CRÓNICA POLÍTICA: Mexicanos al grito de guerra…

Rosy RAMALES

Como dice la filosofía popular: “No hay fecha que no llegue, ni plazo que no se cumpla”. Llegó el día de la asunción de Donald Trump como Presidente de Estados Unidos, el poderoso socio comercial de México, hasta ahora.

Porque es incierta la futura relación entre ambos países. Para el nuestro, la segunda presidencia del republicano parece representar riesgos y la vigencia de la frase de alerta: “Mexicanos al grito de guerra”. Tal vez no bélico, pero sí de confrontación, de intimidación, constante ante planes de Trump.

Como la deportación masiva de migrantes en situación irregular previas redadas y eliminación de programas de protección temporal, imposición de aranceles a productos mexicanos, intervención militar para combatir cárteles de drogas; incluso, fortalecerá la reserva del derecho de quién puede entrar a Estados Unidos.

La cadena CNN recientemente publicó que el equipo de Donald Trump está ultimando una agresiva serie de decretos en materia de inmigración que se espera que se hagan públicas solo unas horas después de que el presidente electo jure el cargo, dando inicio a una campaña de represión de la inmigración…”

Hasta evalúa poner fin a la ciudadanía estadounidense por derecho de nacimiento. 

Es de miedo la llegada de Trump. Y, sin embargo, tanto mexicanos como personas de países de Centro y Sudamérica siguen abrigando el sueño americano: Trabajar en Estados Unidos, ganar dólares y procurarse una vida mejor. 

Mientras tanto, Donald Trump acaricia otro sueño: Que México se convierta en una provincia de Estados Unidos. 

Y MÉXICO, ¿CÓMO SE HA PREPARADO ANTE LA ASUNCIÓN DE TRUMP?

De entrada, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo fijó postura en la relación entre ambos países: “Nunca de sumisión, pero sí de colaboración y coordinación”

Probablemente Trump acepte la colaboración, pero total: 

Que México impida la migración de sus connacionales, y frene de una vez por todas la inmigración de centro y sudamericanos que atraviesan nuestro país para llegar a Estados Unidos, lo cual implicaría obligar al gobierno mexicano a cerrar la frontera sur; o en su caso, a dar alojamiento, comida y trabajo permanentemente a los migrantes. ¿Tiene la capacidad? Parece que no. Pero por lo pronto, las entidades de ambas fronteras preparan albergues. 

Que México acabe de una vez por todas con los cárteles de las drogas, empezando por terminar con la política heredada de AMLO de “abrazos, no balazos”. La presidenta Sheinbaum no tiene la intención de declarar la guerra a los grupos de narcotraficantes, aunque sí de fortalecer las políticas de seguridad pública.

Dicen que el Plan México, recién presentado por la presidenta Sheinbaum, tiende a hacer frente a las políticas de Estados Unidos contra México. Es un ambicioso plan de inversiones extranjeras y nacionales, de 277 mil millones de dólares, contemplando 2 mil proyectos de empresas que buscan instalarse en nuestro país.

“El objetivo es seguir haciendo de México el mejor país del mundo…Nuestro objetivo es disminuir pobreza, desigualdades, pero que cada uno de los mexicanos y mexicanas sepa que hay plan, que hay desarrollo, que frente a cualquier incertidumbre que venga en el futuro próximo, México tiene un plan y está unido hacia adelante, dijo.

Y enunció 13 metas del Plan México:

1. Pasar de la economía número 12 a la décima en el mundo; 2. Elevar la proporción de inversión respecto al PIB, arriba del 25%; 3. Generar 1.5 millones de empleos más; 4. El 50% de la proveeduría y el consumo nacional, serán hechos aquí en los sectores textil, calzado, mobiliario y juguetes; 5. Aumentar en 15% de contenido nacional; 6. El 50% de las compras públicas serán de producción nacional; 7. Vacunas hechas en nuestro país; 8. De 2.6 a un año reducir los trámites para la inversión; 9. Incrementar 150 mil profesionistas y técnicos anuales; 10. Sostenibilidad ambiental empresarial; 11. El 30% de PYMES con acceso a financiamiento; 12. Ser uno de los cinco países más visitados a nivel mundial; 13. Disminuir la pobreza y la desigualdad.

El hubiera no existe, pero un plan así hubiera empezado en el Primer Piso de la llamada Cuarta Transformación; en este momento las inversiones estarían rindiendo frutos, habría fuentes de empleo bien remunerado, lo cual buscan los mexicanos que se van a los Estados Unidos. 

Pero el antecesor de la presidenta, desestimó al sector productivo, dando prioridad al aspecto social. Y está bien, pero en un país como el nuestro era y es necesario el equilibrio económico y social. 

Con sus pros y contras, el Plan es bueno, pero de frutos a largo plazo, al parecer.

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rosyrama@hotmail.com


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