DEL ZÓCALO A LOS PINOS: “En segunda vuelta, hubiera reconocido mi derrota ante AMLO”

Raúl CASTELLANOS

“EN SEGUNDA VUELTA HUBIERA RECONOCIDO MI DERROTA ANTE AMLO” –Felipe Calderón dixit-; partiendo de la base de que el Comandante Supremo de la “Band of Brother’s” está en pleno uso y disfrute de sus derechos –humanos y constitucionales- a decir cualquier cosa, incluyendo mentiras y despropósitos; el pasado lunes atendiendo a sus –muy probables- cuentas alegres y en el contexto del triunfo de Mauricio Macri en Argentina se pronunció por establecer en la “hermosa República Mexicana” –Televisa dixit-, aprovechando que al PRI se le ocurrió darle de escobazos al panal de las reformas electorales, la “segunda vuelta” en las elecciones del 2018; su afirmación, literal, que inicia estas líneas, revela no solo un oportunismo trasnochado, que honra la conseja popular de “si no fue en tu año no fue en tu daño”, sino además, por la forma en que la fraseó parece más una confesión de parte, de esas que se salen cuando te traiciona el subconsciente, “hubiera reconocido mi derrota”, frase contundente no condicionada a la celebración de una segunda ronda –de votación no de “wiscachos”- y al resultado de ella; es, su afirmación –también- una falacia, el 24 de julio del 2006, Andrés Manuel le dirigió una carta invitándolo a realizar, bajo el amparo de la denominación de origen “voto por voto casilla por casilla”, una “segunda vuelta” no contemplada en la ley, pero tampoco prohibida, por lo que partiendo del supuesto de que, lo que no está interdicho está permitido, hubiera sido–aquí si vale la invocación- políticamente válida y resuelto un diferendo de gran peso histórico; en el texto se le conminaba “lo más conveniente para México es que ambos aceptemos el recuento de los votos y nos comprometamos a respetar el resultado”, por supuesto Calderón nunca admitió ni dio respuesta, por lo que a “toro pasado” es el menos indicado para andar proponiendo tal posibilidad; pero más allá de lo anecdótico, el tema de la segunda vuelta ha sido recurrente en el debate nacional, en América Latina son 14 países, bueno 15 si incluimos a Cuba, que la contemplan, en cada uno de ellos ha funcionado de diferente forma, con éxito, sin duda, en Argentina, Brasil, Chile e incluso recién en Guatemala, en otros es letra muerta debido a que la preeminencia la tiene la “presidencia vitalicia”, Bolivia, Ecuador, Nicaragua; como se advierte, la segunda vuelta, es un instrumento de la democracia, que puede y no, resolver otros problemas de la democracia, el de la gobernabilidad por ejemplo y también tiene que ver con el grado de cultura y formación política de una sociedad e incluso hasta con su templanza histórica, los argentinos, chilenos, brasileños, que sufrieron y padecieron represivas dictaduras, difícilmente tienden a caer en el canto de sirenas de las alianzas coyunturales, incluso, hasta cuando imponen un giro ideológico como acaba de suceder en Argentina ; el tema no es menor y nunca dejará de ser actual, quienes ponderan la segunda vuelta le adjudican como virtud principal el permitir alcanzar presidencias fuertes y legitimas; en contrario, son varios los argumentos que se esgrimen, veamos: termina siendo fuente de crisis institucional, los presidentes electos con mayorías electorales artificiales sobredimensionan su fuerza relativa y tienden a la parálisis si enfrentan Congresos sin mayoría, fomenta la crispación y en consecuencia la polarización, no genera coaliciones reales, de gobierno, solo coyunturales que terminan enfrentadas, fomenta mayorías negativas, gana el perdedor, aumenta los costos de las campañas; en este contexto es difícil obtener conclusiones definitivas, la segunda vuelta en elecciones presidenciales –en sus diferentes modalidades- debe responder a condiciones específicas de cada país y el “librito” establece que no deben discutirse a mitad de un gobierno, por interés de parte mucho menos con “dedicatoria” –para bien o para mal- ; si nos ubicamos en nuestra necia realidad, en un primer momento –“a ojo de buen cubero”- podemos deducir, que, a quien le convendría de cara al 2018 establecer la segunda vuelta sería al PAN si –como es de suponerse- siguiera llevando de comparsa al PRD, el PRI sería competitivo –si pasara a la siguiente ronda- dependiendo de quien fuere su candidato y a quien definitivamente colocaría en la polarización total, sería a Morena…¿alguien puede asegurar que esto ya está decidido?… RAÚL CASTELLANOS HERNÁNDEZ / RCMULTIMEDIOS.MX http://rcmultimedios.mx/politica/49042/del-zcalo-a-los-pinos#.VlUjj1Sr-8Y.mailto

 

 

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