Rosy RAMALES
Ahora sí las diputadas y los diputados del Congreso de Oaxaca merecen un aplauso. Ya en la recta final de su mandato ¡se pusieron a trabajar! Y aprobaron la desaparición del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial, tan solicitada por colegios y barras de abogados.
¡Se había convertido en un “elefante blanco”.
Y el recurso de los altos sueldos de los consejeros de dicho órgano (alrededor de 250 mil pesos mensuales cada uno) hace falta para terminar de habilitar las salas de los juicios orales del nuevo Sistema Penal y para dotar de los insumos mínimos a los juzgados.
Vaya, en ocasiones los litigantes tenían que poner papel, tinta, lapiceros y cosas indispensables para que pudiera darse trámite a sus asuntos porque en los juzgados no hay o no había ni útiles ni las condiciones, lo cual retrasaba la impartición de justicia.
Por decirlo de algún modo se hacía nulo el principio de la justicia pronta y expedita.
Y eso que un fin del Consejo de la Judicatura era no distraer a los juzgadores de las actividades administrativas y de disciplina de los miembros del Poder Judicial de Oaxaca. Sin embargo, el gasto ha sido tanto que, como dice la voz populi, el tiro salió por la culata.
Y en los últimos años empeoró porque los magistrados y jueces que fungían como consejeros del citado Consejo, peleaban con el resto de los juzgadores que no estaban de acuerdo con la existencia de un “elefante blanco”; el Poder Judicial ya mostraba una grave división.
Ah, pero, como el Chapulín Colorado, diputados y diputadas llegaron a salvarlo y, después de largos meses de debate social, al fin aprobaron la desaparición del Consejo de la Judicatura, el cual será sustituido por una Junta de Administración Vigilancia y Disciplina.
Esa junta tendrá menos integrantes: La presidirá el presidente del Poder Judicial, un magistrado y un juez, nada más. Ya no habrá representantes del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo, como los había en el Consejo.
Ups. ¡Imagínense que un magistrado se meta en las funciones del gobernador, o en las funciones del presidente de la Junta de Coordinación Política de la Legislatura!
Precisamente por tanta incongruencia en el Poder Judicial el virtual Presidente Electo Andrés Manuel López Obrador, en su Proyecto de Nación, propone la desaparición del Consejo de la Judicatura Federal.
Plantea “La mesa de análisis para el reordenamiento administrativo de la SCJN y del Consejo de la Judicatura Federal”, cuyo planteamiento se puede consultar en el resumen ejecutivo de su Proyecto de Nación.
En el resumen se lee la acertada justificación: “A poco más de veinte años de su creación, cada vez es más apremiante revisar las facultades y carga administrativa del Consejo de la Judicatura Federal. Con un costo presupuestal cada vez mayor y una Suprema Corte creciendo en cuestiones administrativas, es impostergable llevar a cabo un rediseño para mantener la eficiencia institucional de ambos organismos, ya que constituyen la cúspide del Poder Judicial”.
Más adelante, refiere: “Modificar o reformar estructuras del Poder Judicial, cualquiera que sea su nivel (federal o local) repercute directamente en las personas que enfrentan un litigio, sometiéndolas a retrasos en sus juicios. Sin embargo, la magnitud de los presupuestos asignados, en términos de una austeridad republicana, y la importancia de la tarea jurisdiccional, ameritan una revisión a esas estructuras institucionales”.
Y entre las líneas de acción, el Proyecto de Nación de AMLO plantea:
Convocar a las universidades, colegios de profesionistas, a los jueces y magistrados, y a la sociedad en general, “a discutir en torno a por lo menos tres temas importantes”, entre los cuales anota en primer lugar:
“Suprimir el Consejo de la Judicatura Federal y crear, en su lugar, una Sala más dentro de la Suprema Corte, totalmente dedicada a las funciones del Consejo. Esto con el objetivo de generar ahorros administrativos y, al mismo tiempo, evitar injerencias de los otros dos poderes (el Ejecutivo y el Legislativo) sobre el Judicial.”
Como decíamos en columna anterior, la de AMLO es una propuesta muy sensata. Y como estamos en un Pacto Federal, necesariamente la propuesta bajará al Poder Judicial de las entidades federativas, ahorcados económicamente por un oneroso Consejo de la Judicatura, donde los integrantes del mismo ganan igual o más que el Presidente de la República.
¡Y Oaxaca va a la vanguardia!, porque en el Congreso Local acaba de aprobar la desaparición del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado, aunque en sustitución no creó una sala administrativa, sino una Junta, que me parece es mejor.
DIVISIÓN DE LA BANCADA DE MORENA
Muchos intereses de por medio para desaparecer tan oneroso e inútil Consejo. Por algo hubo entidades federativas que de plano nunca lo crearon. Claro, es un órgano que puede funcionar en una enorme estructura como la del Poder Judicial Federal, pero no en estructuras pequeñas y menos en entidades en extrema pobreza como Oaxaca. ¡Era un contrasentido!
Es más resulta tan costoso, que, como ya referimos, AMLO plantea desparecerlo. Tal planteamiento animó a los diputados oaxaqueños para hacer lo propio con el Consejo de la Judicatura del Poder Judicial Local. Y fue toda una hazaña conseguir el consenso de la mayoría.
¿Cómo se consiguió? Es algo interesante de indagar.
Lo que por lo pronto llama la atención es la división de la fracción parlamentaria de Morena, de la cual se esperaba una votación a favor uniforme desde el momento en que AMLO plantea la desaparición del Consejo de la Judicatura Federal como una medida de austeridad republicana.
A los diputados locales de Morena hasta les vestía aprobar la desaparición del Consejo de la Judicatura oaxaqueña.
¡Pero votaron divididos! Ups. León Leonardo Lucas, Candelaria Cauich Ku, Fernando Lorenzo Estrada y Javier Valásquez Guzmán, votaron a favor; y ocho en contra.
¿Por qué? ¿Qué interés tiene cada grupo morenista cuando hubiera sido tan fácil guiarse por el planteamiento de AMLO? Además, por las voces de diversos colegios,
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