Rosy RAMALES
Seguramente cuando la Cámara de Diputados apruebe el Presupuesto de Egresos de la Federación 2025, llamarán a la ciudadanía mexicana a “apretarse el cinturón”. Sin embargo, hay diputados que el único cinturón que se aprietan es el de aeronaves, como Ricardo Monreal Ávila.
Y como dice que no hipócrita, se sinceró declarándose usuario frecuente de aeronaves tras haber sido cachado subiéndose a un helicóptero junto con el polémico Pedro Haces, coordinador de Operación Política de Morena en la Cámara Baja.
Ricardo Monreal dijo:
“Sí es cierto, yo desde que era gobernador, después de vez en cuando uso vehículos así, de tipo privado, lo he hecho desde hace muchos años y lo sigo haciendo cuando hay emergencias, urgencias, no es a cargo del erario, no es a cargo de la Cámara”.
“No fue dentro de la oficina, no fue en sesión, fue simplemente el uso de un transporte privado. Lo hago con frecuencia, a lo mejor me van a ver seguido, nunca me ha gustado ocultar, no soy hipócrita, a veces uso ese tipo de aeronaves.”
Bueno, usa aeronaves ¿con frecuencia o a veces? Porque primero dijo una cosa y luego la otra. Ya ni Cantinflas en la película “A volar joven”.
Antes no dijo que en vez de cigüeña, lo trajo una aeronave.
Y ¿qué son para él las emergencias y las urgencias? ¿Una reunión con la presidenta Claudia Sheinbaum? ¿Una comida con líderes políticos? ¿Una entrevista? ¿Cualquier actividad en la Ciudad de México?
Francamente es un exceso el uso de aeronaves para trasladarse de manera frecuente de un lugar a otro en la misma capital del país. Choca con el principio de austeridad de la 4-T, aunque no haya sido con cargo al erario, lo cual no es creíble, salvo que Ricardo Monreal sea de los hombres más ricos de México, magnate.
CNDH
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo rechazó que el ahora expresidente Andrés Manual López Obrador haya intervenido en la reelección de María del Rosario Piedra Ibarra al frente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH); aceptarlo sería tanto como auto-anularse como la mandataria constitucional de nuestro país.
Está bien. Habrá que concederle el beneficio de la duda, sobre todo porque México necesita de una presidenta fuerte, con autoridad, liberada de toda sombra de AMLO. Aunque a ella también le toca poner su granito de área para ahuyentar los fantasmas del tabasqueño, cuya personalidad y liderazgo la persiguen.
Como sea, algo pasó. Porque la presidenta de la CNDH iba a ser Nashieli Ramírez Hernández, titular de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México; al menos su nombre estaba en boca de morenistas y personas afines a la 4-T relacionadas con la materia, además fue la mejor evaluada en el proceso de selección.
Contrario a Rosario Piedra, que resultó la peor evaluada. Así que solamente una persona poderosa o un ente con mucho poder, pudo hacer posible su reelección pasando por alto además el rechazo de organizaciones no gubernamentales y hasta la presentación de cartas apócrifas a su favor.
¿La impulsó el Ejército?, como declaró Alfredo Figueroa, exconsejero del IFE, en Aristegui En Vivo. Pero para cubrir espaldas, a la institución militar convenía más un perfil prestigiado, no el de Piedra Ibarra…¿o sí por obvias razones?
En fin, como haya sido, Rosario Piedra fue reelecta por unanimidad. Mismos morenistas que la rechazaban, tuvieron que tragar sapos y votar por ella, lo cual evidenció la línea de la más alta jerarquía. Igual y convenció a la presidenta Sheinbaum, quien, por cierto, dice que se deje de ver a las personas legisladoras como menores de edad, que éstas toman sus propias decisiones. Pero a decir verdad, no mueven ni las pestañas sin previa orden.
¿Y ahora? ¿Qué va a pasar con la CNDH? ¿Qué va a pasar con los derechos humanos de los gobernados? Una Comisión con una titular tan cuestionada como Rosario Piedra, no sirve ni a la ciudadanía, ni al país, ni al gobierno. Su tiempo se agotó en cinco años sin resultados, en que ni siquiera se supo ganar la confianza ciudadana.
Aunque, optimista, el senador Gerardo Fernández Noroña confía en que el desempeño de ella mejore en esta segunda oportunidad al frente de la CNDH. Cosa bastante en duda.
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