Rosy RAMALES
Parece lejos cuando se dice “las elecciones 2024”. Pero realmente la justa electoral está a la vuelta de la esquina, considerando que el proceso federal concurrente con los procesos locales arrancarán en la segunda mitad del año en curso, entre septiembre y noviembre.
Ya falta poquito: Entre cinco y siete meses. ¡El tiempo se va volando! Apenas celebramos el Año Nuevo y ya estamos en abril; acabamos de pasar la Semana Santa y ya vamos rumbo al Verano. Y el sexenio presidencial prácticamente se encuentra en la recta final.
Así que se hace tarde para cualquier reforma electoral de fondo, pues el plazo constitucional vence a finales de mayo, ¡el próximo mes! También se acerca el momento de la firmeza de la normatividad electoral.
A los partidos políticos se les hace tarde para amarrar sus alianzas electorales, aun cuando tienen margen de aquí al registro formal de las mismas que es poquito después del inicio del proceso electoral correspondiente. Pero si quieren alianzas bien planeadas, mejor ir dándoles forma desde ahora.
Más tarde se les hace para perfilar probables candidaturas. En eso, Morena les lleva ventaja en cuanto a presidencial; su jefe político, Andrés Manuel López Obrador, se adelantó como un año con el destape de las ‘corcholatas’: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López Hernández. Después incorporó al senador Ricardo Monreal Ávila, como muy a la fuerza, pero finalmente le dio acceso al ‘corcolaterío’.
En la oposición todavía no hay claridad sobre cuadros perfilados. Hay aspirantes sí, pero ninguno, ninguna, como para apuntarla sin lugar a dudas como una candidatura natural o al menos medianamente competitiva, a lo cual se suman los pleitos internos y la ambición de las propias dirigencias partidistas que no les permiten jugar ampliamente.
Claro, apenas vienen los procesos internos partidistas, empiezan poquito después del inicio del proceso electoral. Ese es el momento legal. Pero en el campo fáctico es necesario el fogueo previo sin caer en actos anticipados de precampaña o campaña.
Es como soltar la “caballada” para ver qué ejemplar tiene mejor alcance. En los partidos políticos deberían decir a sus cuadros: “Vayan todas y todos los que aspiran, busquen la postulación”. Es un arma de doble filo, porque implica cierto riesgo en la unidad interna, pero quien conoce las reglas no escritas debe acatarlas. A partidos como el Revolucionario Institucional, ayudaría mucho a revitalizar la militancia.
Pero el PRI y el resto de la oposición hace todo lo contrario, son partidarios de la framosa frase “quien se mueve no sale en la foto”, la cual ya quedó en desuso. Así que las y los aspirantes andan moviéndose con poco margen a riesgo de ser mal vistos por las cúpulas. Ahí está por ejemplo el caso de Claudia Ruiz Masssieu.
No hay como que el presidente del partido salga con todas las ‘corcholatas’ de lado a lado, dándo así además una muestra de verdadera unidad interna.
Pero como el dirigente nacional priista, Alejandro Moreno Cárdenas, también quiere la candidatura, pues será imposible ver de esas muestras de unidad. Al líder panista, Marko Cortés, también le late el corazón por la postulación presidencial, aunque él se ha visto algo más incluyente.
OTROS CARGOS
En el 2024 no solamente habrá elección presidencial, sino también elecciones para renovar las cámaras del Congreso de la Unión: Senadores y diputados. ¿Y qué partido político a destapado sus ‘corcholatas’? Solo en Morena, en algunas entidades federativas, les han permitido placearse; en la oposición quieren estática a la militancia.
También habrá elecciones locales en una treintena de entidades federativas para algún cargo de elección popular, ocho de las cuales renovarán gubernatura: Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán. Mientras en la Ciudad de México habrá comicios para la jefatura de gobierno, 66 diputaciones locales (33 de mayoría relativa y 33 de representación proporcional) y 16 alcaldías.
Y 30 entidades federativas renovarán Congreso, y algunas, como Oaxaca, también ayuntamientos.
Pregunta: Los partidos políticos ¿ya tendrán ‘corcholatas’ para todos los cargos populares a elegirse en 2024, federales y locales? Por eso pierden, porque no hacen su planeación a tiempo; lo dejan a la buena voluntad de las dirigencias partidistas.
No les importa la competitividad, sino las componendas, los arreglos, los acuerdos. A ver cómo se reparten el ‘pastel’ en la cúpulas, o entre partidos aliados.
La oposición ha llegado al extremo de preocuparse más por los cargos populares que pueda obtener mediante el principio de representación proporcional o por primera minoría, que por ganar las posiciones de mayoría relativa. Es como estar mentalizados para perder y no para ganar.
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