Rosy RAMALES
Hoy es el último día del año 2015. Y en unas horas más le daremos la bienvenida al 2016, un año eminentemente electoral en 13 estados del país donde habrá elecciones; en 12 de los cuales elegirán gobernador, entre ellos Oaxaca, donde además elegiremos diputados locales y concejales a los ayuntamientos.
Entonces, el 2016 le depara a Oaxaca un nuevo gobernador. ¿Quién será? Preverlo es muy difícil. Ni siquiera hay aún candidatos y/o candidatas, solo aspirantes y ninguno con la seguridad de conseguir la postulación. Será hasta el 26 de enero, fecha de inicio de las precampañas, cuando se sepa más o menos quiénes estarían perfilados.
Quizá en el PRI la definición se dé antes si acaso consigue la candidatura de unidad a la gubernatura de Oaxaca, como pretende la dirigencia nacional. Y tal vez otros partidos lleven la definición hasta días antes de la solicitud de registro de candidatos (as) ante el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO).
¿Quiénes serán los abanderados? Es incierto. Muy distinto al 2010 cuando del abanico de aspirantes priistas se supo con antelación que Eviel Pérez Magaña sería el candidato de la coalición PRI-PVEM, mientras que por la coalición PRD-PAN-PT-Convergencia indiscutiblemente sería Gabino Cué Monteagudo. Incluso, el pronóstico del triunfo electoral siempre estuvo entre los dos.
Eviel traía el respaldo de su carisma y la fuerza del PRI, con la salvedad de las traiciones internas. Y Gabino traía una fuerza arrolladora natural, el respaldo de aliados partidistas y fácticos, y hasta el apoyo de priistas; además traía a su favor el hartazgo ciudadano respecto de los últimos gobiernos estatales del Revolucionario Institucional.
Hoy, en estos momentos, quienes aspiran a alcanzar la candidatura a la gubernatura de Oaxaca vía partidista, tienen Talón de Aquiles, puntos vulnerables y partidos o pretendidas coaliciones sin la fuerza suficiente como para arrasar en las urnas electorales.
Así que el resultado de las elecciones oaxaqueñas de junio del 2016 pinta para judializarse, salvo que las condiciones cambien, lo cual se antoja difícil. Claro, pero no imposible.
En fin, en el año electoral 2016 ¿habrá coaliciones y/o candidaturas comunes? Aun es incierto. Porque a pesar de que la mayoría de los partidos políticos al presentar su plataforma individual dejaron a salvo sus derechos para ir coaligados o en candidaturas comunes, la construcción de cualquier alianza siempre es compleja y en ocasiones fracasa.
Ya ven el caso de Tlaxcala, donde apenas ayer políticos estatales informaron haber tronado la alianza PRD-PAN por falta de acuerdos entre ambos partidos políticos ante la víspera del vencimiento del plazo para solicitar el registro de las coaliciones. Aquí en Oaxaca el plazo estaba para los últimos días del mes en curso, pero se amplió hasta un día antes del inicio de las precampañas. Y falta poco para ello, tan solo 26 días. ¿Cuajarán las coaliciones en Oaxaca.
Ahora, la suerte de las candidaturas comunes también está en veremos. La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ya resolvió uno de los recursos, en este caso en contra del plazo para el aviso de intensión y la solicitud de registro de la candidatura común. Pero falta la resolución de otros medios de impugnación presentados por diversos partidos, como, por ejemplo, Renovación Social.
Por otra parte, el 2016 ¿le depara a Oaxaca candidatos y/o candidatas independientes a la gubernatura, diputaciones locales y concejales a los ayuntamientos?
También es algo que está en veremos. Y quizá dependa, en el caso de las elecciones a la gubernatura, del rompimiento en algunos partidos políticos por la selección del candidato o la candidata.
Tal vez las candidaturas independientes se den en mayor medida para las elecciones de concejales a los ayuntamientos.
Y bueno, en 2016 habrá de renovarse el Congreso del Estado con diputadas y diputados electos en nuevos distritos electorales y que conformarán la próxima Legislatura. ¿Podrá en Año Nuevo depararle a Oaxaca legisladores y legisladoras preparados y con la capacidad política y legislativa suficiente para rescatar la honorabilidad del Congreso?
Las dos Legislaturas de la llamada “transición democrática” han dejado muy mal sabor de boca a los representados. Y la última Legislatura hasta se ganó a pulso el calificativo de desaseada. Quizá los próximos diputados y las próximas diputadas locales hagan un papel decoroso en el entendido de que de ello depende su reelección en las urnas electorales. Aunque quien sabe si en un estado como Oaxaca funcione la reelección en base al trabajo legislativo cuando la pobreza es caldo de cultivo para la compra de votos.
En fin, queridos lectores y queridas lectoras, desde este espacio esta escribiente les desea un Feliz Año Nuevo, y que hagan realidad sus sueños, anhelos y metas.
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