Rosy RAMALES
El dictamen sobre la reforma constitucional en materia electoral que ayer sería aprobado por la actual LXII Legislatura del Estado, es un traje a la medida para el según priista Alejandro Murat Hinojosa rumbo a las elecciones de Gobernador de Oaxaca a celebrarse el próximo año; reforma que se atoró al no salir la aprobación del endeudamiento solicitado por el gobernador Gabino Cué.
Es un traje a la medida porque a pesar de plantearse la duración de seis años del próximo gobernador (habría quedado como está), en el dictamen se quitan candados en los requisitos de elegibilidad para ser Gobernador de Oaxaca; incluso, en contra de las disposiciones del artículo 116 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, referente a la organización de las entidades federativas con sujeción a las normas del Pacto Federal.
Específicamente en el artículo 68 del dictamen sobre la reforma constitucional, se estable que para ser Gobernadora o Gobernador del Estado, se requiere: “Ser mexicana o mexicano por nacimiento, nativa o nativo del Estado o con residencia efectiva no menor de tres años inmediatamente anteriores al día de los comicios.” Además que: “La vecindad no se pierde por ausencia en el desempeño de cargo público de elección popular o de otros cargos públicos.”
Sin embargo, en el artículo 116 de la Constitución General se ordena que: “Sólo podrá ser gobernador constitucional de un Estado un ciudadano mexicano por nacimiento y nativo de él, o con residencia efectiva no menor de cinco años inmediatamente anteriores al día de los comicios…”
Alejandro Murat Hinojosa, quien es prospecto de un grupo priista para ser el candidato del PRI a gobernador para las elecciones del próximo año, nació en el Estado de México, donde también ha tenido su residencia, así como en el Distrito Federal, desde donde ejerce el cargo público de Director General del Infonavit desde el inicio de la administración del Presidente de México, Enrique Peña Nieto, diciembre del 2012.
Solo en ese contexto se explica la reducción de 5 a 3 años de la residencia efectiva para ser Gobernador de Oaxaca, no siendo nativo de esta entidad. Solo así se explica también el establecer que la residencia no se pierde por ejercer un cargo público, beneficio del cual gozaban nada más los representantes populares.
Durante varios meses la mayoría de los diputados de la fracción parlamentaria del PRI, incluidos en el proyecto Murat Hinojosa, sostuvieron la propuesta de elegir en 2016 gobernador de dos años para homologar las elecciones locales a las federales en el 2018, pero con el objetivo político de darle tiempo a tal prospecto para reunir los requisitos de elegibilidad. Incluso, en varias iniciativas se proponía la residencia efectiva de cinco años tal y como lo exige la Constitución Federal.
Al final, el dictamen había salido dejando en seis años (como está) la duración en el cargo del próximo gobernador, pero se reduce la residencia efectiva para quien no sea nativo del estado de Oaxaca.
Así hubiera sido aprobada la reforma electoral, la cual, según los corrillos legislativos, fue cedida a los priistas a cambio de que éstos dejaran pasar la autorización pedida por el gobernador Gabino Cué Monteagudo para solicitar un crédito de 2 mil 400 millones de pesos a nombre del estado de Oaxaca, pagadero hasta por 15 años.
Pero como hubo oposición al endeudamiento por parte de un grupo de diputados panistas que solicitaron la intervención de su Comité Ejecutivo Nacional para frenar a la bancada local, y oposición también por parte de varios diputados priistas, el periodo extraordinario se canceló y no hay fecha para convocarlo nuevamente. Por tanto, el traje a la medida se quedó colgado en el ropero.
Sin embargo, el dictamen puede ser aprobado en cualquier momento tal y como fue circulado ayer, salvo que los diputados rectifiquen en la franca inconstitucionalidad respecto de algunos requisitos de elegibilidad.
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