Rosy RAMALES
El gobernador Salomón Jara Cruz ayer rindió su Segundo Informe Trimestral 2024. Y al finalizar dedicó el siguiente mensaje a las y los funcionarios de su gabinete:
“Quiero reiterar que nuestra principal responsabilidad es transformar a Oaxaca. Nosotros no venimos a simular, ni a impulsar un cambio social parcial o cosmético. Nuestro eje es el anhelo de servir al pueblo de Oaxaca, y a ayudar de manera específica a quien más lo necesita. Los convoco compañeras, compañeros, a redoblar esfuerzos y a intensificar el trabajo por el bienestar de Oaxaca.
“Que no nos canse, ni distraiga la inercia o la comodidad.
“Luchamos durante muchos años, mucho tiempo, para tener la oportunidad de impulsar el cambio social profundo. Nuestro compromiso es con el pueblo, a él no debemos fallarle, no tenemos derecho a fallarle. Sigamos trabajando y honremos con trabajo y dedicación la confianza que el pueblo de Oaxaca nos ha conferido. Quien así lo haga, que el pueblo se lo reconozca; y quien no cumpla, que el pueblo se lo demande.”
Ciertamente, Salomón Jara luchó durante muchos años por el cambio social, quizá la mayor parte de su vida, siempre desde la izquierda. Muchas veces protestando frente a Palacio de Gobierno, realizando marchas, mítines, ante la desatención de funcionarias, de funcionarios, a la problemática social de las comunidades.
Era un grupo de jóvenes rebeldes, entre quienes se encontraban Salomón Jara Cruz, Flavio Sosa Villavicencio, Rey Morales y Manuel Pérez Morales, entre otros. Una generación distinta a la de los luchadores sociales de la otrora gloriosa Coalición Obrero Campesino Estudiantil del Istmo (COCEI): Héctor Sánche López, Leopoldo De Gyves de la Cruz, Daniel López Nelio, etc. Y también distinta al grupo identificado de cierto modo con el comunismo, donde se encontraban Eloí Vásquez López y Clemente de Jesús López.
(Clemente, por cierto, siendo el único diputado local de oposición ponía en jaque él solo a la bancada completa del PRI.)
Tal vez se pueda decir que la generación de aquellos jóvenes rebeldes llegó a relevar (o desplazar) a los coceístas en la lucha social en Oaxaca. Y esos jóvenes representaron el grupo de izquierda más combativo en el sexenio de Diódoro Carrasco Altamirano, entonces gobernador emanado del PRI.
Salomón, Flavio, Rey, Manuel, formaban parte de la Unión Campesina Democrática (UCD), organización filial del PRD, partido en el cual militaban. No había otro partido de izquierda más que el PRD. Y entre todos, el más reacio al gobierno siempre fue Salomón, a quien, por cierto, era común verlo con su mochila al hombro.
Iban y venían de la Ciudad de Oaxaca a la Ciudad de México, y a las comunidades sobre todo de la Cañada, de la Mixteca, de la Sierra Sur, y de la Costa oaxaqueña. Viajaban en autobús muchas veces de segunda clase y en ocasiones en autos bastante destartalados. Comían donde podían y lo que podían; generalmente tacos y tortas en cualquier puesto de la calle.
A veces esquivaron las balas de los contrarios.
Y casi todos fueron perseguidos por el gobierno.
En algún momento, aquellos jóvenes se separaron. Siguieron la lucha social cada quien por su lado y a su modo. Más tarde, Salomón Jara fue el único que siguió a Andrés Manuel López Obrador cuando éste se separó del PRD.
En fin, sirva el breve contexto para preguntar: ¿Las y los funcionarios del gabinete de Salomón Jara entienden los años de lucha social cuando no formaron parte de ésta? Bueno, algunos oyeron hablar de la lucha a sus padres, tíos, parientes, porque son descendientes de luchadores históricos, pero no participaron directamente en la lucha y por lo tanto no pueden sentirla igual.
Varios, varias, de las personas que colaboran con Salomón Jara forman parte de los gabinetes legal y ampliado por razones coyunturales. Pero no vienen de la lucha social. Entonces, quien sabe si la entiendan.
Sin embargo, sí pueden hacer el esfuerzo de entender el compromiso de Salomón Jara Cruz con la población oaxaqueña, y no fallarle, porque si le fallan al gobernador, éste le falla a Oaxaca. Y no es honesto fallarle a quien les brindó la oportunidad de servir desde un cargo público.
En fin, que si el gobernador ya los nota cansados, distraídos por la inercia o la comodidad, pues con la pena, porque entonces ha llegado el momento de que el gobernador haga los cambios correspondientes en el gabinete.
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