DEL ZÓCALO A LOS PINOS: «La política es más peligrosa que la guerra…»

Raúl CASTELLANOS 

“LA POLÍTICA ES MÁS PELIGROSA QUE LA GUERRA…EN LA GUERRA SOLO SE MUERE UNA VEZ” –Winston Churchill dixit-; “el poder es como un explosivo o se maneja con cuidado o estalla” –Enrique Tierno Galván-, “el poder hace a los hombres eminentes más eminentes todavía y a los viles más viles y pequeños”; conversando con mi “conciencia crítica” sobre las recientes pugnas –de poder y por el poder- entre personajes alguna vez aliados, hoy enfrentados y –en algunos casos- nostálgicos de lo que fue y ya no será, reflexionando sobre lo efímero del poder, vamos, incluso de la vida, vino a mi memoria una charla sostenida el 28 de agosto del 2002, con un amigo y periodista, en la que hicimos un repaso de sus vivencias y anécdotas cubriendo la fuente política de la Presidencia de la República para uno de los medios de mayor circulación nacional, que valen la pena compartir, porque, cada vez estoy más cierto que la historia es cíclica y que, como diría Cicerón “ut sementen facerís ita metes” –lo que siembres será lo que coseches-; aquí unos fragmentos sobre “Don Pepe” -así le llamaba- “José López Portillo, es un hombre que lo traicionó el amor, es el amoroso, amoroso con su hermana, con su hijo, al que orgullosamente reconoce como ‘el orgullo de su nepotismo’, con alguna colaboradora que hace Secretaria de su Gabinete, es un hombre que ahora –aún vivía- ya en su decadencia, sigue hablando de las mujeres. Es el bien amado en su familia, el hijo único entre puras mujeres, es el bien dotado físicamente, el que sube por una cuerda, excelente orador, el que pudo haber sido un buen Rector de la Universidad, quizá, el que llega y conmueve a todo un país con ese discurso de su toma de posesión, el que nos llama en exceso la atención cuando golpea y nos dice ‘no nos volverán a saquear’ y se queda con la emoción en la garganta, el que luego recuerda que alguna vez en Madrid no pudo más, porque de un camión de turistas mexicanos que estaban ahí, en Madrid, le ladraban, en obvia alusión a aquella auto definición de ‘defenderé el peso como un perro’ y no aguanta más y los encara, golpea el camión y los reta a que bajen a golpearse…pero cuando ya me platica esto, ya es derrumbado en un sillón viendo hacia el otro lado del cristal hacia un jardín, con la nostalgia, sin poderse mover, abandonado por el amor, yo le pregunto ese día para iniciar la entrevista ‘yo lo veo sin salud, lo veo sin amigos, lo veo sin amor, dice usted que sin fortuna, ¿Qué le quedo de todo eso que tuvo?…y en esta última entrevista, bueno, espero que no sea la última –y si lo fue- en algún momento le gana la emoción, se le atraganta también, se pone rojo, me dio miedo, una enfermera que lo acompaña permanentemente se acercó tensa… estábamos en su casa de Cuajimalpa, tenía ahí la Silla Presidencial que usó, me dijo ‘esta silla está maldita, hasta el quinto año todo va bien, en el sexto año todo se derrumba’ –parece ser que ahora los tiempos corren más aprisa- en su biblioteca tenía una vitrina donde estaba la Banda Presidencial -¿Qué tendrá la Banda? Recuerdo que en las conversaciones que sostuve con Luis Echeverría y Miguel de la Madrid para la Televisión de los Oaxaqueños, el lugar privilegiado de sus “egotecas” lo ocupaba la banda que portaron como Presidentes- y los decretos de la Nacionalización de la Banca y esa biblioteca es en forma de caracol y es muy similar al lugar donde están depositados los restos de Napoleón, que se ideó en tal forma, que quien vaya a verlos tenga que inclinarse ante el catafalco de Napoleón y aquí, en esta biblioteca si tú entrabas por la parte alta y te asomabas, tenias que inclinarte, te inclinabas ante una Banda Presidencial y ante el Decreto de Expropiación de la Banca, ante la obra de José López Portillo ¡qué cosas!”; Fidel Samaniego me narró ese día sobre su vocación de periodista, su pasión de vida “estaba estudiando un día para examen de derecho romano y de pronto me dije ‘no, yo quiero vivir realmente mi carrera’, no vivir de la carrera, sino vivir con ella, cerré el libro de derecho y me fui a estudiar a la escuela de periodismo Carlos Septién García”; la de esa tarde, en el vestíbulo del periódico “El Universal”, fue una charla espléndida, irrepetible, por lo menos no por ahora; a Fidel la última vez que lo vi fue en julio de 2010 cuando vino a cubrir en Oaxaca los cierres de campaña electoral, ese día caminó entre el lodo, literal, había llovido, un mes después, el 6 de agosto, un repentino infarto colocó un punto y aparte en su carrera de periodista, al día de hoy, no tengo duda debe estar escribiendo sobre las luchas de poder en el reino del señor, que deben ser mucho más intensas que las terrenales…es viernes “hoy toca” –Dehesa dixit-…¿alguien puede asegurar que esto ya está decidido?….RCMULTIMEDIOS  http://rcmultimedios.mx/politica/44912/del-zcalo-a-los-pinos#.VTm_2lld838.mailto

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *