CRÓNICA POLÍTICA: “No me descarto”: Narcedalia.

 

*.- Cué, por la coalición PRD-PAN.

Rosy RAMALES

El fin de semana, Narcedalia Ramírez Pineda estuvo en Oaxaca en una gira para revisar de cerca algunos proyectos sólidos apoyados por el Instituto Nacional de la Economía Social (INAES). “Lo vengo haciendo en todo el país”, comenta mientras pincha con el tenedor un cubo de sandía, de solo tres servidos en su plato con yogurt y granola.

A la directora del INAES no le es desconocido el tema de la empresa social. Por vocación y por profesión. Es Licenciada en Administración de Empresa y ha participado activamente en entes sociales como, por ejemplo, la Fundación Ayú y el Instituto para el Desarrollo de la Mixteca, y es fundadora de la asociación “El Gran Olvidado”.

Tal vez la vocación social le venga de su padre, don Heladio Ramírez López, quien como Gobernador de Oaxaca impulsó decididamente el desarrollo de los pueblos y comunidades indígenas, a pesar de la crítica de los grupos de poder económico. Ha sido uno de los mejores mandatarios, sin duda.

Narcedalia, además de llevar el nombre de su mamá, tiene sus rasgos casi idénticos, el color de su piel, lo ensortijado del cabello. Pero de don Heladio seguro heredó la vocación social. ¿En qué momento descubrió o le nació esa vocación? Tal vez la traiga en la sangre, o quizá se contagió de ella en una de las tantas giras a las cuales acompañó al entonces Gobernador de Oaxaca. La recordamos de la mano de don Heladio en eventos oficiales.

Evidentemente, a Narcedalia no le es desconocida la realidad social del estado de Oaxaca, donde el INAES está apoyando a personas organizadas en ramas productivas, no como un mero subsidio, sino con un acompañamiento puntual para evitar dispersión. Ella hace énfasis en que el INAES viene impulsado proyectos en todo el país, y Oaxaca está dentro de las entidades prioritarias por sus condiciones de pobreza, explica.

Incluso, por mandato presidencial, en diciembre próximo el INAES pasará a formar parte de las dependencias encargadas de la política social, precisamente para poder impulsar proyectos de economía social en comunidades marginadas. La idea es inculcar en los pueblos y comunidades el sentido empresarial.

Narcedalia va explicando su tema, lo domina. Apenas si desayuna, el tiempo se le va en hablar. Aunque quizá también guarde un poco la línea. Luce delgada, espigada. En ese momento viste pantalón sport y blusa tipo camisa color azul cielo. Lleva el cabello atado en una cola. Un atuendo de mujer ejecutiva y emprendedora, realizando tareas en campo.

Habla poco de política, y menos aún de política partidista. El tema del partido tampoco le es desconocido, pues ha hecho carrera en el PRI, del cual ya fue Secretaria de Acción Indígena del Comité Ejecutivo Nacional, entre otras posiciones. Narcedalia parece cuidadosa de las formas, por eso ha evitado el tema político.

Un tema que es inevitable en la víspera de un proceso electoral como el que empezará el próximo ocho de octubre en el estado de Oaxaca, para elegir en 2016 gobernador, diputados locales y concejales a los ayuntamientos.

Como si nos adivinara el pensamiento, apresura: “Siempre vengo a Oaxaca, pero soy prudente”. Caso contrario, lógicamente, su presencia provocaría, no solo los celos, sino el golpeteo de quiénes se creen los dueños de la política y de los espacios de poder en nuestro estado.

“¿Y tienes aspiraciones políticas?”, le preguntamos. Ella, sonriente, y siempre amable contesta: “Pues sí, sí tengo aspiraciones; mentiría si te digo que no”.

“¿Y son aspiraciones para el 2016?”, indagamos. “Pues mira, mis aspiraciones no tienen temporalidad”, contesta Narcedalia, quien remata: “Y no me descarto para nada”. No habla más sobre política, prudentemente.

Sin duda, en su carrera política a Narcedalia también le pesará el apellido, pero de manera diferente; ella, dado el caso, tendría que superar la imagen positiva de don Heladio, quien como Gobernador de Oaxaca también tuvo errores, pero los señalamientos en su contra son los menos en comparación a quienes le siguieron en la gubernatura.

La charla termina pronto porque cada una tiene una agenda bastante apretada. Ella sale rumbo a algunas comunidades donde, en su función de directora del INAES revisará el rumbo que llevan proyectos de empresa social.

CUÉ, POR LA COALICIÓN PRD-PAN.

Alguna vez escuché decir que el Gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, era un demócrata. Y por lo tanto, le daban lo mismo los triunfos o fracasos electorales de sus aliados, y no estaba pensando en poner sucesor; que él, ya había pasado a la historia con haber destronado al PRI de su hegemonía estatal. Algo así, palabras más, palabras menos.

Sin embargo, parece sí importarle el rumbo de sus aliados. Claro, como que en éste también se juega su propio futuro político. Porque si el PRI recupera la gubernatura, seguramente habrá colaboradores encarcelados por cualquier manejo indebido de recursos públicos, y, en consecuencia, la imagen de su gobierno rodará por los suelos como ocurrió con Ulises Ruiz Ortiz, por ejemplo, aunque URO tiene partido.

Y Gabino Cué se ha asumido de la sociedad civil, pero se ha declarado de ideología de izquierda y simpatizante de las izquierdas. De hecho, el PRD lo asume como suyo. Por eso lo invitó a presenciar una de las sesiones del Congreso Nacional perredista, donde fue entrevistado por diversos medios de comunicación como la Agencia Quadratín.

En dicha entrevista, puntualizó: “Soy producto de una alianza y en Oaxaca no se hubiera dado la alternancia si no nos sumamos la mayor cantidad de las fuerzas políticas, entiendo que hay visiones al interior del PRD que no ven con simpatía las alianzas pero cuando hay objetivos mayores como consolidar gobiernos, es algo que se debe de revisar”.

Y consideró como “ideal” una alianza de “toda la izquierda”, pero ante la imposibilidad política, la alternativa sería una alianza como la del 2010, donde la izquierda fue junto con el PAN.

¿Qué tal? Más claro no puede estar el proyecto político del mandatario estatal.

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Correo: rosyrama@hotmail.com