Rosy RAMALES
Como los panistas tienen fama de religiosos, tal vez el presidente nacional del PAN, Jorge Romero Herrera, se sintió inspirado por el versículo bíblico que dice: “Yo buscaré a la oveja perdida, y haré volver a la descarriada…”
E hizo volver al blanquiazul a Germán Martínez Cázares, quien se fue con Morena de AMLO en ocasión de las elecciones del 2018 en que fue incluido en la lista plurinominal guinda al Senado; obtiene el escaño ganado, pero el entonces presidente López Obrador lo nombra director general del IMSS, donde estuvo medio año, pues renuncia y asume su escaño declarándose independiente y forma la bancada plural.
Fue breve tour por Morena, nada placentero para un panista de cepa como Martínez Cázares, cuya formación política y adoctrinamiento de origen son aspectos opuestos a Morena. Era algo así como mezclar el agua con el aceite. Claro, habrá quien se adapte, pero Germán no se adaptó.
Ahora regresa al PAN como militante. Pero en realidad regresó en ocasión de las elecciones del 2024, en que fue incluido por el blanquiazul en su lista plurinominal de diputados por la Quinta Circunscripción Electoral.
A ver si no para las elecciones del 2027 aparece en la lista pluri de otro partido político. No, porque no hay otro rentable más que Morena y Germán ya pintó su raya; y el PAN es la segunda fuerza electoral nacional aun con su baja votación de tres a uno frente al partido guinda.
En fin, no es mala idea abrir la puerta a quiene se fueron y regresan arrepentidos, como el caso de Germán Martínez, a quien el PAN ahora presume como la oveja que vuelve al redil…y como quiera que sea, es una oveja que se desprendió de Morena y por tanto, su regreso a Acción Nacional es un golpecito político al partido guinda.
¿Y LAS OTRAS OVEJAS?
Ahora, al dirigente nacional del PAN, Jorge Romero, le falta velar por las ovejas que tienen “la perniquebrada”, como en el versículo bíblico referido, donde también se habla de ‘fortalecer a la oveja débil’.
O sea, que la atención de Acción Nacional también sea para la militancia maltrecha, rota, herida, abandonada, sobre todo en las entidades federativas, donde el panismo apenas sobrevive. Que la dirigencia nacional vea nada más hacia el Sur-Sureste.
El blanquiazul es muy centralista, y según parece solamente vuelve los ojos a las entidades en época de elecciones, cuando ya es tarde. En cambio, Morena actúa todos los días, en todas partes; ahí está la ventaja.
MORENA, CON OVEJAS NEGRAS
A Morena se le ha dado por reclutar a ex priistas, ex panistas y ex petistas y todo cuadro político proveniente de otros partidos. Práctica que inició desde el 2018; Germán Martínez es un ejemplo, y que intensificó en el 2024 en una llamada política de alianzas para concretar el “Plan C”.
Reclutó al ex panista Javier Corral Jurado y al ex priista Alejandro Murat, y Alejandra del Moral, entre los nombres más conocidos. Porque en las entidades federativas, pululan los ex priistas y ex panistas que se han pasado a las filas guindas. Incluso, algunos para no verse tan mal, se refugiaron en el PVEM aliado de Morena.
Y más recientemente, a los Yunes del PAN, en su campaña de afiliación.
Metafóricamente, son como ovejas descarriadas; y algunas, son vistas como ovejas negras por sus antecedentes negativos cuando han desempeñado cargos públicos.
Preguntas: ¿Esas ovejas algún día volverán al carril? ¿Y con el solo hecho de pasarse a Morena dejan de ser ovejas negras?
En ambos casos, el riesgo es para Morena, que cargará con la mancha de las negras y con la pena por el retorno de las otras.
En fin, Morena debería reservarse el derecho de admisión. Sus nuevas adquisiciones, le van a pasar una mala jugada en el momento menos esperado.
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