Rosy RAMALES
En la conferencia de prensa, un reportero de la fuente preguntó al líder de la bancada de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Benjamín Viveros Montalvo: “¿Por qué no está presente la comadrita, la diputada Naty Díaz?” Palabras más, palabras menos.
Viveros no dijo nada sobre la ausencia de la comadre de bautizo del ex gobernador Alejandro Murat Hinojosa, en la conferencia prácticamente dedicada a éste; donde diputados y diputadas de la bancada de Morena sostenían letreros con textos como los siguientes: “Ningún ex gobernador por encima de la ley”, “Alejandro Murat el pueblo de Oaxaca tiene memoria”, “Oaxaca exige la transparencia de los 3 mil 500 millones de pesos”, “Exigimos cuentas al gobierno corrupto de Murat”.


Viveros se concretó a contestar la primera pregunta en relación al desfalco en el gobierno anterior, el del entonces priista Murat Hinojosa, quien ahora pretende afiliarse a Morena hasta presumiendo en redes sociales fotos junto a la presidenta y secretario de organización del Comité Nacional morenista, Luisa María Alcalde y Andrés Manuel López Beltrán. “Son alrededor de 3 mil 500 millones”, dijo en alusión a uno de los adeudos.
Nadie insistió en la pregunta. Tal vez no era necesaria la presencia de la ¿ex panista? Naty, pues ahí estaba la coordinadora de su bancada “plural”, la ex priista Liz Concha, ataviada de rojo como en los buenos tiempos del PRI. Quizá Liz tenía más razones para haberse ausentado de la conferencia porque Alejandro Murat fue su jefe político, sin embargo, ella cumplió su palabra de presentarse en la conferencia.
Tal vez acordaron que solamente estuviesen presentes las y los coordinadores de las bancadas aliadas a Morena. Aunque la diputada Gaby Pérez López, coordinadora de la bancada del PVEM, no estuvo justificadamente porque atendía a unas autoridades municipales. El diputado Dante Montaño, coordinador de la bancada del PT, tampoco estuvo…pero pues en Oaxaca el PT no es aliado de Morena.
Quien sabe si Naty se encontraba en su cubículo o si ya había salido de la sede del Congreso del Estado.
Momentos antes de la conferencia, cuando terminaron las sesiones (la ordinaria y una extraordinaria), Naty Díaz salió por la puerta lateral del Recinto hacia las escalinatas que conducen al edificio de cubículos. Una reportera de la fuente la llamó y la diputada se acercó, amable y parlanchina, vestida de blanco.
Quien sabe a qué momento o a qué conferencia se refería, pero comentó que no podía estar porque ella había “formado parte de esos gobiernos”. En realidad nunca ha tenido un cargo en el Ejecutivo, pero por muchos años ha estado en el Legislativo, y ambos poderes forman parte del Gobierno del Estado de Oaxaca.
Puede que ella sepa por qué administraciones anteriores no rindieron cuentas sobre los empréstitos, así como otras diputadas y otros diputados que han pasado de Legislatura en Legislatura o, dejando pasar una para continuar en la siguiente, según haya sido el caso porque la reelección es reciente y pronto se acabará por iniciativa de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Incluso, muchos diputados morenistas le avalaron empréstitos al gobierno que encabezó Alejandro Murat. En un caso hasta se formó una comisión para dar seguimiento al uso de los recursos públicos, pero tal comisión no sirvió de nada.
Naty Díaz estaba haciendo los referidos comentarios cuando se le acercó el diputado migrante Zeferino García Jerónimo (Morena), quien radica en los Ángeles California, donde después de lavar platos y dedicarse a diversos oficios, logró hacer su propio negocio de alimentos y tiene una casa preciosa y una cálida familia. Por cierto, él y su esposa se comunican en zapoteco en la tierra de los gringos, no en inglés como muchos migrantes renegados de sus raíces.
El diputado Zeferino le dijo a Naty que el hijo de ella había sido atendido. Algo así. Ella, algo nerviosa, como no queriendo que la gente de alrededor se enterara, agradeció al diputado migrante. Cuando él se fue, ella comentó: “Es que mi hijo fue a Los Ángeles y ahí se encontró al diputado Zeferino, y me preguntó: ‘¿Oye mamá tú conoces al diputado Zeferino?’ ‘Sí, claro (le dije), es mi compañero de Legislatura.’ Palabras más, palabras menos.
Y así, Naty dio una explicación no pedida.
Minutos después siguió su camino con un destino distinto al lugar de la conferencia de prensa, a la cual no asistió, porque por la “bancada plural” ahí estaba Liz Concha. Sin embargo, siendo Naty una diputada consentida por Morena y por el jefe político de Morena en Oaxaca (tanto que hasta le concedieron el honor de presidir la Mesa Directiva), era como para mostrar su solidaridad con la postura de la bancada guinda, la cual hasta le procuró el préstamo de un diputado para que pudiera tener su bancada plural.
Las reporteras en tanto se fueron a la conferencia de prensa que en ese momento empezaba en el vestíbulo del edificio de las curules, bajo la batuta del presidente de la Jucopo, Benjamín Viveros.
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