Rosy RAMALES
Carmelita Ricárdez llega a la presidencia estatal del PRI en momentos difíciles para este partido en todos los órdenes: Federal, estatal y municipal. Hasta pareciera que solo en tales condiciones los hombres priistas soltaron el cargo, por muchos años acaparado por ellos.
A las mujeres siempre les han dejado la secretaría general de este partido, y eso por razones de equidad; que si no, no les dan nada. Y cuando ellas llegan, llegan de ese modo, abiéndose paso a codazos, forzando procedimientos aun en circunstancias complejas.
En fin, Carmelita Ricárdez en la presidencia y Liz Concha ratificada en la secretaría general tienen la encomienda de sacar adelante al PRI estatal en el proceso electoral para las elecciones concurrentes del 2024 en una entidad donde el último jefe político priista dejó en la lona al Revolucionario Institucional.
Eso sí, Alejandro Murat se ganó el reconocimiento del Presidente de la República y jefe político nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, como un gobernador bien cooperador. El problema viene ahora para el PRI. ¡Uf, está cañón para que pueda recuperar las senadurías de mayoría, las diez diputaciones federales, las 25 diputaciones locales y los 153 ayuntamientos partidistas!
Ese trabajo tendrán las dos mujeres al frente del PRI estatal: Recuperar espacios. Y seguro que pondrán todo el corazón en sacar adelante el trabajo. El que ya se hayan renovado algunas secretarías del Comité Estatal, es un avance, pues no se puede avanzar con los mismos de siempre. Marco Cuevas se despidió de la secretaría de organización para dejarle paso a nuevas generaciones, según dijo en la red X.
Eso sí, la cúpula priista nacional tendrá que echarle la mano al Comité Estatal con dos cosas: 1.- Dinero, porque el PRI-Oaxaca lleva a cuestas deudas laborales y multas electorales. 2.- Evitar malas candidaturas a los cargos populares, porque se trata de intentar ganar, no de terminar de perder.
Carmelita y Liz tampoco pueden hacer milagros. Lo que sí, es que seguro van a poner su mejor esfuerzo para revivir al PRI-Oaxaca con la ayuda de Javier Casique, el nuevo delegado del Comité Nacional priista y quien llegando, llegando, cambió la dirigencia estatal.
¿Y LOS MURAT?
A todo esto, los Murat ¿qué papel juegan? Es solo pregunta. Ya ven que anda el run run de que Carmelita Ricárdez y Javier Casique fueron impulsados por el exgobernador José Murat a los cargos partidistas que recién ocupan. Pero también dicen que no, que más bien son posiciones directas del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito”).
Y que “Alito” y Don Pepe ya no se llevan bien. ¿Será? De esas historias de amor y de odio. Algo habrá de cierto.
Pero en el caso de Carmelita y de Casique, ni que no fueran capaces de construir sus propias relaciones de poder. Ella consiguió interactuar con Cristina Ruiz en la estructura nacional priista, así que su llegada al Comité Nacional puede ser más por impulso de Cristina.
Francamente quien sabe si los Murat sigan igual de fuertes en Oaxaca. De ser el caso, ya es hora del relevo de dinastía…vaya, si no se puede dejar en libertad al priismo oaxaqueño, al menos cambiénle de clan.
Además a Don Pepe seguro que en estos momentos no le preocupa tanto Oaxaca, sino el futuro político de Alejandro y Eduardo. Por eso dicen que Alex puede volver a la entidad oaxaqueña para competir para senador encabezando la primera fórmula al Senado de la República para entrar a la Cámara Alta como senador de primera minoría. O sea, no le importaría perder, solo entrar, pues desde que concluyó como gobernador anda sin posición política, sin cargo, sin reflectores, sin chamba.
Está en veremos. Quizá dependa de la definición del género.
En otra opción, seguramente Don Pepe impulsará a Alejandro para figurar en la lista pluri del PRI al Senado, donde va la crema y nata del priismo nacional, y donde ahora deben privilegar al priismo leal a este partido político, en cuyo caso Alex nada tendría que hacer.
Senado, vía pluri o de mayoría para entrar como primera minoría. Porque la diputación federal es muy poquito después de haber sido gobernador. ¿O será que quiere seguir los pasos de “Alito”?
Eduardo pronto terminará como senador suplente y diputado federal. Una posición por el PVEM y la otra por el PRI. Sin duda, es uno de los casos más sui géneris. ¿Qué le depara el destino? Una gubernatura. Pero parece que no se le hizo por Morelos.
En fin. A ver qué pasa. Quizá en el priismo esta semana se empiece a despejar el panorama de las candidaturas rumbo a las elecciones concurrentes del 2024. Porque casi es víspera del inicio de las precampañas.
GERARDO GUTIÉRREZ
Por cierto, para quien dudaba de las aspiraciones de Gerardo Gutiérrez Candiani…o por lo menos de que alguien lo aventó al ruedo político…, este fin de semana habló del voto razonado en un importante diario local. Uf, se cree del sector productivo y de la sociedad civil organizada. ¿Cuáles son sus empresas?
Algunos de sus familiares se dedican a la compra venta de herrajes. ¿Pero él? Solo le quedó la fama de haber coordinado un organismo empresarial. Tiene más de emprendedor cualquier líder de la central de abastos.
Y así, dicen, lo perfilan para el Senado o ya de perdis para la presidencia municipal de la capital oaxaqueña, vía PRI o vía PAN. El priismo no se sentirá identificado con Gerardo, así lo postulen por la coalición PRI-PAN-PRD. El priismo acepta a la persona foránea, pero no vota por ésta; mejor se abstiene.
Qué comodin, ¿no? Si no es el Senado, entonces la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez. Capaz y pide que Martín Vázquez Villanueva le haga la campaña o por lo menos que ponga a sus pies el capital político para la candidatura que ha construido. Como dice la vox populi, ¿y su nieve de qué la quiere?
TERNAS
Las ternas priistas para el Senado:
Mujer: Sofía Castro Ruiz, Carmelita Ricárdez Vela, Eufrosina Cruz Mendoza.
Hombre: Alejandro Murat Hinojosa, Gerardo Gutiérrez Candiani, Francisco Ángel Villareal.
MUJERES PRIISTAS
En los corrillos priistas dicen que se anoten los siguientes nombres: Paola España, Liz Acosta, Blanca Islas, Rebeca Cervantes y Claudia Silva.
Porque el PRI podría postularlas a cargo de elección popular para las elecciones concurrentes del 2024.
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