Salomón Peregrino
“Porque a los ingenuos los mata su propio extravío y la desidia pierde a los necios”.
En días recientes resulta mayor la cantidad de comentarios, análisis y expectativas políticas, sobre la jornada electoral del pasado 7 de Junio, que la cifra total de votos emitidos en los 11 Distritos Federales Electorales de Oaxaca.
Una jornada atípica que estuvo plagada de temor y represión ciudadana ante los cada vez más intolerantes actos de barbarie por parte de la sección 22. Días de absoluto repudio social a la complaciente indiferencia que, una vez más, exhibió al gobierno estatal ante quienes están acabando con todo vestigio de legalidad y respeto hacia el pueblo de Oaxaca.
Por enésima ocasión, Gabino Cué se convierte en el principal referente nacional de ineptitud e incapacidad política y personal para gobernar. Sin excluir que también es, por mucho, quien ha solapado los mayores actos de corrupción gubernamental de que se tengan memoria en Oaxaca.
La dupla Gabino – S22, afortunadamente, han sido los grandes perdedores en el terreno político ante el hartazgo ciudadano. La sociedad, al decidir salir a votar, les mando un claro mensaje de voluntad y respeto inquebrantable a sus derechos y libertades individuales.
En lo futuro, quienes intenten coartar nuevamente el derecho de sufragar libremente y en paz, toparan con la valentía de quienes somos más que ellos.
PRI y PRD obtienen mayoría de votos en los 11 distritos electorales. MORENA sorprende al PAN y lo relega hasta un vergonzoso cuarto lugar. El verde, despierta con terrible resaca de votos; una franquicia que en Oaxaca fue equivocadamente sobrevaluada por algunos ingenuos. De los demás partidos políticos, poco o nada relevante que comentar; incluso, muchos de ellos perderán el registro nacional.
Pero, ¿quienes son los personajes a los que se les puede atribuir de facto el triunfo o la derrota política? En principio, el triunfo es para cada candidata y candidato que ya haya recibido u obtenga próximamente su constancia de mayoría por parte de los consejos distritales del Instituto Nacional Electoral; compartiendo ese mismo entusiasmo, aquellas y aquellos que llegaran a San Lázaro vía plurinominal. Aunado a ellos, también ganan quienes los impulsaron, en principio, para lograr la candidatura y posteriormente para poder alcanzar el resultado favorable. Y es aquí precisamente, donde viene lo interesante de cara al proceso electoral del 2016.
Reiteradamente se ha destacado la injerencia de los ex gobernadores en la toma de decisiones políticas al interior de sus partidos. Y la elección pasada no fue excepción. La mano de Diodoro Carrasco, y del propio Gabino Cué, se hizo notar en favor de José Antonio Estefan Garfias; Gabino también, se dice, apoyo a Francisco Martínez Neri. José Nelsón Murat Casab fue factor determinante en favor de las candidaturas de Sofía Castro Ríos, Heliodoro Díaz Escarraga y Candido Coheto. Ulises Ruiz Ortiz hizo lo propio en favor de Beatriz Rodríguez Casasnova. Gabino y Diodoro ganaron con José Antonio Estefan. José Murat gano con Cándido Coheto. Ulises Ruiz y Gabino Cué estan a la expectativa del conteo voto a voto de cada casilla del Distrito 8; el resultado de esta elección, es moneda en el aire.
Sin embargo, además de los ex gobernadores, también hicierón sentir su influencia los mejor posicionados a contender por la candidatura para gobernador el año entrante: los Senadores Eviel Pérez Magaña y Benjamín Robles Montoya, por el PRI y por el PRD respectivamente.
Eviel Pérez impulso fuertemente a Antonio Amaro Cancino, candidato electo por el Distrito 1 con cabecera en San Juan Bautista Tuxtepec; tierra natal de Eviel. Y Benjamín Robles apoyó con todo a Eva Cruz de Diego, candidata electa por el Distrito 9 con cabecera en Santa Lucía del camino. Ambos, con candidatos ganadores propios. Sin embargo, a diferencia de los ex gobernadores y del propio Gabino, a ellos se les pudo apreciar activamente apoyando a prácticamente todas y a todos los candidatos de sus respectivos partidos (en el único Distrito que no se les vio fue el 5, Tehuantepec).
¿Serán Eviel y Benjamín los grandes ganadores del 7 de Junio? Posiblemente si. La distribución de espacios políticos, de coordinación y comisiones que les asigne en la Cámara Baja, obligan a prestar una especial atención.
Así entonces, sin duda, Gabino Cué es el gran perdedor del 7 de Junio. Pierde él y pierden todos los otrora candidatos que confiaron en el deteriorado espejismo mediático de su “capital político”. Diódoro no pierde, pero no le queda adjudicarse mérito de triunfo con Estefan.
En contraparte, al interior del PRI, José Murat es el que más pierde de todos. Dos de sus candidatos fueron aplastados en las urnas; y el que ganó, está a corto tiempo de ingresar a su etapa de jubilación política. Y para Ulises Ruiz, si llegara a perder Beatriz Rodríguez tendría que tomar unas prolongadas vacaciones fuera de Oaxaca.
Otro gran perdedor solidario ¿priísta?, sin ser ex gobernador pero que aspira algún día a ser candidato, fue Alejandro Murat Hinojosa. Él apoyó decididamente, sin pronunciamiento público ni apareciendo en escena, a todas y a todos los candidatos del partido verde. El dispendio de recursos económicos y en especie, sumados a otro tipo de apoyos disfrazados mediante asociaciones civiles, de nada le sirvieron. Obviamente, le falta conocer más y mejor a Oaxaca. En especial, la idiosincrasia de nuestra gente.
Esta elección federal intermedia continuará dando mucho que decir… y más que suponer.
Fuera de contexto: Se dice que el resultado adverso que actualmente padece el PRI en el Distrito 8, es producto de un exceso de confianza a la cantidad de votos que esperaban obtener en el municipio de Santa Cruz Xoxocotlán. Héctor Santiago Aragón, “El Lobo”, aún no aprende la diferencia entre los vaivenes acompasados que exige la danza política con el desparpajo habitual de los bailes populares que acostumbra organizar.
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