DEL ZÓCALO A LOS PINOS: “Incierto es el lugar donde la muerte te espera, espérala pues todo lugar”.

Raúl CASTELLANOS 

“INCIERTO ES EL LUGAR DONDE LA MUERTE TE ESPERA, ESPÉRALA PUES EN TODO LUGAR” –Séneca dixit-; y también argumenta con singular sentido común “aquel que tú lloras por muerto, no ha hecho más que precederte”, Horacio reflexiona “la pálida muerte llama con el mismo pie a las chozas de los pobres que a los palacios de los ricos”, en lo personal siempre he pensado que lo único que no se repone es el tiempo, Hemingway me lo confirma “lo único que nos separa de la muerte es el tiempo”, Woody Allen no pierde la ironía “no es que tenga miedo de morir es que no quiero estar allí cuando ocurra”, Tagore le imprime un toque poético “como un mar alrededor de la soleada isla, la muerte canta noche y día su canción sin fin” y Jardiel Poncela le encuentra un motivo y una razón “la muerte tiene una sola cosa agradable: las viudas”; dos muertes que nos muestran la naturaleza de la condición humana ocurridas la semana reciente me provocaron intensas reflexiones, una de ellas la urgente necesidad de, ante lo impredecible del momento en que tengas que rendir cuentas al creador, saldar cuentas con la historia; Sebastián Lerdo de Tejada murió –literalmente- en el terreno de juego, el reporte oficial ubica su deceso en el Hospital López Mateos, el infarto fulminante como lo describían los primeros tuits, lo sorprendió en su oficina; talentoso y caballeroso, concito -en sus 48 años- en la veleidosa política, más afectos que enconos, lo que ya es nota, una persona de su cercanía cabizbaja y meditabunda me dijo “fue congruente hasta en la muerte, si le hubieran preguntado habría escogido el ISSSTE para morirse y sus velatorios para las condolencias”, pensé, detalle menor, o tal vez mayor, en estos tiempos, otra vez el tiempo, en que la soberbia de los –otros- políticos, pretende, incluso a la muerte, incorporarle la diferencia de clases sociales; reflejo de lo anterior fue el trato que le dispensaron en las mediáticas redes, ya no digamos sus compañeros de luchas, sueños, triunfos y derrotas –políticas-, sino los otros, los más comunes y corrientes, Gaby Vargas de Fundación Marillac escribió “Sebastián Lerdo de Tejada @ISSSTE_MX es una pena que te hayas ido tan joven, gracias por el apoyo que siempre nos diste”, Héctor Suarez, el de “los ostiones frescos del Ajusco” así lo despidió “Don Sebas me puede y me duele mucho tu partida, fuiste el único que me hizo respetar y admirar a un político”; horas antes había –también – cumplimentado su cita, Juan Molinar Horcasitas, académico, investigador, en su mejor momento integrante del IFE, funcionario público y al final de su trayecto operador de Gustavo Madero e ideólogo fundamentalista de su partido; con su muerte y en el contexto de su enfermedad, cobra otro nivel el intercambio epistolar que a principio de año mantuvo con su ex jefe, ex compañero de múltiples batallas –políticas- y suponemos –por el contenido de los textos- ex amigo Felipe Calderón, de quien escribió en lo que hoy parece –“en política lo que parece es” Reyes Heroles dixit- un lapidario testamento “es un hombre de temperamento muy fuerte, al que le falta carácter para templar su temperamento” para luego señalarlo como el causante de la división en el PAN, de imponer dos presidentes y tratar de imponer a otro, además del candidato a la presidencia y estar obsesionado con el control del partido para su uso personal –de sus intereses-; Molinar, a quien lo marcó la tragedia de la guardería ABC, mas endosable a los Zavala Gómez del Campo, recibió de Calderón una respuesta igual de ríspida “mientes, solo una cosa explica que hayas pasado de la honestidad intelectual a la franca invención literaria: la amargura”, o quizá –especulamos- no era amargura, solo una reflexión ante la cercanía de lo que ya advertía como inevitable, estado –de salud- que seguramente Calderón no desconocía, el mismo –Felipe- que al conocer de su muerte vía twitter escribió un epitafio que lo retrata “un abrazo donde quiera que estés amigo”; por su parte Gustavo Madero, lloró para la “foto”, tal vez no esté enterado que a los que se quiere en verdad se les llora en silencio, no para las candilejas; un conocedor de la vida, ya con largo kilometraje recorrido me decía el jueves “Molinar…tótem de la ciencia política para unos, símbolo del oprobio para otros, quedémonos con el Molinar del IFE, no con el del infausto calderonato, ni el de la burla del maderismo”…¿alguien puede asegurar que esto ya está decidido?…. RAÚL CASTELLANOS / RCMULTIMEDIOS.MX … http://rcmultimedios.mx/politica/45410/del-zcalo-a-los-pinos#.VWKibdm7Sqw.mailto

 

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