Rosy RAMALES
La postura del presidente municipal Francisco Martínez Neri (Morena) difundida antier por él mismo en redes sociales, debió ser su postura la noche de la jornada electoral de junio pasado o al día siguiente; vamos, máximo tras el recuento parcial de votos, el cual confirmó el triunfo de Ray Chagoya (PVEM-Fuerza por México-Oaxaca) por casi 3 mil votos de diferencia.
En el recuento solamente salieron alrededor de 40 votos dudosos, cuya validez determinaron las y los consejeros electorales del Consejo Municipal Electoral; unos a favor de Neri, otros a favor de Ray y algunos más a favor del resto de los partidos y candidaturas a la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez.
El recuento no varió el resultado, aunque creció un poquito más a favor de Chagoya. Resultado que desde la noche de la jornada electoral sabían Neri y su equipo. No obstante, hicieron que Neri saliera a declarar su victoria con un puntaje irreversible. Quien sabe si su círculo cercano lo engañó o de plano Neri se negó a reconocer su derrota en la reelección a la presidencia municipal de la capital oaxaqueña.
Hasta ahora.
Aunque no reconoce su derrota lisa y llana; todavía duda del resultado y de la sentencia que la confirma. La reconoce muy a la fuerza, para efectos (por decirlo de algún modo) de la unidad del “Movimiento y partidos aliados”.
Por eso, dijo: “Aún cuando consideramos que existieron múltiples irregularidades y no se comparten los razonamientos de la sentencia, con una actitud y vocación democrática, anunciamos que no continuaremos con la cadena impugnativa.”
A decir verdad no tenía ningún caso continuar con una cadena impugnativa donde los tribunales electorales le negarían la razón. Porque hubo recuento parcial de votos, el cual confirmó el resultado a favor de Ray Chagoya; porque el recuento se hizo sin ninguna violación a la normatividad, y porque la autoridad competente también determinó la inexistencia de rebase de topes de campaña.
Vaya, la diferencia entre el primero y segundo lugar ni siquiera es cerrada como para dar la posibilidad de la nulidad de la elección.
Neri iba a hacer el ridículo siguiendo una cadena impugnativa ociosa.
En fin, Neri acepta el resultado a regañadientes. Y el hubiera no existe, pero si hubiera previsto la ruta de campaña y movilización, otra sería su suerte; incluyendo, por supuesto, el haber previsto el descontento de parte de la ciudadanía con la forma de ejercer el gobierno municipal. Además su ‘burbuja’ lo encerró tanto, que Neri se volvió un presidente municipal inalcanzable, inaccesible.
Como bien comentó Gelacio Morga ese día del recuento de votos, en una plática con esta escribiente: “El maestro no invirtió en la elección. Y ni Neri pensaba perder, ni Ray pensaba ganar”. Palabras más, palabras menos.
Y si hubo irregularidades, éstas no fueron por parte de las autoridades electorales. En todo caso, los equipos de los candidatos compitieron por ganar el primer lugar en saber cómo hacerlas: Mapaches contra mapaches. Lo malo o lo bueno (como quiere verse) es que no se pueden probar, ni se pueden impugnar.
Pero legalmente, los votos fueron genuinos.
¿Ahora qué le queda? Sumarse y procurar la unidad. Porque vienen otras elecciones y Morena es el único partido político rentable. El PRD ya perdió el registro nacional, aunque los perredistas oaxaqueños prevén tramitar el registro local. El PRI choca con la ideología de Neri y no se diga el PAN.
Una de dos, se suma y procura la unidad en Morena o se olvida de la política partidista para dedicarse de lleno a la academía.
¿O tiene el ofrecimiento de sumarse al gabinete del gobernador Salomón Jara Cruz? Pero que no sea para trabajar en contra de éste desde el mismo Poder Ejecutivo, como muchos hicieron con Gabino Cué.
Por cierto, en el contexto de las fiestas Patrias, Neri sostuvo una reunión privada con el gobernador Salomón Jara.
¿De qué platicaron?
Hay quienes consideran. Que ahí Neri anunció su dimisión a la cadena impugnativa en contra de la elección municipal; otros opinan que en el encuentro lo doblaron con algún expediente del ejercicio municipal; algunos más piensan que ahí el mandatario le ofreció alguna posición administrativa o política.
En fin.
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