Rosy RAMALES
Independientemente de las aristas políticas sobre el inmenso predio donde se asentó la gloriosa Fábrica de Triplay, su rescate es una decisión acertada desde el punto de vista de la utilidad pública a darle: Convertirlo en un espacio cultural, recreativo, de descanso y de enseñanza.
Una decisión acertada del gobernador Salomón Jara Cruz, quien determinó proceder a la expropiación de dicho predio que comprende 11.84 hectáreas, con todo y que la palabra ‘expropiación’ pueda generar escozor social.
Pero es legal. La ley la prevé precisamente cuando hay causa de utilidad pública: El proyecto en su conjunto beneficiará a más de 400 mil personas. Ya lo explicó puntualmente el Consejero Jurídico, Geovany Vásquez Sagrero.
Ese rescate quizá venga a terminar con el añejo conflicto entre los diversos dueños del extenso predio, en su mayoría particulares y hasta políticos. Además, quien acredite la propiedad sobre los polígonos va a recibir la indemnización correspondiente: Alrededor de 49 millones de pesos a distribuir entre quienes resulten los legítimos propietarios.
Tal vez salgan ‘dueños’ inconformes con la expropiación. Pero ¿litigio sobre litigio?
En fin. Con la expropiación se rescatan 11.84 hectárea de tierra, ubicadas en las agencias de San Juan Chapultepec y San Martín Mexicapam de la capital oaxaqueña, que desde hace años se encuentran prácticamente abandonadas, expuestas a la invasión anárquica, al acecho de bandas delictivas como refugio, a la contaminación por su situación propicia para tirar desechos, o ser utilizada como una extensión del mercado de abastos.
Habría que conocer el proyecto, pero siempre resulta atractiva la idea de realizar ahí un centro recreativo, cultural, de descanso y de enseñanza. Quizá algo así como un gran parque con instalaciones propias para este tipo de actividades, para las cuales se dispondrán de cinco hectáreas y casi 7 hectáreas para áreas verdes.
Incluso, según explicó el secretario de Infraestructuras, Netzahualcóyotl Salvatierra, van a rescatar la Fábrica de Triplay en su concepto arquitectónico: Uso de madera. Y quizá implique el preservar las instalaciones existentes, con su correspondiente remodelación.
Suena bien.
Da la idea de un pulmón en medio de la urbe con espacios para diversas actividades, que además cambiaría para bien la imagen de esa zona, que actualmente luce olvidada, sucia.
Y el dinero a invertir, pues ya está: Alrededor de 250 millones de pesos que el gobierno del estado rescató cuando estaban a punto de ser devueltos a la federación, que también ya había puesto los ojos en la expropiación del predio.
¿Quién le pone peros a la construcción de este proyecto?
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