Rosy RAMALES
Aquí en Oaxaca no había visto un hospital público así como el Hospital de la Mujer y la Niñez Oaxaqueña: Suficientemente equipado, donde las mujeres pueden parir o abortar de forma segura; donde los neonatos pueden recibir atención médica de calidad desde el primer instante hasta los 80 días de nacido, incluso con cuidados intensivos en incubadoras hasta con sistema de rayos láser integrado para no mover al bebé.
Quizá exista, pero es la primera vez que veo uno así del IMSS-Bienestar.
Tiene un área impresionantemente humana destinado al Código Mariposa: Una pequeña sala con una cuna iluminada al centro, un sofá con cobertor de recién nacido y mesita de centro; en una pared de la habitación se halla una mariposa gigante y en el techo, un domo del color del amanecer. Es un espacio donde las mamás que perdieron a su bebé durante el embarazo, el parto o poco después de nacer, despiden al bebé y ellas reciben atención psicológica.

En sí, el Código Mariposa es un protocolo de atención a las mamás en su duelo, con cuidados psicológicos y el acompañamiento del personal médico con el respeto del caso.
Otra de las áreas impresionantes es la destinada a la terapia intensiva del recién nacido, con incubadoras equipadas con tres tipos de calor; con sensores de temperatura, de ruido, oxígeno y humedad; fototerapia en casos de bebés con bilirrubina; y sistema de rayos X integrado, entre otra tecnología.

Y todas las áreas del hospital de atención a mujeres y recién nacidos cuentan con Carro Rojo, en el cual se encuentran medicamentos esenciales para situaciones de emergencia.

El Hospital de la Mujer y la Niñez Oaxaqueña, ubicado en inmediaciones de San Bartolo Coyotepec, fue inaugurado recientemente por la Presidenta de México Claudia Sheinbaum Pardo, junto con el gobernador Salomón Jara Cruz, cuya administración ordenó la situación legal del inmueble abandonado por otra administración. No funcionaba como nosocomio porque no estaba equipado; solamente se habilitó en la cruenta época del Covid-19.

Se ubica junto a la Ciudad Judicial. Y desde la carretera, en una desviación ex profeso, se ve el inmueble del Hospital, que no sustituye al de la Niñez Oaxaqueña, porque el recién inaugurado es para atender a mujeres y recién nacidos.
En su conferencia matutina del lunes, el gobernador Salomón Jara invitó a las personas periodistas allí presentes a recorrer y conocer el Hospital de la Mujer y la Niñez Oaxaqueña al siguiente día. Entramos por un acceso que conduce a la puerta de urgencias, en cuya explanada, casi enfrente, hay un albergue destinado a familiares de pacientes.


Las instalaciones lucen impecables y todo el equipamiento se ve nuevecito. Hay una amplia área de camas equipadas para mujeres parturientas, y después para el puerperio. El director del Hospital, Carlos Castellanos Torres, explicó que en estas camas son valoradas las mujeres con trabajo de parto, y es decisión de ellas si dan a luz en las mismas siempre que no existan riesgos, o pasan a la sala de expulsión.


Esas camas aún no están ocupadas porque el Hospital apenas se está dando a conocer. Pero seguramente en breve hasta será insuficiente para atender a mujeres. El nosocomio cuenta con un tomógrafo de 128 cortes; mastógrafo digital y fluoroscopio; tecnología única en la entidad.

Beneficiará a más de 1 millón 712 mil personas; con una estimación de más de 51 mil consultas médicas anuales; alrededor de 5 mil partos y atenciones obstétricas.
En una primera etapa, operará con 48 camas (de un estimado de 120), tres quirófanos, 16 consultorios de consulta externa, áreas de urgencias, laboratorio, rayos X, tomografía, mastografía, una sala de expulsión, y una unidad de cuidados intensivos neonatales; entre otras áreas y servicios para mujeres y recién nacidos.

Además cuenta con farmacia y con una area de Aborto Seguro.


Y ahí está el Hospital de la Mujer y la Niñez Oaxaqueña listo para dar a luz con atención de calidad y calidez; para garantizar la salud de los recién nacidos con alta tecnología y la atención de personal médico especializado.


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