REDACCIÓN
Por poco y los políticos oaxaqueños se quedan sin su regalo navideño. El trineo de Santa Claus se quedó varado en un bloqueo en la entrada de la Ciudad de Oaxaca, viniendo del D.F., que realizaban militantes del Frente Popular Revolucionario al mando de don Panchito, quien a su grupo hace llamar FP-14 de algún mes.
Santa se hizo de palabras con don Panchito porque a pesar de haberse identificado, éste le impedía el paso. “¡A mi no me harán lo mismo que a los reporteros!”, refunfuñaba Santa mientras le asestaba tremendos costalazos a los manifestantes, quienes, viéndose perdidos, le abrieron paso.
Entonces Santa abordó su trineo rumbo a la Ciudad de Oaxaca. Se veía enrojecido de tan enojado; sus de por sí chapeaditas y regordetas mejillas parecían jitomates a punto de reventar. Respiró hondo y profundamente mientras llegaba al Zócalo de la Ciudad. Ya relajado, sacó su mapa y se dispuso a entregar los regalos a los políticos oaxaqueños.
Primero se dirigió a la Casa Oficial para dejar en el zapato del gobernador Gabino Cué dos regalos: Una caja conteniendo mucha autoridad y una moneda para jugarse un volando por el partido político al que apostará en 2015.
En el zapato del Secretario General de Gobierno, Alfonso Gómez Sandoval, un rollo de mecate para amarrarle las manitas a sus subsecretarios, pues andan metiendo mano en asuntos fuera de su incumbencia.
Al Secretario de Finanzas, Enrique Arnaud Viñas, una enciclopedia en magnético sobre las consecuencias del desacato a las sentencias de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (caso Santa María Atzompa).
Al Secretario de Turismo y Desarrollo Económico, José Zorrilla de San Martín Diego, un babero, porque ya se lame los bigotes con el negocio de la construcción del Centro de Convenciones.
Al Secretario de Administración, Alberto Varela Vargas, más outsorsings.
Al Secretario de Desarrollo Social y Humano, Alejandro López Jarquín, un diploma por su aplicada conducta en la función encomendada, porque con poquito está logrando hacer bastante.
Al nuevo Secretario de Desarrollo Agropecuario, Forestal, Pesca y Acuacultura, Jorge Carrasco Altamirano, pues le adelantó el regalo con tal nombramiento bien merecido.
Al nuevo Secretario de Vialidad y Transporte, Carlos Moreno Alcántara, unos lentes mágicos a través de los cuales se ve todo incoloro, a efecto de evitar que todo lo politice a favor del PAN. ¿O a su favor nada más?
Al nuevo Secretario de las Infraestructuras, Sergio Ubaldo Pimentel Coello, una balanza parque asigne las obras de manera equilibrada, sin favoritismos como su antecesor.
A la Secretaria de la Contraloría, Perla Woolrich Fernández, como se ha portado muy bien, Santa le dejó dos regalos en su zapatilla al pie del verde árbol de Navidad que ella puso en su casa: Un reconocimiento a su desempeño porque quien sabe cómo le ha hecho, pero hasta premios de transparencia le ha dado a ganar al Ejecutivo. ¿Y el otro regalo? Una candidatura a diputación plurinominal.
Al Secretario de Trabajo, Daniel Juárez López, un traje del hombre invisible porque su trabajo casi no se ve.
Al Secretario de Cultura, Francisco Martínez Neri, una beca para otro año más al frente de dicha dependencia.
Al Secretario de Seguridad Pública, Alberto Esteva Salinas, un jarabe de autocontrol porque su carácter es muy explosivo, un manual de cómo hacer buenas relaciones con los subordinados a efecto de evitar más rebeliones policíacas y un costal de buena suerte por si acaso la necesita en su búsqueda por una candidatura a una curul federal.
Al Secretario de Salud, Germán Tenorio Vasconcelos, lo complació con dos años más de permanencia en la dependencia porque según él, dicha Secretaría marcha tan bien que de verdad no quiere una candidatura, sino terminar el sexenio en ese cargo.
Al Secretario de Asuntos Indígenas, Adelfo Regino, una caja de persuasión para que convenza a los diputados locales de aprobar la Ley Indígena, y también para convencer al gobernador de manejar los recursos destinados a los proyectos y programas indígenas, porque las dependencias ejecutoras le restan importancia a esta población.
Al Coordinador General del Coplade, Gerardo Albino González, un puñado de más organizaciones sociales para que se siga entreteniendo haciendo como que hace desde una dependencia desde donde habría planeación, según se prometió… y al parecer nada.
Al Procurador General de Justicia del Estado, Héctor Joaquín Carrillo Ruiz, le trajo un caballo de hacienda porque ahí la lleva más o menos.
Al Consejero Jurídico, Víctor Hugo Alejo Torres, una dotación de cordura para evitar siga metiendo en problemas al Gobierno del Estado.
Al recién nombrado Director General del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), Moisés Robles, una caja de mucho valor y paciencia para meter en cintura a los profes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), o por lo menos para pactar con ellos.
Santa Claus siempre tan generoso, además, dejó a cada unos de ellos un costal de mucha suerte para las próximas comparecencias ante la Cámara de Diputados con motivo de la glosa del Cuarto Informe del gobernador Gabino Cué.
En eso andaba Santa cuando recibió una llamada telefónica avisándole que policías municipales intentaban llevarse a sus renos y todo su cargamento de regalos, que él dejó en el Zócalo de la ciudad mientras entregaba los regalos. Los uniformados pensaron tratarse de las cosas de un vendedor ambulante más.
Entonces Santa corrió al rescate de sus renos y cargamento. Por eso ya no pudo entregar regalos a más políticos oaxaqueños. Así que le pedirá a los Reyes Magos hagan entrega de ellos.
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Queridos lectores, espero les haya gustado este relato imaginario. ¡Feliz Navidad!
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Correo: rosyrama@hotmail.com
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