Rosy RAMALES
Hace unos días, el Fiscal General del Estado de Oaxaca, Bernardo Rodríguez Alamilla, afirmó que “la reingeniería iniciada en el organismo procurador de justicia avanza de la mano de la plantilla laboral” de dicha institución.
Exactamente es lo que se necesita en la Fiscalía: Una reingeniería. Y para ello se necesitaba un técnico como él, quien hemos visto (en redes sociales) haciendo nombramientos en áreas estratégicas del organismo a su cargo, atendiendo personalmente a autoridades municipales, supervisando el avance de las carpetas de investgación sobre diversos delitos.
Y también dándole especial énfasis a temas tan sensibles como los feminicidios; uno de los Talones de Aquiles del estado de Oaxaca. Ojalá que ahora que está al frente de la Fiscalía una persona con formación en derechos humanos, comprometido con la sociedad como Alamilla se pueda dar con todos los responsables del asesinato de la joven María del Sol Cuz Jarquín, hija de la periodista Sol Jarquín.
La administración anterior de la Fiiscalía no pudo, probablemente por tinte político en el caso y el consecuente manoseo de los hechos. Esperemos que con el nuevo gobierno del mandatario Salomón Jara Cruz y con el nuevo Fiscal, se enderece la investigación para hacerle justicia a María del Sol.
Nuestra querida colega Sol lleva casi un sexenio esperando que llegue la justicia, para lo cual también es necesaria la correcta impartición de justicia por parte del Poder Judicial, en el cual, por cierto, igualmente es indispensable una reingeniería.
En fin, el Fiscal Bernardo Rodríguez Alamilla, “durante un recorrido por las distintas áreas que conforman la Vicefiscalía Regional de la Cuenca, resaltó la importancia de mantener cercanía permanente con quienes día con día brindan atención a la sociedad, para establecer acciones que permitan mayor eficacia en las funciones de la institución.”
Pues sí, la plantilla laboral suele ser el rostro de las instituciones.
¿Y qué es reingeniería? Encontramos varios conceptos, entre los cuales está el siguiente: “Es la revisión fundamental y el rediseño radical de procesos para alcanzar mejoras espectaculares en medidas críticas y contemporáneas de rendimiento, tales como costos, calidad, servicio y rapidez. (Hammer y Champy, p.34)”
Y el concepto aplica en diversas materias, incluyendo la política y la administración pública.
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