Rosy RAMALES
Casi nadie puso atención a los asuntos aprobados por el pleno del Consejo Político Nacional del PRI en su sesión extraordinaria de este jueves: La Comisión Nacional para la Postulación de Candidaturas y la integración de la Comisión Nacional de Procesos Internos, así como el Plan Nacional de Elecciones.
Bueno sí, en uno: En la “expulsión” de cuadros nacionales. Entre comillado porque ¿cómo se expulsa a quién por voluntad propia ya no está en el PRI? ¿A quién decidió abandonar las filas priistas incluso meses atrás?
Como es el caso de Claudia Ruiz Massieu quien manifestó asombro por la decisión del órgano colegiado y que seguramente fue a propuesta de la cúpula priista encabezada por Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito”). “Me sorprende que me expulsen de donde no pertenezco”, dijo la senadora.
Obviamente.
Sin embargo, a “Alito” y camarilla parece llenarles de orgullo la expulsión de quienes ya no están. Como también son los casos del exgobernador Omar Fayad, de Nuvia Mayorga, y de los senadores Miguel Ángel Osorio Chong y Jorge Carlos Ramírez, que es la más reciente dimisión. Todos los demás renunciaron a las filas priistas a mediados del presente año.
Y en el paquete de expulsados incluyeron al ex gobernador Marco Antonio Mena y al diputado federal Pedro Armentia, quienes ya no están en el PRI desde agosto pasado; así como a los oaxaqueños Eviel Pérez Magaña y Mariana Benítez Tiburcio, ambos tampoco militan en el Revolucionario Institucional desde hace rato.
Cuadros políticos que en su mayoría han buscado refugio en otros partidos como el Verde y Movimiento Ciudadano. Incluso, en Morena.
Pues ¿qué está haciendo mal el PRI de “Alito” para que en menos de un año se diera la renuncia de cuadros políticos de perfil nacional? Y falta contar las dimisiones de cuadros locales por entidad federativa.
Evidentemente, la cúpula priista ve las dimisiones como traición.
Así por ejemplo, en su discurso de la sesión del Consejo Político, Moreno Cárdenas dijo a quienes han ‘traicionado’ al PRI: “La lealtad es una decisión, la lealtad no se impone por la fuerza; ser leal es una elección que solo la gente con coraje, con valor y con carácter puede realizar”.
Pero ¿qué es la lealtad para “Alito”? ¿Aguantar su política de exclusión de las decisiones sobre la vida interna del PRI y de todo cargo político y de elección popular? ¿Imponer su voluntad sin que nadie replique? Ya ven cómo le cerró el paso al bloque de senadores que pedían la renovación de la dirigencia nacional.
Más bien ¿no será al revés? ¿Qué la traición sea de la dirigencia hacia su militancia?
Quién sabe qué mensaje pretendía transmitir “Alito” con la ‘expulsión’ de quienes ya no están en el PRI. Lo único claro es que al PRI le hace falta un líder, porque Moreno Cárdenas no lo ha sido. A un líder no se la van, se le suman.
Y EN MORENA y MC, FELICES…
Probablemente, en Morena y aliados están felices con la ‘expulsión’ en paquete de ex priistas por parte del Consejo Político Nacional del PRI, porque aunque de por sí ya no están, reflejan la descomposición interna priista, así como una unidad en vilo.
Y mientras más expulse, mejor para Morena y aliados porque éstos llamarán a los expriistas para sumarse a la causa guinda. Como ya lo andan haciendo por todo el país.
Las expulsiones priistas también son bienvenidas en Movimiento Ciudadano.
***