Rosy RAMALES
De por sí era evidente que la candidatura presidencial de la oposición agrupada en el Frente Amplio por México o alianza “Va por México, no saldría del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por varias razones, entre las siguientes:
Por falta de cuadros competitivos que por sí mismos pongan en riesgo o cuando menos le peguen un susto a Morena en las elecciones de 2024. Claro, uno solo.
Por el desprestigio que malos cuadros priistas le generaron a su partido, cuyo ejercicio de gobierno aún está muy fresco en la mente, corazón y vida de la mayoría de la ciudadanía mexicana. Lástima por los buenos priistas, porque sí los hay.
Por la pésima dirigencia nacional priista encabezada por Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito”), quien suma otros puntos negativos: Su mala fama y la sospecha sobre un acuerdo con AMLO para descarrilar a la oposición, que hasta ahora no ha pasado de ser un mero rumor.
Y ahora además por la declinación de aspirantes priistas a participar en el proceso simulado al cual han llamado Coordinación Nacional para la Construcción del Frente Amplio por México, que en realidad es un método anticipado para seleccionar la candidatura presidencial de tres partidos a coaligarse: PAN-PRI-PRD.
Ya solo le quedan dos aspirantes priistas: Beatriz Paredes Rangel y Enrique de la Madrid, a menos de que en el registro para dicha Coordinación el número aumente o disminuya más.
Si se reduce más o de plano todos se bajan de la contienda interna, la candidatura la pondría el Partido Acción Nacional (PAN), máxime cuando Xóchitl Gálvez Ruiz se ha posicionado en el ánimo del electorado para representar al Frente en la elección presidencial de 2024.
Y es un decir que el PAN pondría la candidatura, porque la hidalguense no está afiliada a Acción Nacional, aunque se le identifica con éste y forma parte de su Grupo Parlamentario en el Senado de la República.
No obstante, parece que se hará realidad aquello difundido a principios de año sobre un acuerdo del PAN, del PRI y del PRD: Que el Revolucionario Institucional pondría las candidaturas a las gubernaturas de Coahuila y el Estado de México, y Acción Nacional la presidencial.
Aunque después dijeron que no era así, sino que tendrían la responsabilidad del desarrollo del proceso de las postulaciones. ¿O lo dijeron para calmar a la militancia de los tres partidos?
Pero nadie de las y los aspirantes que siguen firmes en participar en el proceso tiene la fuerza que viene agarrando Xóchitl Gálvez. El riesgo es que si el Frente no va en serio, tampoco la hidalguense será su candidata presidencial, quien al menos le garantiza a los tres partidos políticos una digna votación para no perder el registro nacional.
Francamente, los tres partidos no están en condiciones de imponer una candidatura: No tienen dinero, no tienen estructura electoral. Lo único que les quedaría sería optar por un perfil altamente competitivo para la elección presidencial.
Por lo pronto, hasta la mañana de este lunes seguían firmes en participar, además de Xóchitl, Beatriz Paredes, Enrique de la Madrid y Santiago Creel, a menos de que haya sorpresas en el momento del registro para el proceso de selección de la Representación Nacional del Frente Amplio por México.
Y conforme a lo informado por los tres partidos, la primera etapa comenzará el 4 de julio, con los registros de las y los ciudadanos que quieran participar, ante la Comisión o Comité respectivo; o sea, este martes.
¿POR QUÉ SE BAJÓ ALEJANDRO MURAT?
El exgobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa el fin de semana en un video en redes sociales anunció que no participará en el proceso para elegir al Representante Nacional del Frente Amplio por México, porque el método “deja más dudas que certeza”.
¿En verdad es por el método? Bueno, obtener el respaldo de 150 mil firmas es algo complejo. Peo sería lo más fácil cuándo alguien tiene la base política, social y electoral; es decir, el respaldo de la militancia del partido y de la ciudadanía, o al menos de la militancia, que garanticen el éxito en los sondeos y en la consulta.
Entonces, ¿Alejandro Murat carece de ese respaldo? ¿Y tampoco soplaron a su favor los vientos de la ‘cargada’ priista? ¿Se baja sin obtener nada? ¿O ya pactó una candidatura al senado para él, y a diputaciones federales para miembros de su grupo político? Además de postulaciones a los cargos populares locales en Oaxaca.
En fin, el método parece un método de depuración de la numerosa lista inicial de aspirantes, varios de los cuales han dimitido ante los ‘candados’, empezando por el número de firmas.
Quizá unos se bajaron con alguna otra candidatura en la bolsa, otros sin nada, como tal vez sea el caso de Claudia Ruiz Massieu, cuyo nombre se encuentra entre los senadores que este día prodrían anunciar su renuncia al PRI.
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