírculo (las rampas) hasta llegar a un patio techado donde a ras de piso hay tolvas donde los camiones descargan la basura en cuestión de siete minutos. Hay tolvas donde van los residuos orgánicos y los orgánicos.

En esta área sí hay olor a basura. Pero no insoportable, y el olor no sale hacia el exterior.

De las tolvas, los residuos se van a bandas transportadoras. Hagan de cuenta como las bandas de una tortillería. Y hay personal que manualmente va seleccionado ciertos residuos. Al final, mediante esta tecnología, la basura o residuos son separados para reutilizarlos en la fabricación de otros productos.

En la Estación no se fabrican los otros productos, solamente se separan los residuos y se venden. Y el ingreso se emplea para auto-financiar en un 20% del gasto de operación de la Estación. El ingeniero encargado de las plantas de la Ciudad de México explicó que el monto sería mayor si los desechos no llegaran tan “pepenados”.

Con la basura seleccionada se hacen pacas. Por ejemplo, de botellas de plástico comprimidas, y algunas que se componen de materiales flamables y que son adquiridas por cementeras las cuales las usan como combustible.

Por cierto, si el gobierno del estado de Oaxaca tuviera la capacidad económica pudiera hasta proyectar una planta de generación de energía con basura. Hay tanto talento oaxaqueño, jóvenes preparados en desarrollo sustentable y energías limpias con ideas buenas para esto y para el centro de residuos sólidos.

Al final del proceso, los últimos desechos que ya salen casi molidos, se cargan en camiones ex profeso para depositarlos en rellenos sanitarios pero ya es lo mínimo. Lo orgánico sirve para composta. Los rellenos no se encuentran en la Estación de Transferencia y Planta de Selección Azcapotzalco, sino en otros sitios.

La planta de dicha Estación (se construyó en dos años por la pandemia, pero que se puede construir en un año o en menos tiempo porque la mayor parte es estructura de fierro ensamblada) nunca para, más que unas horas en la madrugada para hacerle limpieza y mantenimiento.

La inversión es de entre 300 y 400 millones de pesos, incluyendo la maquinaria, según explicó el ingeniero. Y en realidad no se necesita tanta superficie: Solo 1.1 héctareas. Claro, hay plantas más grandes y con capacidad hasta para el tratamiento de los residuos, tanto orgánicos como inórganicos.

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