CRÓNICA EXPRÉS: PRI-Oaxaca: Eviel, candidaturas, cambios en el CDE

Rosy RAMALES

Lo nacional por supuesto que impacta a nivel local. Y este lunes, paralelamente a la renuncia de senadores a las filas del PRI, Eviel Pérez Magaña también presentó su dimisión a las filas priistas. 

Esperó el momento propicio. Quizá Eviel hace mucho tiempo ya no se sentían bien en el PRI; se sentía priista, pero siempre ninguneado y agredido desde cuando un grupo interno abonó para su derrota en la elección de gobernador de 2010 frente a Gabino Cué Monteagudo de la coalición PRD-PAN-PT-Convergencia.

Y a pesar de la traición, él consiguió la más alta votación que el PRI ha tenido en Oaxaca: Más de 600 mil votos.

Y a pesar de la traición siguió militando en el PRI, aguantando todo. Que si llegó a ser senador fue por mérito propio, porque se la debían o por el respaldo nacional, no por agrado de la cúpula priista local de ese entonces y de siempre hasta el momento; no cúpula formal, sino fáctica.

Que si fue subsecretario de Sedesol (tras solicitar licencia al escaño) fue por invitación superior, lo mismo que luego titular de esta dependencia.

La animadversión interna creció hacia él a partir de que Gaby, su hija, es postulada a la diputación local vía plurinominal a invitación del entonces primer priista de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa. ¿Y cómo prohibírselo? Ella es mayor de edad y toma sus propias desiciones, y tiene sus propias aspiraciones políticas.

El golpeteo arreció cuando la diputada Gaby renuncia a la militancia priista y en consecuencia causa baja en el grupo parlamentario del PRI para adherirse a la bancada del PVEM. 

En ese contexto, se desataron los señalamientos, que si Eviel le organiza reuniones a Gaby, que si está ayundando a Morena, que si acusó a quien sabe quién de “X” cosa, etc. Vaya usted a saber qué hay de cierto y qué no, en todo esto.

Pero ¿y qué papá no le echa la manita a sus hijos? En Oaxaca ahí está el caso más emblemático con José y Alejandro Murat, quien llegó gracias al respaldo de don Pepé, no solo por el ius sanguinis, sino porque tal vez impulsó su candidatura a la gubernatura oaxaqueña. Ni modo que lo dejara solo en una entidad donde no conocía a nadie que no fueran los amigos de Murat Casab.

En fin, que por lo que haya sido, Eviel renunció. Hizo bien, primero porque ya fueron muchos años de aguante; segundo, porque si le está echando la manita a Gaby lo mejor es hacerse a un lado del PRI; tercero, porque si Morena lo quiere jalar, ya no tendrá ningún impedimento. 

Morena, u otro partido político, agrupaciones, etc. Ya no tendrá que rechazar las invitaciones como en otras ocasiones por lealtad al PRI.

Y a pesar de todo, la dimisión de Eviel es una baja que no le hace bien al Revolucionario Institucional, cuyas condiciones no son las mejores en este momento, máxime en la próximidad del proceso electoral 2023-2024.

CANDIDATURAS

A propósito de proceso electoral, en círculos priistas comentan que éstas serán decididas desde Polanco. Así se refieren cuando quieren decir que quién palomeará será José Murat, no “Alito” y mucho menos la dirigencia priista de Oaxaca.

Bueno, las candidaturas federales generalmente se deciden en los órganos nacionales competentes del PRI. Las locales las decidía el jefe político priista en la entidad (gobernador), pero cómo no hay en este momento, ¿quién? Pues sí, él, también…¿o no?

Lo que me llamó la atención es que hayan mencionado el nombre de Irma Piñeyo como una propuesta desde Polanco para el Senado de la República para encabezar la fórmula de mujer del PRI por Oaxaca.

¿Qué no Irma renunció a su militancia priista en el 2010 para competir a la gubernatura de Oaxaca por el Panal?

Ahora que si se afilió nuevamente al PRI, ¿no sería mejor impulsar su postulación vía lista pluri y en los primeros lugares? ¿Para qué desgastarla en un proceso electoral en el que va a ganar Morena a menos de que este partido se fracture de modo irreparable? Quizá la apuesta sea que compita y que pierda pero que quede en segundo lugar para que entre como senadora de primera minoría.

A ve qué pasa, igual y es un mero run-run.

¿CAMBIOS EN EL PRI-OAXACA?

Hace mucho tiempo se habla de la probabilidad de cambios en el Comité Directivo Estatal, que preside Javier Villacaña Jiménez, cuya posición quieren más de tres.

En la proximidad del proceso electoral, nuevamente se habla de tal probabilidad. Y dicen que desde Polanco se decidirá una nueva dirigencia. ¿Será?

El nombre del probable sustituto de Javier empieza con “G”, pero también barajean los nombres de los “Pacos”.

A ver qué pasa en dos semanas, que es el lapso que mencionan para que se produzca el cambio en la dirigencia estatal priista. ¿Cambio? Más bien relevo, que, por cierto, sería como los cangrejos. 

“G” tal vez sería de forma, en los hechos sería el de Polanco el dirigente.

Igual y es un mero run-run. 

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