La propuesta congruente es la de Carmelita: ¡Gobernador de cinco años!

*.- Cara o cruz: Un próximo gobierno más caótico o de estabilidad.

*.- Gato encerrado

Rosy RAMALES

Trascendió que hoy, durante la sesión ordinaria de la Legislatura Local, la diputada priista Carmelita Ricárdez Vela presentará una iniciativa de ley para homologar las elecciones de Gobernador de Oaxaca a las elecciones federales, pero hasta el 2021, por lo cual su propuesta es elegir en el 2016 a un gobernador de ¡cinco años!, y en el 2021 al de seis años, en elección concurrente con la de diputados federales.

Dicen que la iniciativa la firma solamente ella. ¡Uy! O sea que está en desacuerdo con la propuesta de su ¿bancada? de homologar las elecciones de gobernador al 2018, junto con la de Presidente de México, diputados federales y senadores; y para ello el planteamiento es elegir en el 2016 a un gobernador de dos años, y en el 2018 al de seis años.

¿Qué dirá el resto de la fracción parlamentaria? Pues deberían aplaudir a Carmelita Ricárdez y adherirse a su iniciativa, porque la propuesta de un gobernador de cinco años para la homologación con las elecciones federales ¡intermedias! del 2021, es una propuesta congruente con la realidad y necesidad del estado de Oaxaca.

Y, además, hasta le convendría al PRI porque, como lo planteamos en ocasión anterior en base al caso Guerreo, la figura emblemática de Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial en el 2012, jaló todas las lecciones en aquella entidad federativa. Y aquí en Oaxaca también lo vivió el Revolucionario Institucional: La izquierda ganó diez de los once distritos electorales federales, y los priistas obtuvo solamente Juchitán de Zaragoza con Samuel Gurrión Matías como candidato.

Pero amén de la conveniencia o no para el PRI, los diputados, no solamente los priistas, sino también los coalicionistas, deben analizar muy bien la mejor propuesta de homologación de elecciones en beneficio de nuestro querido y maltratado estado de Oaxaca.

Los diputados coalicionistas, al parecer, por las declaraciones hechas por el diputado Jaime Bolaños Cacho, del PRD, están a favor de la propuesta de un gobernador de dos años. Aunque seguramente habrá legisladores coalicionistas con definición respecto del gobernador de cinco años. Y miren, ayer el jefe político de ellos, al anunciar que enviará su iniciativa de ley para la reforma electoral, dijo estar de acuerdo con un gobernador de dos años.

Claro, hizo énfasis en que los diputados decidirán si el próximo gobernador será electo para un mandato de dos o para cinco años de manera transitoria para llegar a la homologación con las elecciones federales. Sin embargo, cabe preguntar: “¿La opinión será una sutil línea?”

¿EL CAOS O LA ESTABILIDAD?

Un Gobernador necesita un Plan de Desarrollo, el cual presenta después de haber asumido el cargo y para elaborarlo se lleva algunos meses, a pesar de que durante la campaña recoge las demandas de la población. Claro, un Plan de Desarrollo es algo serio, es como la columna vertebral del ejercicio de gobierno.

Gabino Cué Monteagudo presentó dicho Plan casi al año (o pasadito). ¿Recuerdan? Hubo un equipo de especialistas, foros y demás, para elaborarlo. En aquella ocasión trascendió que alguien del equipo se enojó y se fue con todo y Plan. Por eso el mandatario tardo en presentarlo.

¿Imagínense si a un gobernador de dos años le daría tiempo de elaborar un Plan de Desarrollo? Tal vez. ¿Pero ejecutarlo? ¡Y debe concluirlo durante el mandato! ¿Y qué puede hacer en dos años?

Miren, generalmente el primer año de gobierno es para acomodarse, cumplir compromisos, ir tomando el control. Y si quien gana la elección de gobernador, no es del grupo del antecesor, uy, desemboca en conflictos financieros, políticos y hasta penales.

De por sí el primer año es complejo, con pocos recursos si acaso algo deja el gobernador saliente, considerando el “Año de Hidalgo”. En la misma experiencia del gobierno de Cué, en el primer año no había dinero para obra… bueno, no había dinero para nada…incluso, a estas alturas del sexenio los déficits financieros agobian al estado.

Y si es en concurrencia con las elecciones presidenciales, ¡ni a nivel federal habría flujo de recursos de acuerdo a las necesidades de los gobernados! No quiero ni imaginar el tamaño de la crisis económica, política y social en Oaxaca. Más si el gobernador resulta de una filiación política al Presidente de México.

Ahora, pregúntense cuál será la reacción de los profesores ante un gobernador de dos años. Ojalá y que no, pero si el conflicto magisterial se agudiza, el gobierno actual le aventará la papa caliente al sucesor.

En fin, hay muchas desventajas y riegos para Oaxaca con un gobernador de dos años.

GATO ENCERRADO

Ayer platicaba con amigos especialistas en temas políticos y electorales y coincidían (y coincido también) que en la propuesta de homologación de las elecciones locales a las federales vía un gobernador de dos años, hay gato encerrado.

Y un clarísimo síntoma es la premura, la ansiedad, de hacer una reforma electoral en tal sentido, así de buenas a primeras, amén de que son los tiempos para la reforma electoral local rumbo a las elecciones del 2016.

Ahora que si los diputados de la ¿bancada? priista ya se arrepintieron de la propuesta de dos años, y Carmelita viene en el auxilio de ellos, pues entonces ¡viva la sensatez!

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Correo: rosyrama@hotmail.com


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