Rosy RAMALES
La gente caminaba del crucero hacia la sede del Congreso del Estado de Oaxaca. Un cerco policíaco impedía el acceso en vehículo. Ya para llegar, había otro. De hecho, había cercos de uniformados en los caminos a todos los accesos a la sede legislativa. Así que las personas invitadas dejaron su automóvil en la avenida cercana al CRIT y caminaron.
Pero las diputadas y los diputados electos entraron con autos previa identificación. Y qué autos: Camionetas y coches de super lujo. Nada de pequeñeces o austeridad.
Eran las 08:30 horas de este miércoles. La explanada del Congreso estaba ya abarrotada de gente traída quien sabe de dónde. Eran simpatizantes de algunas diputadas o diputados electos. “A ver, qué se escuche la gente de la Sierra”, decía la maestra de ceremonias intentando entretener a la gente, porque el acto protocolario de instalación de la LXVI Legislatura estaba programado a las 10:00 horas conforme la ley.
El recinto legislativo también ya estaba bastante concurrido. La galería central se destinó al funcionariado del gabinete estatal. Muy puntuales ahí se sentaron la titular de la SEP, Delfina Guzmán Díaz; el secretario de Cultura, Víctor Cata; las secretarias de Bienestar, Luz Hernández Rojas, y de Movilidad, Claudina DeGyves; y de Pueblos Indígenas, Bertha Ruth Arreola; así como el director del IEEPCO, Emilio Montero, quien en ese momento concedía una entrevista a reporteros de la fuente sobre el pasillo.
La primera hilera de las galerías contigua a la central, después del pasillo, se destinó a la prensa. Y el resto de las galerías a las personas invitadas de las diputadas y los diputados electos; tres por cada uno y con pase, aunque algunos llevaron más de tres y hasta niños. El ex priista Eviel Pérez Magaña, su esposa y su papá, se sentaron hileras arriba atrás de la prensa, para ver la asunción de Gaby Pérez como diputada del PVEM en la Legislatura entrante, la segunda en que actúa como tal, aunque en la primera entró por el PRI; Eviel, muy delgado, se veía contento, orgulloso, de su hija, heredera de sus pasos en la política.
Gaby, quien será la coordinadora de la bancada del Verde, lucía falda de olanes, tipo campesina, blusa glamourosa color hueso y el cabello recogido. La diputada electa Haydeé Reyes Soto, de vestido beig y cabello suelto peinado ondulado, caminaba por el pasillo central de las galerías, venía de buscar dónde sentar a su familia porque le quitaron los lugares. Por ahí también caminaba el diputado electo Nicolás Feria Romero, de traje azul turquesa, botas y sombrero tejano; llevaba de la mano a su hijo, de unos tres o cuatro años de edad, vestido igualito que él con todo y sombrero; seguro que cuando crezca le va a reclamar.
Llegó la consejera presidenta del IEEPCO, Elizabeth Sánchez González, para sentarse en el ala izquierda de las galerías. Poco después, también los secretarios de las Infraestructura, Netzahualcóyotl Salvatierra, y de Economía, Raúl Ruiz, y la secretaria de Turismo, Saimy Pineda, quien lucía un vestido color vino entalladisimo de cierre desde la nuca hasta la mitad de la pantorrilla, casi tipo María Victoria; antes de sentarse concedió una entrevista a reporteros de la fuente.
María Eulalia Velasco Ramírez, mamá de Saymi, tomaría protesta como diputada de la entrante LXVI Legislatura, por el partido Fuerza por México, pero de Morena.
Muchas mujeres de la 4-T en dos años han cambiado los vestidos regionales, por atuendos occidentales de última moda, finos, caros.
Diputadas y diputados electos se tomaban fotos en el área de las curules, en grupo o selfies para subirlas a sus redes sociales. Así como niños con juguete nuevo. Algunas diputadas electas, vestían el traje regional del Istmo, como Dennis García Guitérrez y Kelly Jannet Cabrera González; otras, lucían atuendos estilizados, como Elisa Zepeda Lagunas, que portaba un bonito vestido en línea “A” con listones de la Sierra Mazateca, y Karla Clarissa Bornios Peláez, de traje sastre negro con bordados lilas.
En tanto, afuera, la maestra de ceremonias continuaba entreteniendo a la gente que acudió a ver, en pantalla, la toma de protesta de las y los diputados entrantes. Aguardaban debajo de un gran toldo blanco, viendo hacia el edificio principal de la sede legislativa y en dirección a un presídium donde se leía la leyenda: “Con el pueblo todo, sin el pueblo nada.” Un poco contrastante con los cercos policíacos, que si bien eran para contener cualquier manifestación –que no la hubo–, reflejaban una barrera entre representantes y representados.
Una banda de música de niños de Tlaxiaco deleitaba a la concurrencia hasta con canciones de protesta. Había matracas. La gente ensayaba porras.
Diputadas y diputados electos, seguían llegando junto con sus invitados. Por el lado del estacionamiento exclusivo para legisladores, llegó el priista Javier Casique Zárate, quien será el único diputado del otrora hegemónico PRI, porque Lizbeth Concha Ojeda renunció a la militancia priista y va a integrar una bancada “independiente” junto con la ex panista Naty Díaz. Casique llegó acompañado de Heliodoro Díaz Escárraga; ambos trajeados.
Por la puerta principal al recinto legislativo entró Raynel Mijangos, trajeado como muñequito de pastel. Igual el petista Dante Montaño Montero.
El director de Infraestructura Educativa, Alejandro López Jarquín, se detuvo a saludar a reporteros al pasar por el pasillo central del recinto legislativo. Su esposa, Tania López López, asumiría el cargo de diputada por el PVEM, pero de Morena. “Y la dejas, nada de estarle diciendo cómo”, bromearon al también ex diputado, quien sonriendo contestó: “Sí, claro, yo nada más viene a verla”.
El diputado en funciones y electo Sergio López Sánchez y Benjamín Viveros Montalvo en ese momento se saludaban con un fuerte abrazo, así como en una tácita entrega de estafeta de la presidencia de la Junta de Coordinación Política. Estaban a la mitad del área de las curules.
10:15 horas. Inició la sesión de instalación, previo llamado del presidente de la Mesa Instaladora, Sesúl Bolaños (diputado saliente), a diputados y concurrencia de ocupar sus lugares. Honores a la Bandera con una escolta militar, Himno Nacional, Honores a la Bandera para cerrar el acto cívico.
Un pase de lista para anotarse porque será de los pocos en que concurran los 42 diputados y diputadas de la entrante Legislatura. Y se procedió a la elección de la Mesa Directiva por cédula y escrutinio secreto; un procedimiento en que las y los diputados entrantes anotan en una tarjetita (que les pasa personal del Congreso) propuestas de integración y luego se seleccionan y se cuentan.
Uno a uno, una a una, conforme escuchaban su nombre las diputadas y diputados entrantes pasaron a depositar la tarjetita a la urna translúcida puesta en el presídium legislativo, con todas las miradas puestas en ellos y en ellas. Y desde ahí se vio el negro vestido corto de Liz Concha, que dejaba ver mucha pierna; el huipil largo de Conny Rueda; el sombrero color irreverente de otro de los diputados.
Javier Casique se sentó en la equina del ala derecha de las galerías, hasta adelante; tres curules hacia el centro, se sentó Liz Concha. En medio de ambos, las y los petistas, Biaani Palomec Enríquez, Dante Montaño e Irma Pineda Santiago; la primera, es esposa del diputado saliente Noé Doroteo Castillejos. Naty Díaz en la misma hilera. Alejandra García Morlan, de MC, en la misma ala de curules, pero más pegada a las galerías.
Una vez que la secretaría contó las cédulas se anunció el resultado que ya estaba pactado: 42 cédulas a favor de Naty Díaz como presidenta de la Mesa Directiva, Dennis García Gutiérrez como vicepresidenta; y como secretarias Eva Diego Cruz, Mónica Belén López Javier y Biaani Palomec Enríquez.
La integración de Bianni reflejó que Morena ya sumó al PT, partido cuyo líder Benjamín Robles Montoya, trajo entre ceja y ceja las candidaturas de Morena al Senado con rozón directo al gobernador. Se creyó que por eso Morena haría a un lado a los petistas en la integración de los órganos de gobierno de la Legislatura local, pero no.
Naty, de vestido verde olivo como el color de sus ojos, rindió protesta como diputada (es como la enésima vez), asumiendo la presidencia de la mesa para enseguida recesar la sesión tras la designación de una comisión de cortesía para acompañar al gobernador Salomón Jara Cruz y a la magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Berenice Ramírez Jiménez, hasta la mesa del presídium para atestiguar la toma de protesta de los diputados y las diputadas de la LXVI Legislatura.
Un hecho casi inédito. Parece que es la primera vez que un mandatario acude a la instalación de la Legislatura; generalmente es un acto protocolario nada más entre la Mesa Instaladora y las y los diputados entrantes. Generalmente el día destinado a la presencia del gobernador es el 15 de noviembre para presentar su informe; que, por cierto, en lo sucesivo será el 1º de diciembre.
Unos cinco minutos después, el gobernador Salomón Jara entró por la puerta principal, se apeó por el pasillo central hasta llegar al área de curules, donde se detuvo a saludar de mano a todas y todos los diputados entrantes; orgulloso de su Legislatura, porque Morena tiene 22 diputaciones directas, más 3 postuladas por el Verde pero que formarán parte de la bancada de Morena, más otras 3 igual de Fuerza por México, más quienes se quedan en las bancadas de estos partidos aliados, más la bancada “independiente” o “plural…son alrededor de 37 de 42, a quizá 40.
Después del saludo, Salomón Jara, líder cameral de facto, subió al sitio de la Mesa Directiva donde ocupó el lugar junto a Naty Díaz, a la derecha; la magistrada Berenice, se sentó a la izquierda. Naty procedió hasta entonces a tomarle la protesta a las diputadas y a los diputados entrantes, luego ella pronunció un discurso vano, con algo de acento opositor, pero más conciliador, con referencia al humanismo, pero quien sabe si evocando al humanismo panista o al humanismo morenista.
Y así concluyó el acto protocolario; por cierto, bastante cambiado al indicado en la ley. Se tomaron la foto del recuerdo, que no institucional, con el líder, que no Viveros, sino Salomón Jara.
De ahí, las diputadas y diputados se trasladaron al templete dispuesto en la explanada del Palacio Legislativo, donde la concurrencia ya estaba agobiada de tanto calor a pesar del toldo blanco, con sed y con hambre; estaban ahí desde antes de las ocho de la mañana.
Un escenario para un acto político innecesario. La campaña ya terminó, la mayoría y el liderazgo se mostró en la ceremonia protocolaria, y el compromiso con el pueblo lo demostrarán en el ejercicio de la función legislativa.
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