CRÓNICA POLÍTICA: Las siete mujeres del PRI-Oaxaca para el Senado

Rosy RAMALES

Así como en el estado de Oaxaca se habla de la existencia de cuatro hombres autorizados para buscar una candidatura del PRI al Senado de la República, también se dice haber seis mujeres con la autorización para buscar la postulación a la Cámara Alta para las elecciones del 2018.

¿Quiénes son? Mariana Benítez Tiburcio, Mariana Nassar Piñeyro, María de las Nieves García Fernández, Miriam Liborio Hernández, Sofía Castro Ríos y Yarith Tannos Cruz.

Igual que a los varones, a ellas también les han dicho: “Camínale”; término que en el argot priista significa contar con la autorización, generalmente por parte del jefe político del priismo. O sea, el gobernador, que en este caso es Alejandro Murat Hinojosa. ¿O la anuencia la dio el presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Germán Espinoza Santibáñez?

“Caminarán” buscando posicionarse en el ánimo del priismo y del electorado en general para cuando llegue el momento de las encuestas, que en la praxis priista son más bien una forma de justificar las decisiones cupulares.

En fin.

¿Dicha autorización tendrá que ver con el golpeteo a la diputada federal Yarith Tannos en redes sociales? ¿Y de parte de quién? ¿De alguna de las adversarias internas? ¿De algún varón? ¿Enemigos externos? De donde venga, también la joven legisladora se coloca con facilidad y con frecuencia en el ojo del huracán. Dijeran en el argot común, “se pone de pechito”.

Su vida personal y sentimental a nadie debe interesar. Sin embargo, ella misma la lleva al plano público. Agarrarse de la manita con el Secretario de Seguridad Pública, José Raymundo Tuñón Jáuregui, en una actividad pública como fue el embellecimiento de la capital oaxaqueña pintando bardas, la expuso a la crítica y hasta le sacaron a relucir asuntos de su vida privada. ¿Y qué necesidad?

En política la forma es fondo, y la legisladora debería ser más prudente para cuidar su prestigio no solamente como mujer, sino como política.

En fin, Yarith Tannos, dicen, es apadrinada por César Camacho rumbo a las elecciones del 2018.

Sofía Castro Ríos, actual Secretaria de Asuntos Indígenas, viene “caminando” desde hace tiempo la postulación al Senado. De hecho fue candidata a la Cámara Alta en el 2012 encabezando la segunda fórmula, pero como el PRI perdió solamente entró la primera fórmula encabezada por Eviel Pérez Magaña.

En ese entonces el partido quedó en segundo lugar con las fórmulas que se repartieron los “gurús” priistas Ulises Ruiz Ortiz y José Murat Casab; Eviel por el primero de ellos y Sofía por el segundo.

Sofía ha sido diputada federal y diputada local; incluso, ahora lo es, pero con licencia por tiempo indefinido para ejercer el cargo de Secretaria de Asuntos Indígenas, tema del cual tiene conocimiento pues es su origen. Es una mujer preparada en Derecho, bragada, comprometida con su partido, aunque con frecuencia harto criticada por mal hablada.

Miriam Liborio Hernández fue, digamos, la sorpresa en el gabinete del gobernador Alejandro Murat Hinojosa, quien la nombró Secretaria de la Mujer; cargo con el cual la joven se estrenó en la función pública, pues antes solamente había desempeñado funciones partidistas y hasta eso, de segunda; siempre la relegaron, pero hizo su capital político en el sector campesino.

Quizá desde el mismo nombramiento en el gabinete, el jefe político del priismo oaxaqueño le puso el ojo como prospecto a uno de los primeros cargos de elección popular.

La función pública posiciona, no solo dentro del priismo, sino entre la ciudadanía en general. Y Miriam Liborio, una joven dinámica y cien por ciento priista, encabeza ahora la política de género en un gabinete donde, por cierto, predominan los hombres sobre las mujeres en los cargos de primer nivel.

¿La autorización de la que se habla tendrá que ver con la encomienda asignada de atender poblaciones afectadas por las tormentas tropicales que golpearon Oaxaca?

María de las Nieves García Fernández, actual diputada local, ex diputada federal, Secretaria de Salud en el sexenio del entonces priista Diódoro Carrasco Altamirano, ex servidora pública federal.

En la política oaxaqueña la siguen identificando con su ex jefe, y en el ámbito nacional la ubican en la estima de Manlio Fabio Beltrones.

No es de las personas cercanas ni de confianza de la cúpula priista local. Entonces ¿cómo consiguió la diputación plurinominal y la coordinación del grupo parlamentario del PRI en el Congreso oaxaqueño? Es hábil para el trueque político. Quizá fue el pago a un favor, o compromiso de grupos.

La doctora, como le llaman, tuvo su mejor momento en la época diodorista y cuando formó parte del Comité Directivo Estatal del PRI, posición que le permitió interactuar con los partidos de oposición en las mesas de negociación electoral. Pero de eso, ya hace mucho tiempo.

Su capital político-electoral se ha diluido. Y difícilmente se consigue en el ejercicio de una curul plurinominal, que más bien es representación partidista, no popular. Es más, su papel de coordinadora de la bancada la ha atado como para poder recorrer la entidad.

Mariana Nassar Piñeyro, priista joven, del equipo cercano al gobernador Alejandro Murat Hinojosa y a su esposa Ivette Morán. La relación con ambos viene de mucho antes de la precampaña electoral. Y ya en la campaña, trabajó codo a codo en las acciones sociales y de beneficencia.

Cuando Alejandro Murat asumió la gubernatura, la talentosa profesionista fue nombrada Directora del DIF-Oaxaca, cargo que ha desempeñado sin ningún problema.

Y forma parte del Consejo Político del PRI estatal. Su incorporación al órgano deliberativo precisamente tiene que ver, dicen, con la autorización para “caminar” rumbo a las elecciones del 2018 como uno de los nuevos valores del partido.

Mariana Benítez Tiburcio, cuadro priista con vasta experiencia en el quehacer legislativo; como parte del equipo de asesores de ambas cámaras del Congreso de la Unión participó en la elaboración de leyes importantes para el país como, por ejemplo, en materia electoral y en telecomunicaciones.

Ahora es diputada federal, integrante de la dirigencia nacional del ONMPRI, y fue Subprocuradora de la Procuraduría General de la República. Y como representante popular se ha distinguido por su trabajo de gestoría social en comunidades de su entidad natal. Es un cuadro de primer nivel.

FALTA UNA

Hasta ahí las seis mujeres autorizadas para “caminar” por la candidatura del PRI al Senado de la República por la entidad oaxaqueña, según corrillos priistas. Sin embargo, falta una priista comprometida con su partido y con las causas sociales: Narcedalia Ramírez Pineda, directora del INAES, quien como tal viene realizando una importante labor en comunidades de todo el país.

Pocos le han puesta atención al Instituto Nacional de la Economía Social, pero es ahí donde se incuban los empresarios comunitarios, aquellos que con su trabajo construyen el desarrollo económico y social de los pueblos.

Y Narcedalia Ramírez desempeña la función con destreza, en una posición que le ha permitido tener el contacto directo con las comunidades.

MUCHAS MUJERES

Es la primera vez que en el estado de Oaxaca hay muchas mujeres consideradas como prospectos para candidatas al Senado de la República; siete es un buen número en comparación a procesos electorales anteriores. Claro, deberían ser más, porque en los padrones electorales predominan ellas.

Con tan buen número, las dos fórmulas al senado bien podrían conformarse solamente con mujeres.

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Correo: rosyrama@hotmail.com 

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